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Muerte de George Floyd: una técnica policial que ya ha provocado otras tragedias


2020-05-29

Por Neil MacFarquhar, The New Yoek Times

Los departamentos de policía de Estados Unidos han tratado de erradicar el uso de maniobras de estrangulamiento. Pero en Minneapolis, la rodilla de un oficial en el cuello de un hombre provocó una muerte.

En el video del celular que registró la muerte de George Floyd, el oficial que lo arrestó, Derek Chauvin, mantuvo la rodilla presionada contra la parte posterior del cuello de Floyd durante unos ocho minutos hasta que dejó de hablar o moverse.

“Usted no tiene que inclinarse así con la rodilla en su cuello”, exclamó un espectador fuera de cámara, dirigiéndose al oficial con un lenguaje aderezado de improperios. “Él está disfrutando eso. Lo estás disfrutando. Ya podrías haberlo metido en el coche”.

Para los entrenadores de los cuerpos policiacos y criminólogos, el episodio ejemplifica por qué muchos departamentos de policía de todo Estados Unidos han tratado de prohibir o al menos limitar el uso de estrangulamientos u otras maniobras en el cuello de las personas en los últimos años: con frecuencia esas prácticas han ocasionado muertes de alto perfil mediático.

“Es una técnica que ya no usamos tanto debido a la vulnerabilidad”, dijo Mylan Masson, una exoficial de policía que dirigió un programa de capacitación para la policía de Minneapolis durante 15 años hasta 2016. “Tratamos de mantenernos alejados del cuello, en la medida de lo posible”.

Aún no se han divulgado todos los detalles de lo sucedido, en particular lo que las cámaras de la policía podrían mostrar sobre el altercado entre Floyd y Chauvin, de 44 años, un oficial experimentado que trabajó durante 19 años en el Departamento de Policía y que fue despedido después del suceso. Sin embargo, los registros oficiales indican que la policía de Minneapolis no ha abandonado por completo el uso de las maniobras de dominación del cuello, aunque se ha dicho que el método usado por Chauvin ya no forma parte del entrenamiento policial.

El manual del Departamento de Policía de Minneapolis establece que las restricciones de cuello y los estrangulamientos solo pueden aplicarse cuando un oficial se encuentra en una situación de vida o muerte. Aparentemente, la detención de Floyd no produjo una situación de esa naturaleza.

Los expertos que han visto las imágenes sugieren que probablemente sea un caso de “justicia callejera”, lo que sucede cuando un oficial de policía busca castigar a un sospechoso infligiéndole dolor porque durante el arresto le hizo algo.

Los criminólogos que vieron el video dijeron que el uso de la rodilla no solo ejercía una presión peligrosa sobre la parte posterior del cuello, sino que también mantuvo a Floyd acostado boca abajo durante demasiado tiempo. Ambas posiciones —la rodilla en el cuello y mantener boca abajo a una persona— entrañan el riesgo de cortar el suministro de oxígeno.

“Mantener a Floyd boca abajo con las manos esposadas y en la espalda es lo que probablemente lo mató”, dijo Seth Stoughton, un exoficial de policía que es profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Carolina del Sur. El entrenamiento policial comenzó a evitar esa maniobra hace unos 20 años, dijo.

En cuanto a los estrangulamientos, los departamentos que todavía los permiten generalmente usan una especie de maniobra de lucha libre en la que el oficial pone su brazo alrededor del cuello de la otra persona y aplica presión, afirmó Stoughton. La idea es someter a los sospechosos de la manera más rápida posible para meterlos en la patrulla, no deben permanecer en esa posición posiblemente mortal durante tantos minutos como sucedió con Floyd.

Además, usar la rodilla sobre la parte posterior del cuello en vez de ponerla hacia los lados implica el riesgo de matar o herir gravemente a alguien porque se corta el suministro de aire o se puede dañar la columna cervical y otros huesos delicados del cuello, dijo Stoughton. Ningún departamento permite el uso de esa técnica en circunstancias normales, aseguraron los expertos.

El manual de la policía de Minneapolis llama al estrangulamiento una “opción de fuerza letal” y las maniobras sobre el cuello, una “opción de fuerza no letal”. Las maniobras sobre el cuello implican comprimir uno o ambos lados del cuello de una persona con un brazo o una pierna sin cortar el flujo del aire a través de la tráquea. Un estrangulamiento está destinado a cortar el suministro de aire de alguien si el oficial siente que su vida está amenazada, dice el manual.

El manual explica además que hacer una restricción consciente en el cuello puede usarse contra un sujeto que está “resistiendo activamente”, mientras que dejar a la persona inconsciente debe limitarse a alguien que sea agresivo o “con el propósito de salvar vidas”.

John Elder, portavoz del Departamento de Policía de Minneapolis, no respondió a la pregunta sobre si la restricción de rodilla usada por Chauvin correspondía a esas pautas.

Muchos departamentos de policía, incluido el de Minneapolis, dejaron de enseñar la técnica de restricción con rodilla y también trataron de limitar el uso de estrangulamientos después de la muerte de Eric Garner, a manos del Departamento de Policía de Nueva York en 2014, que tuvo una amplia cobertura mediática.

Garner jadeó “no puedo respirar” once veces mientras estaba acostado boca abajo en la acera, una oración que Floyd dijo también varias veces. En el caso de Garner, los investigadores determinaron que el oficial que lo lanzó al suelo estaba usando una técnica prohibida de estrangulamiento.

El médico forense dictaminó que la muerte de Garner fue un homicidio causado por la compresión de su cuello por un “estrangulamiento” y la comprensión de su pecho contra el suelo en una posición boca abajo. El oficial Daniel Pantaleo, quien estranguló a Garner, fue despedido pero no acusado, lo que incitó a protestas en todo el país.

Masson afirma que el curso de capacitación para las fuerzas de seguridad que dirigía en el Hennepin Technical College de Minneapolis dejó de enseñar la técnica de restricción con rodilla a los aspirantes alrededor de 2014, después del caso Garner, y los oficiales veteranos también deberían haber recibido instrucciones para dejar de aplicarla.

También dijo que a los estudiantes que cursan el programa obligatorio de dos años para todos los que aspiran a entrar al Departamento de Policía se les enseñó cómo aplicar presión en la parte superior de la espalda. “Tan pronto como desaparece la amenaza, detienes el uso de la fuerza”, dijo.

Sin embargo, los documentos del departamento muestran que las técnicas de restricción se han seguido utilizando en Minneapolis, aunque a veces se les llama con nombres diferentes. En 2012, hubo 79 y en 2013, se usó en 69 casos. Para 2018, las cifras cayeron a 40, pero volvieron a subir el año pasado, cuando esa maniobra fue usada en 56 situaciones. Según los registros, la técnica se utilizó mucho más en contra de afroestadounidenses que en contra de personas de otras razas.

Carl Takei, un importante abogado de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés) que se enfoca en las prácticas policiales, dijo que los departamentos que todavía permitían los estrangulamientos intentan diferenciar entre cortar el flujo de sangre, lo que deja a alguien inconsciente, y cortar el flujo de oxígeno, que es mortal.

“Existe un riesgo significativo de que al intentar cortar el flujo de sangre también se interrumpa el flujo de aire”, dijo Takei y explicó que por esa razón la ACLU se opone a la técnica. “Los estrangulamientos deberían estar prohibidos en todas las situaciones”.

Las técnicas de restricción han llevado a varios oficiales a ser enviados a prisión en todo el país en los últimos años después de ser condenados por usar fuerza excesiva.

El hecho de que Chauvin siguiera presionando cuando Floyd ya no estaba luchando hizo que pareciera un caso de un oficial intentando castigar a un sospechoso por hacer algo que al policía no le gustó, lo que puede incluir resistirse al arresto, escupir o insultar al oficial, dijeron los expertos.

Si se trató de una forma de “justicia callejera”, eso se considera una forma de intimidación contra la que las academias de policía también instruyen. “Es enseñarle a alguien una lección: la próxima vez lo pensarás dos veces sobre lo que haces”, dijo Philip M. Stinson, exoficial de policía que se convirtió en profesor de justicia penal en la Universidad Estatal de Bowling Green.

Andy Skoogman, director ejecutivo de la Asociación de Jefes de Policía de Minnesota, dijo que los 300 miembros del grupo estaban horrorizados por la táctica que el oficial usó en el caso de Floyd y la “falta de empatía” que mostró.

“En pocas palabras: cualquier tipo de técnica de uso de la fuerza debe detenerse cuando se logra el objetivo”, dijo, y agregó que no sabía de ningún departamento de policía del estado que enseñase esa técnica.
 



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