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Las exportaciones mexicanas a Estados Unidos se desploman un 53% en mayo


2020-07-02

Por DAVID MARCIAL PÉREZ | El País

México - 02 JUL 2020 - 17:51 CDT La pandemia de la covid-19 ha hundido la economía a las dos orillas del río Bravo, descabalgando una relación comercial histórica entre los dos vecinos. Las exportaciones mexicanas a EE UU se desplomaron en mayo un 53%, acumulando tres meses consecutivos de caída. Las importaciones también cayeron casi en la misma proporción según datos del departamento de Comercio estadounidense. El saldo del comercio entre ambos países en lo que va de año es de 201,500 millones de dólares. Ligeramente por debajo del saldo total con Canadá, que arrebata a México el primer lugar como socio comercial de EE UU un día después de que entrara en vigor el nuevo tratado de libre comercio norteamericano (T-MEC).

La economía mexicana ya había caído en recesión (-0,1%) el año pasado, marcando el primer retroceso anual en una década. La pandemia ha agudizado los síntomas negativos y pronósticos como los del Fondo Monetario Internacional (FMI) prevén que el golpe al cierre del 2020 para la economía mexicana sea de más del 10%. El vigor del sector externo fue de hecho el que evitó que la recesión mexicana de 2019 fuera más profunda, pero esta vez la caída de la actividad económica en EE UU han propiciado que también caigan las exportaciones. La palanca exterior mexicana representa casi un 35% del PIB y más de tres cuartas partes de las exportaciones tienen como destino el vecino del norte.

Estados Unidos entró oficialmente en recesión en febrero como resultado del parón económico debido a la pandemia. La primera potencia mundial puso fin al mayor período de crecimiento de su historia, un ciclo ininterumipido desde desde junio de 2009. La caída durante el primer trimestre fue del -1,2% y las previsiones anticipan que la caída del PIB en el segundo trimestre será aún mayor, en torno a un 20% en términos anualizados, dado que los Estados han comenzado a reabrir gradualmente la actividad entre finales de mayo y principios de junio.

El duro dato conocido este jueves coincide prácticamente con la entrada en vigor del T-MEC. México, Estados Unidos y Canadá comenzaron este miércoles una nueva etapa en su relación comercial con el pistoletazo de salida del nuevo acuerdo. Tres años después de que el presidente estadounidense Donald Trump pidiese la renegociación del antiguo acuerdo comercial (TLCAN), los 34 capítulos del tratado han sido renovados y han comenzado a regir el intercambio de productos entre los tres países. El acuerdo supone la consolidación de la visión proteccionista de Estados Unidos para hacer de América del Norte un bastión del comercio internacional y, a la vez, la gran apuesta de México para revitalizar su economía, aunque sea a costa de seguir explotando el modelo de mano de obra barata como imán para las empresas internacionales. Del 2000 al 2010 los salarios en la industria manufacturera en México aumentaron apenas un 10%. En China, la gran fábrica del mundo, se elevaron por encima del 15% en el mismo periodo según un informe del think-tank CIDAC.

Para sortear precisamente esa ventaja competitiva, México tuvo que sentarse una segunda vez en la mesa de negociación para satisfacer las demandas estadounidenses sobre la homogenización de los estándares laborales: salarios y derechos sindicales. Esa petición llegó hasta el Congreso mexicano donde los legisladores emprendieron la reforma laboral más ambiciosa de los últimos 30 años, que impulsa la democracia sindical y el respeto a los derechos de los trabajadores. Además, López Obrador prometió a los estadounidenses que durante su Gobierno el salario mínimo en México subiría 2% por encima de la inflación cada año.

El T-MEC es la gran esperanza defendida en todas las tribunas por López Obrador. Pero sus efectos no serán inmediatos. “Las exportaciones seguirán cayendo, al menos durante dos meses más. Los efectos del nuevo acuerdo de libre comercio se verán paulatinamente. La recuperación de México dependerá de la confianza que sea capaz de ofrecer para invertir en el país”, apunta la directora de análisis económico de Banco Base Gabriella Siller. Además de las exportaciones, el T-MEC desatará mayores flujos de inversión extranjera directa, un apartado que también ha caído más del 40% durante los últimos meses.



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