|
Formato de impresión |
Diversas naciones cuestionan palabras de Trump sobre fraude
CHRISTINE ARMARIO y CARA ANNA BOGOTÁ (AP) — Reclamos para frenar el conteo de votos. Acusaciones infundadas de fraude. Señalamientos de que la oposición intenta “robar” la elección. Muchas personas estaban extrañadas en todo el mundo — especialmente en países a los que Washington les ha dicho desde hace muchos años cómo deberían realizar sus procesos electorales —, preguntándose si esas declaraciones realmente pueden venir del presidente de Estados Unidos, una nación que es considerada como una de las democracias más emblemáticas del planeta. “¿Cuál es la república bananera ahora?”, se preguntó el diario colombiano Publimetro en la portada, acompañando la interrogante con una imagen de un hombre con una mascarilla impresa con la bandera de Estados Unidos. La ironía de ver cómo las principales cadenas de televisión cortaron el jueves el discurso de Donald Trump mientras lanzaba acusaciones infundadas contra el sistema electoral estadounidense no pasó desapercibida para muchos. Estados Unidos ha sido un añejo crítico de las tácticas autoritarias en todo el mundo. Y ahora, algunos de esos países están pagándole con la misma moneda. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se burló conforme el conteo de votos se prolongaba más allá del martes, entonando el himno del certamen anual de belleza de su país en la televisión estatal: “En una noche tan linda como esta, cualquiera de ellos podría ganar”. En África — un constante blanco de las recomendaciones electorales de Estados Unidos — un comentarista keniano lanzó una oleada de tuits con clichés que han sido utilizados desde hace tiempo para describir elecciones controversiales a fin de cuestionar la solidez de la democracia en Estados Unidos. El caricaturista keniano Patrick Gathara tuiteó que Trump “se ha atrincherado dentro del palacio presidencial y prometió no salir a menos que se le declare ganador”, mientras un mediador “intenta convencerlo en este momento con la promesa de darle comida rápida”. La burla y la consternación van de la mano. Muchas personas en África ven a Estados Unidos como el barómetro de la democracia y, después de conflictivas elecciones en Tanzania y Costa de Marfil en fechas recientes, voltearon a ver lo que Washington tenía que decir. “Nos preguntamos: ¿por qué el proceso democrático en Estados Unidos luce tan frágil cuando a nosotros en el resto del mundo nos dicen que es un modelo de la democracia perfecta?”, preguntó Samir Kiango, un residente de Tanzania. Durante décadas, Estados Unidos ha sido un defensor de la democracia en el extranjero, utilizando la presión diplomática e incluso intervenciones militares directas en el nombre de difundir los principios de un sistema pluralista con una votación libre y justa para la elección de sus líderes políticos. Estas tácticas han generado aliados y enemigos, y esta elección presidencial — tal vez más que cualquier otra — está poniendo a prueba la fortaleza de los valores que promueve en el resto del mundo. Y el mundo está muy atento. Pocos lugares en el mundo han recibido tantos consejos electorales de Estados Unidos como el continente africano, en donde Estados Unidos ha alentado a las naciones a tener comisiones electorales independientes, un padrón uniforme y otros estándares con el objetivo de garantizar una votación justa. “El sistema electoral estadounidense no tiene nada de eso. Ni una sola cosa”, señaló Sithembile Mbete, comentarista y profesor de ciencias políticas en la Universidad de Pretoria, durante una conferencia en línea el mes pasado. “De hecho, algunas elecciones en África están mejor organizadas”, añadió Nic Cheeseman, profesor y autor de un libro sobre la democracia en África. Denis Kadima, director ejecutivo del Instituto Electoral para la Democracia Sustentable en África, dijo que ve la postura de Trump hacia la democracia como una excepción, pero “no debemos usarla como una forma para permitir que nuestros propios gobiernos hagan cosas indebidas”. En México, algunos analistas hicieron un llamado a los medios de comunicación para seguir el ejemplo de sus colegas en Estados Unidos y cortar las transmisiones cuando el presidente comience a decir falsedades. Sin embargo, también existe la preocupación de que una región en donde muchas democracias son endebles — o están bajo el yugo de gobiernos abiertamente autocráticos — el comportamiento de Trump siente un mal precedente. “Si recurrimos a la violencia o a las manifestaciones o a los líderes políticos que intentan hacer todo lo posible por desestimar los resultados antes de que concluyan, eso dará distintos ejemplos para los países en Latinoamérica”, dijo Eric Farnsworth, vicepresidente de Council of the Americas, una organización con sede en Nueva York que promueve el comercio en la región. Sin embargo, a pesar de la polémica en Estados Unidos, muchos lo ven como una anomalía que difícilmente socava la reputación del país como defensor de la democracia. Kadima, en Costa de Marfil, dijo que cree que Washington retendrá sus ideales, aunque reconoció estar confundido por la persistencia del sistema de votos electorales. “No me impresiona el sistema de colegio electoral, mismo que no creo que sea sumamente democrático”, manifestó. Su colega, Grant Masterson, destacó que el sistema electoral estadounidense tiene “50 maneras distintas en 50 estados distintos”, algo que, afirma, funciona para el pueblo estadounidense pero “ciertamente no es un sistema que otros países estén ansiosos por implementar”. Lo que encuentra “fantástico para la democracia estadounidense”, sin embargo, es el ritual del discurso para conceder la derrota después de una enconada contienda, y que indica que es momento de “quitarse el sombrero partidista y ponerse el sombrero del país” y seguir adelante. “Ese realmente ha sido un ejemplo excepcional para que sea emulado por el resto del mundo”, declaró, aunque tiene sus dudas de que este año haya ese tipo de discursos. A medida que los impacientes estadounidenses aguardan los resultados electorales de los pocos estados que aún no han sido coloreados de azul o rojo, millones de personas en todo el mundo esperan junto a ellos. Y sea cual sea el resultado, muchos esperaban que la democracia estadounidense se fortalezca de alguna manera. Gathara, el caricaturista y analista keniano, dijo que se siente optimista de que la controversia resulte en una discusión más honesta sobre la democracia. “Realmente no sé cómo termina”, dijo. “Todos intentamos entender esta cosa de la democracia”. JMRS |
|
� Copyright ElPeriodicodeMexico.com |