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Transparencia y rendición de cuentas

2020-09-07

Por FRANCISCO ANTONIO ENRÍQUEZ ROJAS | El País

La actuación del Ejército y de la Fuerza Aérea mexicanos, en cumplimiento a las misiones establecidas en su ley orgánica, representan para todos los integrantes del instituto armado una responsabilidad y compromiso con el pueblo de México; es por esta razón, que en cada una de las actividades que desempeña el personal militar se busca infundir el estricto apego a las leyes, procedimientos y normas establecidas en los diferentes niveles de la Administración pública federal.

Por tal razón, se rechazan categóricamente los señalamientos vertidos con ligereza en contra de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) que adjudican el supuesto desvió de 156 millones de dólares, con el argumento de haberse realizado contrataciones con empresas declaradas como “fantasmas”, lo anterior debido a que, esta secretaría se apega de manera irrestricta a los procedimientos de contratación establecidos por la normatividad vigente, integrando cada una de las partes y los elementos que conforman los procesos de contratación.

Es así que, al momento de la celebración de los contratos con la Sedena, todas las empresas que ha contratado esta dependencia estaban debidamente constituidas y sin ningún impedimento para llevar a cabo la contratación y prestar sus servicios a entera satisfacción, realizándose estos procedimientos con apego a la normatividad vigente en materia de obra pública, adquisiciones, arrendamientos y servicios; y en todos los casos, las obras y servicios fueron concluidas, entregadas y actualmente se encuentran en funcionamiento.

De la misma forma, el señalar que se realizó un “desvío” de recursos, busca generar la percepción equivocada que el presupuesto asignado para las obras y servicios contratados tuvo un destino diferente al programado, hecho que es totalmente falso, ya que como se mencionó anteriormente, todas las contrataciones fueron recibidas plenamente, y en el caso de obras, se encuentran en pleno funcionamiento, además de que por procedimiento, en esta dependencia, para la finalización de todo contrato se solicita la intervención de la Inspección y Contraloría General del Ejercito y Fuerza Aérea, quien verifica el cumplimiento de las cláusulas del contrato, integrando el acta final de entrega y recepción.

Disciplina en la institución: órganos de control

Para la Secretaría de la Defensa Nacional, el combate a la corrupción y la erradicación de la impunidad son tareas fundamentales, por esta razón la colaboración con los órganos de fiscalización establecidos en la normatividad vigente constituye una premisa que busca responder a la confianza de los ciudadanos que ubican a las Fuerzas Armadas mexicanas como las instituciones con menor índice de corrupción en el Gobierno mexicano.

Todos los procesos de licitación de la Sedena están claramente diseñados y regulados por la legislación mexicana, en la que se delimita el actuar de los funcionarios públicos para que no incurran en comportamientos nocivos. Los militares, además de apegarse íntegramente a lo establecido en el marco legal vigente, también se rigen por una rigurosa cadena de mando, por lo que incurrir en ese tipo de comportamientos resulta aún menos probable; de esta manera, los actos de corrupción serán inmediatamente denunciados y atendidos por las autoridades correspondientes.

Además de los órganos de control internos, dentro de la Sedena existen órganos de control externos que se encargan de vigilar su actuación, encontrándose la Auditoría Superior de la Federación (ASF), dependencia de la Cámara de Diputados, cuya principal finalidad es evaluar la gestión financiera de la secretaría. De hecho, esta tiene la facultad de realizar auditorías a los diferentes procesos de adquisición de las instancias públicas.

Como ya se mencionó, la ASF no depende de la Sedena sino de la Cámara de Diputados (que a su vez pertenece al Poder Legislativo). Asimismo, posee autonomía respecto de la Sedena y del Poder Ejecutivo, por lo que es importante señalar que esta dependencia acata, en todo momento, lo dispuesto por la ASF y los órganos de control externos, mediante los medios legales pertinentes.

Prueba de lo anterior es que, de conformidad con la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, del 2013 al 2018 se realizaron 31 auditorías por parte de la Auditoría Superior de la Federación y de 2019 a la fecha se tiene en proceso 14; este organismo fiscalizador avaló el actuar de esta dependencia, verificando el ejercicio de los recursos, encontrándose las obras que se señalan, concluidas, entregadas y actualmente en funcionamiento.

En este mismo sentido, dentro de la secretaría existe un órgano interno de justicia (Sistema de Justicia Militar) que tiene como función primordial coadyuvar en la conservación de la disciplina, así como en la investigación y persecución de los delitos del orden militar, y el exclusivo ejercicio de la acción penal contra los militares que infringen la disciplina militar. Reiterando que en la Sedena existen órganos internos de control que buscan preservar la disciplina de todos los elementos de las Fuerzas Armadas.

Cabe mencionar que el Ejército mexicano se encuentra subordinado al pueblo mexicano, a través de los representantes que elige democráticamente, con estricto apego a lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la legislación secundaria que regula la vida institucional del Estado Mexicano; con lo cual no se nos “ha dado poder”, sino se han asignado tareas en beneficio del pueblo de México.

Es necesario recalcar el compromiso de los integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional con la institucionalidad, legalidad, transparencia, respeto a los Derechos Humanos y combate a la corrupción en todos sus niveles, con el único propósito de cumplir con nuestras misiones, en beneficio del pueblo de México, a quien nos debemos y de quien gozamos de su confianza, como lo señalan múltiples encuestas de opinión que ubican a las Fuerzas Armadas en los más altos estándares en este rubro y con los menores niveles de corrupción.