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¿Vidas o la economía? Presidente argentino dice prioridad es enfrentar virus
BUENOS AIRES, 26 mar (Reuters) - El presidente argentino, Alberto Fernández, dijo el jueves que salvar vidas es más importante que proteger a la economía del impacto que tendrá el coronavirus, que seguramente hundirá al país en una recesión aún mayor. El líder peronista de centroizquierda participó de una videollamada de líderes del grupo del G-20 para discutir la respuesta global a la pandemia, que ha provocado la muerte de más de 20,000 personas en todo el mundo y ahora comienza a extenderse por América Latina. “Ante el dilema de preservar la economía o la vida, no dudamos: elegimos la vida”, dijo Fernández en su cuenta de Twitter después de participar en la videollamada, en la que pidió crear un fondo mundial de emergencia humanitaria para combatir la pandemia. Países de todo el mundo están lidiando con las crisis tanto sanitarias como económicas que han sido provocadas por la propagación de coronavirus, que surgió en China y que golpeó también a Europa y ahora a Estados Unidos. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que quiere reabrir la economía del país para el domingo 12 de abril, a pesar de la rápida propagación del coronavirus en algunos estados y un número creciente de muertes. En Brasil, el mandatario Jair Bolsonaro se ha alineado con Trump al priorizar la economía por sobre los cierres impulsados por expertos en salud pública, incluido su propio ministro de salud. Según un comunicado oficial, Fernández dijo en la llamada que el mundo necesitaba soluciones “extraordinarias” para lidiar con la crisis, que incluye un fondo que ayude a los países a “enfrentar, mejor equipados de insumos, el contexto que vivimos”. Fernández, que asumió la presidencia en diciembre, afirmó que celebra que organismos globales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) -un importante prestamista de Argentina- reconocieran que las deudas de ciertos países eran insostenibles. Argentina se encuentra en medio de una tensa reestructuración que involucra casi 70,000 millones de dólares en deuda externa y otros 44,000 millones de dólares de una línea de crédito otorgada por el FMI en 2018. “El tiempo de los codiciosos ha llegado a su fin”, dijo Fernández. “Como enseña el Papa Francisco, tenemos que abrir nuestros ojos y nuestros corazones para actuar con una nueva sensibilidad”, agregó. regina |
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