Formato de impresión


Inmigración y politización de agencias de gobierno con Trump


2020-10-08

Por BEN FOX y ELLIOT SPAGAT | AP

WASHINGTON (AP) — Tuvo todos los elementos típicos de un discurso de la campaña de Donald Trump. Habló del peligro que representan los inmigrantes, de los problemas en las ciudades gobernadas por los demócratas. Hasta mencionó el lema “Estados Unidos Primero”.

Pero el disertante no fue un miembro de la campaña de reelección del presidente sino el secretario del Departamento de Seguridad Nacional Chad Wolf, que anunció el miércoles novedades relativamente menores, de rutina, en una conferencia de prensa en Washington.

“No es algo relacionado con los republicanos ni con los demócratas. No tiene nada que ver con las elecciones”, aseguró Wolf a los periodistas, dos veces.

Fue la tercera vea en una semana en que el gobierno anunciaba medidas que lo hacían parecer firme en el manejo de la inmigración, dándole nueva vida a un tema que fue un caballito de batalla de Donald Trump en el 2016, que ahora está relegado. Y dando munición a quienes dicen que el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) y otros organismos gubernamentales se han politizado demasiado bajo el gobierno de Trump.

El DSN, creado tras los ataques del 11 de septiembre del 2001, ha sido un instrumento vital en una de las áreas más importantes para Trump, quien prometió hacer cumplir las reglas inmigratorias, construir un muro en la frontera con México y llegó a separar familias detenidas al ingresar ilegalmente al país.

La politización de esa dependencia ha aumentado en los últimos meses tras la decisión de enviar agentes del DSN a Portland, Oregón, para controlar manifestantes frente a un tribunal federal sin el consentimiento de las autoridades locales en el marco de una campaña presidencial en la que Trump habla de imponer la “ley y el orden”.

“Ha estado usando el DSN para su beneficio político”, afirmó Miles Taylor, quien fue jefe de personal de esa dependencia del 2017 al 2019. “Ahora trata de usar el departamento en beneficio de su campaña”.

Pocos temas son tan importantes para la base política de Trump como la inmigración. Sus propuestas de mano dura y su promesa de construir un muro en la frontera fueron pilares de su campaña del 2016. Pero el tema perdió prominencia en el 2020, en que Trump se enfocó más en los disturbios en ciudades gobernadas por demócratas, en los activistas de izquierda y en otros asuntos.

Los esfuerzos por revivir el tema, no obstante, están tomando impulso.

En las últimas semanas el gobierno anunció que fijaba plazos para que los estudiantes extranjeros completasen sus estudios, requerimientos de información biométrica adicional e incluso muestras de ADN en algunos casos para determinar los beneficios inmigratorios. También dispuso que los patrocinadores de inmigrantes deben presentar años informes bancarios y otra información financiera.

El servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), que es parte del DSN, colocó cinco carteles en Pensilvania, un estado clave en las elecciones, con imágenes de migrantes acusados de delitos penales que la agencia está buscando. La iniciativa es inusual, tal vez sin precedentes.

La semana pasada el gobierno dijo que propuso reducir más todavía la cantidad de refugiados que admite, que el año que viene será la más baja de su historia. El martes el DSN y el Departamento del Trabajo dijeron que nuevas normas reducirían significativamente la cantidad de visas emitidas para trabajadores extranjeros especializados, una medida bien vista por los sectores que desean reducir la inmigración legal.

Acto seguido Wolf ofreció una conferencia de prensa para anunciar operaciones de rutina que dejaron pocos detenidos. “Es un abuso de poder alarmante”, expresó Taylor, quien apoyará a Joe Biden en las elecciones del 3 de noviembre.

El secretario interino del DSN, cuya nominación está pendiente en el Senado, dijo que su intención fue resaltar la amenaza que representan ciudades y estados que ofrecen santuario a los inmigrantes sin permiso de residencia, que no los entregan al ICE para ser deportados.

Las ciudades y estados santuario son generalmente gobernadas por demócratas. Sus autoridades dicen que al ayudar a deportar inmigrantes hacen que las personas en el país sin permiso no colaboren con la policía.

Wolf sostuvo que es peligroso no entregar a los extranjeros sin papeles al ICE, asegurando que las personas detenidas en la reciente operación habían cometido delitos graves, incluidos asesinatos y violaciones.

“El ICE enfoca sus escasos recursos más que nada en quienes representan una amenaza a la seguridad pública”, expresó.

De todos modos, su sola presencia en una conferencia de prensa fue inusual.

“El hecho de que Chad Wolf pensase que ofrecer una conferencia de prensa sobre una medida modesta era la mejor forma de usar su tiempo hoy revela que sigue empeñado en politizar la misión del departamento para ayudar al presidente en su campaña de reelección”, dijo el representante demócrata Bennie Thompson, presidente de la comisión de seguridad nacional de la cámara baja.

La representante Zoe Lofgren, también demócrata, envió una carta al director interino del ICE Tony Pham en la que le exigió que explicase la operación. “Me inquieta mucho”, dice la carta, “que el ICE gaste dinero del gobierno y haga peligrar vidas para promover lo que se percibe como un mensaje político en plena campaña electoral”.

Trump dice que Biden quiere abolir el ICE y poner fin a las deportaciones, lo que no es cierto. Biden ha dicho que cruzar la frontera ilegalmente es un delito y debe ser castigado en los tribunales federales. Una comisión asesora recomendó una moratoria de 100 días en las deportaciones, pero Biden no aprobó esa idea. Y el gobierno de Barack Obama en el cual sirvió como vicepresidente deportó a muchas personas.



maria-jose


� Copyright ElPeriodicodeMexico.com