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Problemas de seguridad nacional sobre la deuda personal de Donald Trump
Por AAMER MADHANI y DEB RIECHMANN | AP WASHINGTON (AP) — Las revelaciones de que el presidente Donald Trump es personalmente responsable de una deuda superior a los 400 millones de dólares proyectan una sombra sobre su presidencia que, de acuerdo con expertos en ética, genera inquietudes de que el mandatario pudiera ser manipulado por organizaciones e individuos a los que les debe para alterar sus políticas. El nuevo escrutinio sobre Trump, quien se jacta de ser un exitoso empresario privado, se presentan después de que el The New York Times reportó que los registros fiscales revelaron que el mandatario tiene una deuda personal enorme, la cual incluye más de 300 millones de dólares en préstamos que debe cubrir en los próximos cuatro años. La senadora Elizabeth Warren fue tajante sobre las posibles implicaciones. “Podría quedar vulnerable a chantaje financiero por parte de potencias extranjeras hostiles y sólo Dios sabe qué más”, dijo Warren, una frecuente crítica de Trump. El periódico señaló que los registros fiscales también demuestran que Trump no pagó impuestos federales en 11 años entre 2000 y 2018, generando cuestionamientos sobre qué tan justo es que un presidente —quien supuestamente es multimillonario— pague menos impuestos que la mayoría de los estadounidenses. Sin embargo, las revelaciones sobre la evasión fiscal de Trump, aunque conllevan posibles secuelas políticas, resultan menos preocupantes que la noticia de que el presidente tiene cientos de millones de dólares en una deuda que debe cubrir próximamente, aseguraron expertos en ética. “A los estadounidenses debería preocuparles la deuda del presidente, porque significa un riesgo de seguridad nacional para nuestro país”, dijo Donald Sherman, subdirector de la organización de monitoreo gubernamental Citizens for Responsibility and Ethics in Washington (CREW por sus iniciales en inglés). “Esta es información que el presidente ha intentado ocultar al público de forma activa y reiterada”. Trump, alegando que el Servicio Interno de Impuestos (IRS por sus iniciales en inglés) estaba realizándole una auditoría, se ha negado a cumplir con el precedente creado tras el escándalo Watergate por otros presidentes que han revelado su información fiscal, por lo que se desconoce plenamente la complejidad de sus intereses financieros y la identidad de con quienes hace negocios. Actualmente libra disputas legales con el secretario de Justicia de Nueva York, la fiscalía de Manhattan y dos comisiones de la Cámara de Representantes que quieren acceso a sus registros. Richard Painter, quien fungió como abogado principal en cuestiones éticas de la Casa Blanca durante el mandato de George W. Bush, también destacó que las compañías propiedad de Trump se han declarado seis veces en bancarrota, lo que genera la pregunta: ¿Por qué los prestamistas siguen dispuestos a arriesgar créditos por cantidades tan grandes? “¿Por qué los bancos asumen el riesgo de esos préstamos?”, preguntó Painter. “¿O alguien más asumió el riesgo de esos créditos para que el banco los aprobara?” Trump tuiteó el lunes que tiene “muy pocas deudas en comparación con el valor de activos”, y agregó que podría publicar un estado financiero que detalle todas las propiedades y deudas. Durante una presentación el lunes, Trump hizo caso omiso a la pregunta de un reportero sobre cuándo podría publicar tal estado financiero, y la Casa Blanca no comentó sobre cuándo podría hacerlo. El mandatario dijo repetidamente antes de su elección que publicaría sus impuestos reales, pero nunca lo ha hecho. regina |
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