Formato de impresión

Mejora la situación en el sector industrial asiático con un aumento de la actividad

2020-08-03

Por Leika Kihara

TOKIO, (Reuters) - Las dificultades de las fábricas de Asia siguieron mitigándose en julio al frenarse la contracción en naciones que dependen en gran medida de las exportaciones, lo que aumenta las esperanzas de que la región esté saliendo paulatinamente del devastador impacto de la pandemia de coronavirus.

En China, la actividad manufacturera se expandió al ritmo más rápido en casi una década gracias a la mejora de la demanda interna, según mostró el lunes una encuesta del sector privado, que sugiere que la segunda economía más grande del mundo ayudará a amortiguar el golpe de la pandemia sobre el crecimiento mundial.

Sin embargo, la preocupación por una segunda ola de infecciones puede pesar sobre la demanda global y la confianza empresarial, haciendo que cualquier recuperación de la producción industrial de Asia sea débil, según algunos analistas.

Japón, por ejemplo, disfrutará sólo de una “recuperación muy gradual y prolongada”, ya que las preocupaciones sobre un resurgimiento de los casos de COVID-19 pesarán sobre el gasto nacional y en el extranjero, según Stefan Angrick, economista de Oxford Economics.

“Con el ritmo de recuperación desacelerándose en algunos de los principales socios comerciales de Japón, es probable que las exportaciones y el gasto empresarial continúen pasando apuros”, dijo.

El índice de gestores de compras manufactureras (PMI) de Caixin/Markit para China subió a 52,8 el mes pasado, frente al 51,2 de junio, lo que supone el tercer mes consecutivo de crecimiento del sector y el mayor aumento desde enero de 2011.

Estas cifras positivas coinciden con las de una encuesta oficial publicada el viernes, añadiendo nuevas pruebas de que la segunda economía más grande del mundo está volviendo a ponerse en pie más rápido de lo esperado.

Japón y Corea del Sur, por su parte, observaron que la actividad de las fábricas se contrajo, pero a un ritmo mucho más lento, una señal de que las presiones sobre los fabricantes estaban disminuyendo, lo que aumenta las esperanzas de que la peor parte del impacto de la pandemia haya terminado.

La actividad manufacturera de Taiwán también superó la marca de 50 puntos que separa el crecimiento de la contracción, lo que sugiere que el aumento de la demanda de equipos para el teletrabajo está apuntalando las ventas de chips.

No obstante, la actividad de las fábricas de Filipinas y Vietnam se redujo en julio, circunstancia que pone de relieve el carácter desigual de la recuperación.

El PMI manufacturero provisional de Japón, elaborado por el Jibun Bank, subió a 45,2 en julio, en términos desestacionalizados, frente a 40,1 en junio, lo que representa el ritmo de contracción más lento de los últimos cinco meses.

El PMI de IHS Markit para Corea del Sur subió de 43,4 en junio a 46,9 en julio, el valor más alto desde enero, ante una menor presión en materia de producción y nuevos pedidos.

El indicador de las expectativas de la producción manufacturera de Corea del Sur para los próximos 12 meses se disparó, aunque las exportaciones, que representan casi el 40% de la economía, siguen suscitando preocupación.

“Los fabricantes mantuvieron una tendencia hacia los descuentos en los precios y continuaron adoptando un punto de vista cauteloso en cuanto a su plantilla”, según el economista de IHS Markit Joe Hayes.

El varapalo de los confinamientos y las políticas de distanciamiento social para contener el virus ha empujado a muchas economías asiáticas a la recesión, entre ellas Japón, Corea del Sur, Tailandia y Singapur.

Aunque algunos países han levantado las restricciones, el nuevo aumento de las infecciones ha ensombrecido las perspectivas de recuperación en Japón.