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El hombre como ser espiritual


2020-07-29

Por: P. Fernando Pascual, LC 

Resulta necesario estudiar si el hombre sea o no sea un ser espiritual

En el pasado y en el presente algunas teorías han presentado al ser humano como espiritual, y otras como material.

En cada grupo (espiritualistas, materialistas), hay matices que muestran la complejidad del estudio sobre el hombre.

Para quienes consideran al hombre como algo simplemente material, o al menos como destinado a una aniquilación completa, no habría ninguna existencia personal tras la muerte.

En cambio, quienes consideran al hombre como ser espiritual, admiten una existencia tras la muerte, una eternidad que inicia después del último suspiro.

Según se adopte una u otra posición, cambia radicalmente el modo de ver la vida presente. Un materialista ve el tiempo actual como lo único relevante, sin consecuencias en vidas futuras que no existen.

Quien admite la espiritualidad del alma humana, la vida presente es importante, pero no es lo único importante. O, mejor, reviste una importancia especial porque prepara y decide lo que será la vida tras la muerte.

Por eso resulta necesario estudiar si el hombre sea o no sea un ser espiritual. Según lo que uno llegue a concluir, orientará su propia vida y verá las vidas de los demás de modos completamente diferente.

Es cierto que en asuntos concretos un materialista y un espiritualista pueden trabajar juntos y compartir ideales buenos, como la defensa de la justicia y la promoción de los derechos humanos.

Pero incluso en lo que compartan, sus modos de pensar son diferentes, pues quienes no admiten otra vida tendrán que reconocer que muchos seres humanos terminan su única existencia en el fracaso más completo.

En cambio, quienes defienden la existencia de una vida tras la muerte, saben que todos los seres humanos, también aquellos que aquí han tenido existencias “fracasadas”, serán rescatados por un Dios para quien existe una justicia completa, y para quien todos y cada uno tenemos un valor único, porque nos ama como hijos...



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