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El paraíso mexicano agranda las puertas para evitar el infierno


2020-05-20

Víctor Flores García

CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — Playas desoladas, hoteles sin clientes y restaurantes cerrados a pleno sol vertical han obligado a los inversionistas mexicanos del turismo a dar un vuelco inusitado y desesperado: ahora privilegian con ofertas delirantes a los otrora despreciados turistas criollos, como una tabla de salvación.

Hasta el hastío han sido difundidos vídeos y fotografías de paradisíacos destinos turísticos abandonados en este país latinoamericano debido a la pandemia del COVID-19.

Aun así, la imagen de la llamada Quinta Avenida en el balneario de Playa del Carmen, sobre el Caribe mexicano, sigue siendo sobrecogedora: luce absurdamente vacía, mientras unos pocos restaurantes abiertos ponen cintas que impiden entrar y solo aceptan pedidos a domicilio.

Así lo cuenta a Sputnik vía telefónica Darío Flota, integrante del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo, el estado donde se ubica Playa del Carmen, Cancún y la zona hotelera denominada la Riviera Maya de blancas playas frente al mar color turquesa.

"Esperamos que podamos lanzar la campaña nacional y poder comenzar a despegar en el verano", exclama con un suspiro que resuella en el auricular, mientras se escucha romper una ola a lo lejos.

La campaña estará dirigida a los mexicanos que constituyen apenas el 30% de los más de 25 millones de pasajeros que cada año llegan al aeropuerto de Cancún.

"Luego la iremos extendiendo paulatinamente a otros mercados en Europa, Sudamérica y EU", confiesa el dirigente gremial a Sputnik con tono dubitativo.

Alistando el 2x1

México recibe cada año más de 43 millones de turistas extranjeros, en su mayoría estadounidenses y canadienses.

Los hoteleros estiman que al menos la mitad de ese flujo no llegará este año.

Las cancelaciones de vuelos se han multiplicado y las medidas sanitarias para afrontar la pandemia se volvieron una pesadilla en el paraíso desolado.

El turismo extranjero genera ingresos directos por más de 14,000 millones de dólares, mientras que la derrama supera los 24.563 millones de dólares, según las cifras de las autoridades federales del turismo.

La ausencia de ingresos indirectos por actividades paralelas como la venta de souvenirs y artesanías dejaron vacías las cajas registradoras.

El próximo 20 de mayo, según anunció Flota, se iniciará una campaña para promover los destinos turísticos del Caribe mexicano.

Déborah Angulo, presidenta de la Asociación de Hoteles y Moteles del Sur de Quintana Roo, no tiene otra opción que creer en su líder promotor.

"Junto con el Consejo de Promoción Turística, la próxima semana comenzará esa campaña anunciada por el licenciado Flota, mientras el sector empresarial las asociaciones hoteleras del Estado también estamos diseñado nuestros paquetes", relata Déborah.

Esos paquetes podrían incluir ofertas de 2x1, dos días de alojamiento por el valor de uno, repartir descuentos en las entradas a parques temáticos y centros arqueológicos de la espléndida cultura maya, según la estrategia diseñada por Angulo.

Volver a llenar las pirámides con turistas en trajes de baño y bermudas es la ilusión todo agente de viajes en aquella península selvática donde se estrelló el meteorito que según los científicos extinguió a los dinosaurios.

Un buen fin

El secretario federal de Turismo, Miguel Torruco, se dirigió al Congreso para pedir auxilio.

Los turistas locales serán los primeros en reactivarse, y en una primera instancia la gente empezará a realizar viajes en carretera no mayores a cuatro horas.

Para los extranjeros habrá que esperar las medidas que tomen sus respectivos países, y los aviones seguirán llegando vacíos, cuando lleguen.

Entre las ideas propuestas para reactivar el interés de los mexicanos por el turismo en su propia tierra está realizar uno o dos fines de semana largos, con lunes o viernes festivos, bombardeados con todo tipo de ofertas y descuentos de ensueño de hasta 60%.

Esos descuentos serían similares a los que se ofrecen para las compras decembrinas con el nombre de El Buen Fin, una réplica del enloquecedor Black Friday de EU, en el segundo o tercer fin de semana de noviembre.

Durante ese Buen Fin, los bancos ofrecerán la posibilidad de hacer pagos con tarjetas divididos en muchas cuotas mensuales sin intereses, hasta dos años, mientras que el Gobierno ofrecerá la devolución parcial o total del impuesto a las ventas.

"Esta propuesta se la hemos hecho llegar a la Secretaría de Turismo y hay mucho interés de ellos de apoyar la iniciativa", dice a Sputnik, esperanzado, Armando Bojórquez, presidente de la Asociación para la Cultura y el Turismo en América Latina (Actual), que agrupa a un millar de empresas del sector.

Bojórquez conoce las cifras negras: el Producto Interno Bruto Turístico del cuarto trimestre de 2019 en México ya mostró un magro incremento de 0,2%.

Este año 2020 se espera que parálisis del turismo se agudice por el cierre de actividades hoteleras y cancelación de viajes que dejaron desoladas playas, lagos, museos, montañas y pueblos mágicos.



regina


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