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Los republicanos defienden a la policía y alertan a los votantes: “Ustedes no estarán seguros en la América de Biden”


2020-08-27

Amanda Mars| El País

Washington.- Los paralelismos entre el año 2020 y el turbulento 1968 volvieron a aflorar esta noche en Estados Unidos. La escalada violenta de las protestas contra la brutalidad policial en Wisconsin, en las que han muerto dos personas, marcaron la tercera jornada de la convención republicana. El partido del presidente lanzó un mensaje sencillo y crucial: Donald Trump o el desastre. El encargado de pintar tan sombrío panorama fue el vicepresidente Mike Pence, que dio un espaldarazo a las fuerzas de seguridad y aseguró a los votantes: “Ustedes no estarán seguros en la América de Biden”.

Como hizo Richard Nixon en su convención de hace 52 años, con el país hecho un polvorín, Trump busca erigirse en el presidente de la “ley y el orden”. A Nixon le funcionó, ganó las elecciones. El trumpismo repite la receta, aunque con notables diferencias: lleva ya un mandato de desgaste y afronta la peor pandemia en un siglo.

“La semana pasada, Joe Biden dijo que la democracia se estaba votando en las urnas, pero la verdad es que lo que se va a decidir en las urnas es nuestra recuperación económica, la ley y el orden”, dijo Pence en su discurso de aceptación de la candidatura a vicepresidente. “La violencia debe parar ya sea en Minneapolis, Portland o Kenosha”, enfatizó Pence.

El cónclave republicano se reunió en un día caldeado, horas después de que la policía detuviese a un adolescente blanco de 17 años como sospechoso de los disparos a manifestantes la madrugada del martes al miércoles en Kenosha, la ciudad de 100,000 habitantes en el centro de esta nueva erupción social. Los disparos por la espalda de la policía a un hombre negro en una intervención desataron manifestaciones, saqueos e incendios. El boicot de los jugadores del Milwaukee Bucks (Wisconsin), que se negaron a saltar a la cancha en protesta contra el racismo, obligó a suspender la jornada de playoffs en la NBA.

Pence aprovechó su discurso para transmitir el apoyo a las fuerzas de seguridad, sometidas a duras críticas en este verano de movilizaciones históricas contra el racismo: “El presidente y yo sabemos que cada día que ustedes salen a trabajar ponen nuestras vidas por encima delante de las suyas”, dijo, y recordó al agente federal Dave Patrick Underwood, muerto el pasado mayo en California a manos presuntamente de un activista de extrema derecha. No mencionó a Jacob Blake, el afroamericano en estado grave por el tiroteo del domingo, ni a George Floyd, cuya muerte en un arresto brutal grabado en vídeo desencadenó la mayor ola de movilizaciones desde precisamente ese 1968 en el que asesinaron a Martin Luther King.

Tampoco admitió ningún problema de racismo en el país y atacó al candidato presidencial demócrata de haber ignorado la violencia en las ciudades. “Joe Biden ha dicho que Estados Unidos es sistemáticamente racista. Y que las fuerzas de seguridad tienen un ‘sesgo implícito’ contra las minorías. La verdad es que ustedes no estarán seguros en la América de Joe Biden”, recalcó Pence, “con el presidente Trump, siempre apoyaremos a la policía y no vamos a reducir sus fondos ni ahora ni nunca”. “Apoyamos las manifestaciones, pero los saqueos no son derechos de manifestación y derribar estatuas no es libertad de expresión y a quien lo haga se le aplicará la ley”, añadió.

Unos minutos antes había tomado la palabra el presidente de la Asociación de la Asociación Nacional de Organizaciones Policiales en Estados Unidos, Mick McHale, para señalar las críticas a la policía como responsables del aumento de la violencia y tiroteos sufrido en varias grandes ciudades este verano. “Desafortunadamente, el caos resulta cuando las autoridades en ciudades como Portland, Minneapolis, Chicago y Nueva York toman la decisión consciente y pública de no apoyar a los agentes”.

Lara Trump, esposa de Eric, segundo hijo varón del presidente, se sumó a la tarea y aseguró que “descapitalizar a la policía” es el nuevo lema del “radical partido demócrata” y Biden “no hará lo necesario para mantener el orden”. El candidato demócrata ha señalado el racismo como un problema estructural en Estados Unidos y ha apoyado medidas para evitar los abusos policiales, pero no se ha unido a las voces de activistas que reclaman menos fondos para las fuerzas de seguridad. “La mayor parte de agentes son buenos, pero la cuestión es que los malos deben ser identificados y procesados”, dijo el vicepresidente de la era Obama a raíz de la muerte de George Floyd en Minneapolis.



Jamileth


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