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“El nivel de los artículos científicos sobre la covid-19 ha sido decepcionante”


2020-06-06

Cristian Segura. El País

El canto de los pájaros y el cacareo de unas gallinas acompañan la conversación por teléfono con Sir Nicholas White (Londres, 1951). “Es que crío gallinas en casa”, explica desde Bangkok este epidemiólogo, uno de los mayores expertos en malaria del mundo. White es profesor de Medicina Tropical de la Universidad Mahidol de Tailandia y de la Universidad de Oxford. También colidera el COPCOV, un ensayo clínico entre personal sanitario del Reino Unido que analiza el potencial de la cloroquina y de su derivado más popular, la hidroxicloroquina, como remedios para evitar el contagio de la covid-19.

El reclutamiento de pacientes para el COPCOV fue suspendido a finales de mayo por la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido (MHRA), alegando riesgos para la salud de este principio activo. La decisión de la MHRA se produjo después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) detuviera temporalmente su ensayo Solidarity Trial, que busca determinar si la hidroxicloroquina sirve como tratamiento para enfermos de la covid-19. White también ha asesorado a la OMS en el ensayo Solidarity. La resolución de la OMS se justificaba por la publicación en la revista The Lancet de una investigación que concluía que la cloroquina y la hidroxicloroquina aumentan las posibilidades de morir por insuficiencia cardíaca. Un centenar de científicos, entre ellos White, hicieron pública una carta en la que acusaban a los autores del estudio de irregularidades, falta de transparencia e inconsistencia en la evaluación de los datos manejados. La OMS reinició su ensayo el 3 de junio después de descartar las razones del trabajo publicado por The Lancet.

Pregunta. ¿Ha sido la decisión correcta detener los ensayos clínicos con hidroxicloroquina?

Respuesta. No, no ha sido lo apropiado porque estaba claro que había algo erróneo en el estudio publicado en The Lancet. Hay otro estudio, de principios de mayo, en The New England Journal of Medicine, que igualmente tomó la inusual decisión de publicar sus reservas sobre este medicamento sin haber realizado un análisis completo. Lo más extraño es que ambos estudios utilizan los mismos datos de la misma empresa, Surgisphere.

P. Ha habido muchas advertencias, no solo desde el ámbito científico, también por parte de las agencias reguladoras nacionales e internacionales. ¿Cree que existe una excesiva imagen negativa de la hidroxicloroquina?

R. El asunto se ha politizado, incluso la BBC lo llama “el medicamento de Donald Trump” [el presidente de los Estados Unidos ha defendido su uso de forma vehemente]. La verdad es que no sabemos si es beneficiosa o perjudicial en el tratamiento de la covid-19. Ha habido ensayos que detectan beneficios, otros muestran temor respecto a su efecto en cardiopatías. Como en todos los fármacos, hay riesgos y efectos secundarios, y la única manera de determinar su valor es con ensayos de control aleatorizado [las personas que reciben el fármaco se seleccionan de forma aleatoria y por azar]. Pero está siendo difícil llevarlos a cabo debido a la politización y a la reacción exagerada de las autoridades reguladoras, de la OMS, aunque esta ya ha cambiado, del Reino Unido y de Francia.

P. ¿Esta suspicacia se puede deber también a que hay académicos que están asumiendo un rol popular más allá de su campo científico? Quizá el mejor ejemplo es la popularidad del francés Didier Raoult, uno de los grandes defensores de la hidroxicloroquina.

R. Es verdad, y los científicos debemos mantenernos neutrales. No debemos promocionar medicamentos o cargar contra ellos si no tenemos evidencias sólidas, y en el caso del que estamos hablando, todavía no las tenemos.

P. ¿Hay diferencias notables, en lo que a riesgo se refiere, entre suministrar hidroxicloroquina a pacientes hospitalizados y el uso profiláctico de este componente?

R. Sí. Los médicos sopesan riesgos y ventajas. Si estás hospitalizado por la covid-19, quiere decir que posiblemente tienes un alto riesgo de morir. En estas condiciones está más justificado utilizar dosis más altas, y por lo tanto es más peligroso. Pero insisto, no sabemos si es beneficioso o contraproducente, por eso son necesarios los ensayos clínicos. Los estudios con dosis más altas existentes son el Recovery Trial del Reino Unido y el Solidarity Trial de la OMS. Los comités de monitorización de datos de ambos ensayos están permitiendo su continuación porque no hay señal de que el medicamento sea peligroso. Los beneficios serían diferentes en el suministro de la cloroquina o de la hidroxicloroquina como profilácticos, para prevenir el contagio de la covid-19. Las dosis son mucho más bajas y son las mismas utilizadas durante sesenta años en el tratamiento de enfermedades reumatológicas. Cientos de toneladas de este medicamento se suministran cada año a millones de personas. Sabemos mucho sobre su seguridad y tolerancia. Tienen efectos secundarios pero tienen una buena tolerancia. En el ámbito profiláctico los riesgos han sido exagerados, sobre todo su cardiotoxicidad. Si lo tomas durante muchos años puede tener efectos en los ojos y en el corazón, pero si se toma durante meses, no. Se ha confundido a la gente con información muy diversa. El nivel de los artículos científicos sobre la covid-19 ha sido decepcionante. Ha habido prisa por publicar y se han cometido errores.

P. Recientemente han aparecido opiniones médicas en Italia e India que aseguran que el coronavirus está perdiendo virulencia. ¿Cree que esto es posible?

P. El virus está evolucionando pero dudo de que todavía haya suficiente información para apoyar esta hipótesis. Se están realizando declaraciones públicas de forma constante, todo el mundo tiene algo que decir. Tenemos a mucha gente diciendo cosas que pueden ser ciertas, pero lo que necesitamos son evidencias sólidas. El problema es que la situación es noticia, usted mismo ahora me está entrevistando para hablar del tema. A la gente le gusta aparecer en las noticias, le gusta decir cosas para conseguir un titular.

P. ¿Es optimista sobre las posibilidades de encontrar una vacuna a finales de este año o en 2021?

R. Estoy seguro de que tendremos una vacuna el año que viene, incluso posiblemente a finales de este año. Pero la pregunta es cuán efectiva será. Es posible que la primera generación de la vacuna no sea muy buena, que no garantice inmunidad durante mucho tiempo. Tendremos una vacuna, pero la gran pregunta es si esta vacuna solucionará el problema o si el virus la esquivará.

P. No hay todavía evaluaciones concluyentes sobre por qué el virus parece contagiarse más fácilmente en unos países y no en otros. ¿Qué hipótesis baraja usted?

R. No lo sabemos, pero hay indicios de que está vinculado a la temperatura, a la humedad y a la manera de interactuar de una sociedad. El virus puede ser transmitido más eficazmente si hace frío y si la gente mantiene un contacto muy cercano. Pero no lo sabemos con seguridad. Estas son preguntas que necesitan una buena investigación, pero con la covid-19 está siendo muy difícil hacer buena investigación, por la politización, por el escrutinio de los medios o por tantas personas que emiten mensajes confusos. Cuando empezó la covid-19 todo el mundo entró en pánico y los gobiernos anunciaron que ayudarían a la investigación, pero muchos gobiernos no lo han hecho, han mantenido la misma burocracia, los mismos obstáculos. Queda bien decir que apoyarás a los investigadores y que encontrarás una vacuna, pero lo que los gobiernos deben hacer es facilitar de verdad la investigación.

P. ¿Qué medidas concretas e inmediatas aplicaría para reducir el riesgo de que se transmitan nuevas enfermedades de animales al ser humano?

R. No sé de dónde procederá la próxima enfermedad de origen animal, pero diría que si en muchos países, y China en particular, se dejara de comer los pocos animales salvajes que nos quedan, sin duda se reduciría el riesgo.

P. ¿Cuál es su principal preocupación para el futuro en la lucha contra la covid-19?

R. Sin duda creo que habrá segundas, terceras y cuartas olas, pero no sé si serán pequeñas o grandes, o si realmente se producirán. Mi principal preocupación es que la covid-19 se extienda en países pobres, donde el sistema sanitario es débil y la enfermedad no se podrá contener como en los países ricos, donde los daños serán mayores y serán una reserva para la continuación de su expansión global.



JMRS


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