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Las últimas encuestas, el apoyo de los militares, Biden vuelve a hacer campaña en la calle y Trump llama a votar dos veces


2020-09-07

Por Astead W. Herndon y Annie Karni | The New York Times

Las cifras de la semana

    Una serie de encuestas nacionales publicadas tras las convenciones demócrata y republicana, revelaron que Joe Biden tiene una ventaja sobre el presidente Donald Trump de 7 a 10 puntos porcentuales aproximadamente.

    Varios sondeos realizados en estados pendulares que también se publicaron la semana pasada mostraron que Biden conservaba su ventaja, aunque no en todos los casos, por un amplio margen. Las encuestas de Fox News ubicaron a Biden con una ventaja de 9 puntos en Arizona, de 8 puntos en Wisconsin y un margen más estrecho de 4 puntos en Carolina del Norte.

    Sondeos de la Universidad de Monmouth revelaron un margen aún más estrecho en Carolina del Norte, con Biden y Trump separados por apenas 2 puntos, y una delantera de Biden por 4 puntos en Pensilvania (ambas diferencias estuvieron dentro de los márgenes de error de las encuestas).

    Biden anunció que recaudó 364,5 millones de dólares en agosto con el Partido Demócrata, rompiendo los récords anteriores de recaudación mensuales. El equipo de campaña de Trump no ha revelado el monto de su botín de agosto.

    La campaña de Biden también afirmó invertir 45 millones de dólares por una semana de anuncios digitales y televisivos, por mucho el gasto más grande de la campaña hasta la fecha. Entre esos anuncios se encuentra el primero que realizaron para responder al ataque de Trump sobre la “ley y orden”.

Para ponerse al día

Si hubo alguna semana en la que el equipo de campaña de Trump podría haber esperado una mejora en las encuestas, era la pasada. Trump y los republicanos recién salían de su convención de nominación, un evento de cuatro días que pintó la reelección del presidente como una emergencia moral. Además, luego de que un tiroteo policial en Kenosha, Wisconsin, motivara una oleada de protestas, el presidente buscó capitalizar el caos para promover su mensaje de “ley y orden” y energizar a su base conservadora.

Sin embargo, tras una semana de sondeos que proporcionó el panorama electoral más claro desde las convenciones, los datos señalan una diferencia constante en la campaña por la presidencia. El gran acercamiento electoral, temido por los demócratas y previsto por los republicanos, aún no se ha manifestado: Trump no logró empatar con Biden en ninguna encuesta en los estados pendulares. Y en un sondeo de Fox News en Wisconsin, fue Biden —no Trump— quien obtuvo la ventaja en la pregunta sobre confiabilidad en materia policial y justicia penal.

El apoyo de los militares a Trump en riesgo

La Casa Blanca y la campaña de Biden reaccionaron con inusual velocidad el 3 de septiembre por la noche, luego de que The Atlantic publicó un artículo que citaba a cuatro fuentes anónimas que afirmaron que Trump se había referido a los soldados estadounidenses caídos en combate durante la Primera Guerra Mundial como “perdedores” e “idiotas”.

Mark Meadows, jefe de gabinete de la Casa Blanca, se acercó a los periodistas que viajaban a bordo del Air Force One hacia Pensilvania para asegurarles que la historia era falsa. Al aterrizar, Trump, visiblemente enojado, se acercó hacia los reporteros y negó personalmente la historia, fustigando al periodista del artículo y a las fuentes, a las que calificó de “miserables” y “mentirosas”.

De inmediato, la campaña de Biden organizó una llamada con la senadora por Illinois Tammy Duckworth y el representante por Pensilvania Conor Lamb, ambos veteranos, y Khizr Khan, el padre de un militar caído que habló en la Convención Nacional Demócrata en 2016, para denunciar los comentarios del presidente.

El 4 de septiembre, Biden calificó la información como “detestable”, mientras que Trump repitió que el artículo era “falso”.

Las rápidas reacciones de ambos bandos revelan que las dos campañas consideraron que el artículo podría poner en peligro el apoyo de los militares a Trump, a solo dos meses de las elecciones. ¿Será así?

    A Trump lo ayuda el hecho de que las fuentes decidieron permanecer anónimas. Eso hizo que Biden tuviera que dar la advertencia de “si estas afirmaciones son ciertas” cuando se refiere al artículo, y le permite a Trump ponerlo en duda. Algunos exfuncionarios dijeron que creían en la veracidad del reporte porque era coherente con la opinión general de Trump sobre el servicio militar.

    Nada es determinante. En la campaña electoral de hace cuatro años, Trump horrorizó a muchos compañeros republicanos cuando insultó al senador John McCain, un antiguo prisionero de guerra, al afirmar: “Me agrada la gente que no se deja capturar”. A gran escala, el comentario no lo perjudicó en absoluto, y ya luce como algo típico en comparación con lo que ha sucedido desde entonces.

    Sin embargo, Trump ya tiene problemas con el apoyo de los militares, y toda la elección será un juego cerrado. Los sondeos sugieren que la popularidad del mandatario entre las tropas activas ha disminuido. Si los republicanos habían quedado impresionados con el mensaje reciente del presidente sobre la ley y el orden, su supuesto desprecio por los militares amenaza con socavar el mensaje de que apoya a los hombres y mujeres uniformados.

Biden regresa poco a poco a la calle: esto se espera

Tras varios meses de intentar proyectar una imagen de cautela con las medidas de seguridad del coronavirus, Biden y algunos de sus colaboradores están regresando a la calle, con prudencia.

Eso comenzó la semana pasada en Kenosha, donde el candidato demócrata organizó una sesión para escuchar en la que se reunieron en un mismo lugar a policías, activistas por la justicia racial, líderes civiles y dueños de negocios para tratar temas sobre la reconciliación y la igualdad racial. Sincronizando su viaje pocos días después de que Trump visitó Kenosha y se enfocó en el vandalismo y los saqueos, quedó claro que Biden quiso proyectar cómo debe ser una visita presidencial.

La visita tuvo el beneficio adicional de neutralizar un tristemente célebre argumento de 2016 sobre Wisconsin, cuando la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, no visitó el estado durante la campaña y perdió allí por menos de 23,000 votos.

Desde la visita de Biden a Kenosha, su campaña ha anunciado nuevos eventos en Delaware, Michigan, Minnesota y Pensilvania. Según conversaciones con asesores demócratas y los recientes eventos virtuales de la campaña, esto es lo que se espera:

    Un enfoque en la pandemia y los errores de Trump. La campaña de Biden siente que la respuesta a la pandemia tiene todos los rasgos distintivos de la insatisfacción de los estadounidenses con el gobierno de Trump y es un asunto que, en particular, ha afectado la vida de todos los estadounidenses. Aunque la convención de Trump destacó su historial con la pandemia y cómo evitó que la crisis de salud empeorara, Biden resaltará las formas en las que el presidente ha ignorado el consejo de los expertos en salud pública. Un ejemplo de esto: la futura visita a Minnesota de Jill Biden, quien se está embarcando en una “gira de regreso a clases” nacional, mientras el país lidia con los procesos de reapertura.

    Una estrategia general sobre equidad racial y las protestas. Primero, la campaña de Biden presentó un anuncio digital que apoya la ley y el orden y condena los disturbios y saqueos en las ciudades. Luego, la campaña lanzó una publicidad llamada “Estamos escuchando”, en la que Biden y su compañera de fórmula, la senadora por California Kamala Harris, expresan su solidaridad con los manifestantes y describen los pasos para una reforma policial. Aunque ambas ideas no están en conflicto, dejan clara la estrategia general de Biden sobre el momento actual de los disturbios raciales en el país.

    Los efectos del nuevo reportaje sobre Trump y los veteranos de guerra. Pocos reportajes logran abrirse paso entre el ruido político, pero el de The Atlantic logró capturar la atención de las dos campañas. Hay indicios de que la campaña de Biden integrará aún más esa controversia en su mensaje, lo que incluye un video web que publicaron el 4 de septiembre. Vote Vets, un grupo liberal de veteranos que respalda a Biden, ya realizó un anuncio sobre el tema.

Trump anima a sus simpatizantes a votar dos veces. ¿Se lo tomarán literalmente?

Como una manera de probar la seguridad de los sistemas electorales, Trump sugirió la semana pasada que los votantes en Carolina del Norte deberían intentar votar dos veces, una por correo y otra en persona, para asegurarse de que su voto sea registrado.

Votar dos veces de manera intencional es ilegal —es un delito que en algunos estados se paga con cárcel— y esos comentarios forman parte del más reciente intento del presidente de poner en duda la integridad de las elecciones de noviembre y sentar las bases para afirmar que el proceso estuvo amañado de alguna manera, si pierde.

    Trump hace tantas declaraciones imprecisas y descabelladas que a sus defensores les resulta fácil minimizar algunas cuando es criticado. Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que Trump solo estaba motivando a sus simpatizantes a que verificaran que sus boletas de votación enviadas por correo habían sido contadas y negaron que estuviera fomentando el voto duplicado.

    Lo que no queda claro todavía es si los votantes de Carolina del Norte lo tomaron en serio e intentarán romper la ley cuando el estado comience el proceso de votación por correo.

    La Junta Electoral Estatal de Carolina del Norte emitió un comunicado recordando a las personas que votar dos veces es ilegal. Es el recordatorio más reciente de que vivir en Estados Unidos bajo el gobierno de Trump es una lección de civismo diaria.

Por si te lo perdiste

    La votación en Massachusetts transcurrió sin problemas el martes 1, con más de 1,6 millones de votos emitidos y un ganador de las primarias del Senado demócrata que se anunció alrededor de las 10:30 p.m. Ayudó el énfasis en el voto por correo, la disminución de las tasas de infección por coronavirus y un ambiente partidario menos acalorado. Aún así, las estrictas fechas límites de envío pueden haber privado a algunos votantes del derecho al sufragio.

    La senadora Joni Ernst, republicana de Iowa, repitió una afirmación falsa de que las estadísticas de muertes de la COVID-19 se estaban inflando. Su oponente demócrata, Theresa Greenfield, la acusó de “vender peligrosas teorías de conspiración”.

    Una nueva campaña llamada #HealTheVote tiene como objetivo conseguir que 100,000 sobrevivientes de crímenes voten en las próximas elecciones. Muchos sobrevivientes han dicho que votar es una manera no solo de influir en la política, sino también de combatir la sensación de impotencia y violación que sintieron después de ser atacados.



Jamileth


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