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España adelanta la reapertura de fronteras para rescatar el turismo
Carlos E. Cué, José Marcos, El País El Gobierno vuelve a adelantar sus planes de desescalada ante la mejoría de los datos y la presión de algunos sectores económicos, en especial el turismo. Una semana después de insistir en que la reapertura de las fronteras con los países Schengen se haría el 1 de julio, Pedro Sánchez rectificó de nuevo y anunció que se reabrirán todas, menos la de Portugal, el 21 de junio, con la clara intención de salvar el turismo. Esta semana se presentará un plan especial para este sector. Sánchez exigió además al PP “patriotismo” para apoyar la posición española en Europa y no colocarse con las opciones más duras del PPE. El Ejecutivo acelera cada semana la desescalada y contradice rápidamente sus propias palabras. Cuando el 4 de junio la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, anunció que España reabriría sus fronteras terrestres con Francia y Portugal a partir del 22 de junio, fue rápidamente obligada a rectificar por Sanidad y La Moncloa. Pero lo cierto es que sus previsiones, acordes con lo que pedía el sector del turismo y en línea con lo que planteaban otros países de la UE, no iban muy desencaminadas. La única excepción es Portugal, el país que ha quedado como el más prudente de todos, y que ha pedido a Madrid no reabrir hasta el 1 de julio para evitar que una llegada masiva de españoles pueda provocar un rebrote en una nación que ha logrado controlar el virus y ahora está teniendo algunos contagios inesperados, sobre todo por su estrecha relación con Brasil. Sánchez y António Costa, el primer ministro luso, socialdemócrata como él, han pactado que harán un gran acto de reapertura conjunto el 1 de julio en el que estarán el Rey de España y el presidente de la República de Portugal y que simbolizará de alguna manera que la pandemia está bajo control. Sánchez comunicó este domingo la reapertura a los presidentes autonómicos. Algunos de ellos, en especial los de Baleares y Canarias, son los que más han presionado para este levantamiento de los controles fronterizos por su fortísima dependencia del turismo internacional. El 1 de julio, también antes de lo previsto, se reabrirán las fronteras con países de fuera de la UE, siempre de forma selectiva, en función de la situación epidemiológica de cada uno de ellos. Mientras, en el apartado de política nacional, Sánchez profundizó su estrategia de presión al PP para forzar un cambio de actitud del principal partido de la oposición. El presidente criticó a la formación de Pablo Casado por colocarse al lado de las posiciones más duras del Partido Popular Europeo que exigen que haya un control muy estricto del gran fondo de reconstrucción que promueve la Comisión Europea para dejar menos margen a los países del sur a fin de tomar sus decisiones. Sánchez, en una comparecencia este domingo en La Moncloa tras la reunión con los presidentes autonómicos, pidió al PP que apoye la estrategia de los Gobiernos español e italiano para evitar que ese fondo tenga algún tipo de condicionalidad. Y apeló al “patriotismo”, un término que no suele usar. “Nadie puede soñar con sacar un beneficio dañando los intereses de España y de los españoles. Pido a todos los partidos españoles que apoyen activamente la propuesta de la Comisión Europea. Si España gana, ganamos todos. Si España pierde, no solo pierde el Gobierno, perdemos todos. Pido responsabilidad, altura de miras, patriotismo”. El presidente apeló incluso a la lírica citando un proverbio chino: “Cuando soplan vientos fuertes, algunas personas construyen muros y otras, molinos. Solo hay dos respuestas: división o transformación. Los muros sirven para dividir. Hemos visto alzarse muros del miedo, del engaño, del odio. Podemos usar la tempestad y convertirla en una fuerza de transformación”, insistió. Las peticiones de unidad fueron constantes en el discurso del presidente. Sánchez no quiere aclarar si apostará por ERC o por Ciudadanos como socio para sacar adelante los Presupuestos. De momento prefiere dejar todas las puertas abiertas buscando el máximo apoyo posible. Pero sí apuntó que está dispuesto a volver a reunir la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat en julio, como reclama ERC, un asunto que molesta especialmente al partido de Inés Arrimadas. “Tenemos un Parlamento muy fragmentado. La ciudadanía nos pide que lleguemos a acuerdos. Hay una demanda, vote lo que vote cada cual”, insistió. El presidente apuesta permanentemente por ese discurso de unidad, sin querer centrarse en el bloque que permitió su investidura, aunque el Ejecutivo trabaja con el escenario de que lo más probable será que los Presupuestos solo puedan salir adelante con esas formaciones —PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País, Compromís, ERC—. Sánchez se limita a no cerrar ninguna puerta de momento. Jamileth |
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