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Filtran nuevo video en pleno escándalo de corrupción
Por CHRISTOPHER SHERMAN CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el viernes que no hay comparación entre los millones de dólares usados para sobornos en administraciones pasadas con la cantidad de dinero que su hermano recibió en una pequeña bolsa de papel de parte del que ahora es un alto funcionario del gobierno, en un video grabado hace cinco años. En el video se puede ver a David León, quien era el encargado de protección civil, entregando una bolsa con dinero a Píoio López Obrador, hermano del primer mandatario. León tenía previsto que asumir los esfuerzos para la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus y adquisiciones médicas, pero tras la aparición de la grabación, el funcionario dijo que no aceptará el nuevo cargo “en tanto se aclara la situación por la que atravieso y para no afectar” al gobierno. López Obrador dijo que él fue quien le dio ese consejo a León luego de conversar por teléfono y pidió que se realice una amplia investigación. “Esto yo lo explico como una reacción normal y legítima de quienes están viendo afectados sus intereses por la decisión que tenemos de acabar con la corrupción en el país. Como se están ventilando casos muy graves de corrupción como el caso del señor Lozoya que ha implicado a expresidentes, legisladores y funcionarios públicos nuestros adversarios buscan equiparar las cosas y decir todos son lo mismo”, dijo López Obrador en su conferencia de prensa por la mañana. “Pero no es así, no somos iguales en este caso del video de mi hermano con David León hay notorias diferencias con relación a los otros asuntos, no sólo es lo cuantitativo, no sólo es el monto del dinero, tan sólo en una operación ilícita que está denunciando el señor Lozoya cobraron 200 millones de dólares de más en la compra de una planta chatarra y esto (el caso de su hermano) puede significar dos millones de pesos”. En su cuenta de Twitter, León explicó que el video era de hace cinco años, cuando era un consultor político privado y no ostentaba ningún cargo público. En ese momento recolectaba “recursos entre conocidos para la realización de asambleas y otras actividades”. Además de entregar un sobre con unos 20,000 dólares a Pío López, el hermano del presidente, León habla de darle en total unos 100,000 dólares en el curso de varios meses. En la grabación puede escucharse como los dos hombres discuten asuntos como conseguir micrófonos y escenarios, al parecer para los actos a pequeña escala que realizaba López Obrador en aquel momento. No queda claro si se cometió ilegalidad alguna. Las donaciones de campaña privadas están estrictamente reguladas en México, pero entonces López Obrador no era candidato a ningún cargo público. “Para contextualizar, esos videos son de 2015, ese año había elecciones en Chiapas y elecciones federales, Morena no ganó ni un distrito en Chiapas... de los 124 solo se ganó uno. Esos recursos como se habla en el video se utilizaban para la gasolina, para el apoyo de quienes trabajaban en la organización del movimiento y David león, contribuía de esa manera, consiguiendo esos fondos”, agregó López Obrador. “Abro un paréntesis para aclarar que no tiene nada que ver este video con la elección presidencial del 2018 para que no vaya a haber malas interpretaciones y una vez iniciada la denuncia e inicien investigaciones se llame a declarar a los implicados y se actúe legalmente, cero corrupción, cero impunidad, sea quien sea”. Las cifras que se discutían en la grabación son pequeñas en comparación con los reportes de sobornos de decenas de millones de dólares que, según el exdirector de la petrolera estatal mexicana Pemex, se entregaban durante el gobierno del anterior presidente, Enrique Peña Nieto. El funcionario que realizó estas afirmaciones, Emilio Lozoya, fue extraditado desde España el mes pasado para enfrentar cargos de lavado de dinero y comenzó a cooperar con las autoridades de inmediato. El testimonio de Lozoya se filtró esta semana, y López Obrador parecía no tener remordimientos. Ha dicho que quiere que la población vea los detalles de la supuesta corrupción que por el momento ha salpicado a al menos tres expresidentes y a más de una docena de políticos más. Las denuncias de Lozoya apuntan claramente a los dos predecesores de López Obrador en la presidencia — Peña Nieto y Felipe Calderón — además de a sus dos oponentes en las últimas elecciones, Ricardo Anaya y José Antonio Meade. Además, se centran en la corrupción que rodeó una privatización energética de 2013 a la que el actual mandatario siempre se opuso con contundencia. Peña Nieto no ha comentado públicamente las acusaciones, pero los demás aludidos las han rechazado con contundencia. Calderón dijo que las acusaciones tienen motivaciones políticas. En un mensaje en su perfil de Twitter, señaló que la filtración del documento confirma que López Obrador está utilizando a Lozoya “como un instrumento de venganza y persecución política. No le interesa la justicia, sino el linchamiento, haciendo en mi caso acusaciones ridículas”. Lozoya acusó a Peña Nieto y a sus colaboradores más cercanos de utilizar sobornos de la constructora brasileña Odebrecht para ayudarse a ganar la presidencia y después aprobar la reforma del sector energético que podría beneficiar enormemente a esa firma, entre otras. Para esto se compraron los votos de algunos legisladores de la oposición, añadió. Otras denuncias se remontan al gobierno anterior de Calderón. López Obrador no pareció molesto por la filtración del testimonio y el jueves dijo que quiere que el público vea un video entregado por Lozoya a la fiscalía en el que se muestra a políticos de la oposición metiendo fajos de billetes en una bolsa de lona. La grabación se filtró esa semana, pero no estuvo claro quién lo hizo. El dirigente manifestó además que quiere que los mexicanos lean la declaración completa de Lozoya sobre la supuesta corrupción en los ejecutivos previos, algo que también se había filtrado. La Fiscalía General prometió el miércoles que investigará las filtraciones. Presionado acerca de si estaría satisfecho si las acusaciones de corrupción se hacen públicas pero los implicados no son procesados, López Obrador dijo que eso dependería del fiscal. “No estamos persiguiendo a nadie, nosotros lo que queremos es que se acabe la corrupción”, dijo López Obrador. Además de poner a muchos de los rivales del presidente a la defensiva, durante el último mes el escándalo ha desviado la atención de la pandemia del coronavirus, que ha causado más de 58,000 muertos en el país, cuya economía se prevé que se contraiga un 10% este año. El escándalo y las especulaciones que lo rodean se aceleraron en julio, cuando Lozoya alcanzó un acuerdo con las autoridades mexicanas para dejar de luchar contra su extradición y cooperar con la investigación. El fiscal general, Alejandro Gertz Manero, ha expresado su incomodidad con la cantidad de declaraciones públicas de López Obrador sobre el caso. Gertz Manero es el primero en dirigir la fiscalía luego de reformas para hacerla más autónoma. Jamileth |
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