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Parler, la aplicación que prefieren los seguidores de Trump, enciende el debate sobre la libertad de expresión


2021-01-12

Por Jack Nicas y Davey Alba | The New York Times

Desde el principio, John Matze posicionó a Parler como una red social de “libre expresión” donde la gente podía decir lo que quisiera. Era una apuesta que recientemente había dado grandes frutos ya que millones de seguidores del presidente Donald Trump, hartos de lo que consideraban censura en Facebook y Twitter, se cambiaron a Parler.

En la aplicación, que se había convertido en una de las principales descargas de la tienda de aplicaciones de Apple, las discusiones sobre política se habían disparado. Pero también lo habían hecho las teorías de conspiración que decían falsamente que la elección le había sido robada a Trump, con los usuarios instando a manifestaciones agresivas la semana pasada cuando el Congreso se reunió para certificar la elección del presidente electo Joe Biden.

Esos llamados a la violencia pronto vinieron a atormentar a Matze, de 27 años, ingeniero de software de Las Vegas y director ejecutivo de Parler. Para el sábado por la noche, Apple y Google habían retirado a Parler de sus tiendas de aplicaciones y Amazon dijo que ya no alojaría el sitio en sus servicios de computación, diciendo que no había vigilado lo suficiente las publicaciones que incitaban a la violencia y el crimen.

La madrugada del lunes, justo después de la medianoche en la Costa Oeste, Parler parecía estar deshabilitado.

Esos movimientos habían desencadenado un furioso esfuerzo por mantener a Parler en línea. Matze dijo el domingo que se apresuraba a almacenar los datos de los 15 millones de usuarios de Parler que estaban en las computadoras de Amazon. También hacía un llamado a todas las compañías posibles para ubicar a alguna capaz de apoyar a Parler con cientos de servidores.

“Creo que Amazon, Google y Apple trabajaron juntos para tratar de asegurarse de no tener competencia”, dijo Matze en Parler el sábado pasado. “¡NO ganarán! Somos la última esperanza del mundo para la libertad de expresión e información”. Dijo que la aplicación probablemente se cerraría “hasta por una semana mientras reconstruimos desde cero”.

La difícil situación de Parler inmediatamente fue condenada por la derecha, que comparó a las grandes compañías de tecnología con señores autoritarios. El republicano Devin Nunes, representante por California, dijo a Fox News el domingo que “los republicanos no tienen forma de comunicarse” y pidió a sus seguidores que le enviaran mensajes de texto para mantenerse en contacto. Lou Dobbs, el comentarista de derecha, escribió en Parler que la aplicación tenía un fuerte caso antimonopolio contra las compañías tecnológicas en medio de estos “tiempos peligrosos”.

Parler se ha convertido en un caso de prueba en un renovado debate nacional sobre la libertad de expresión en internet y si los gigantes de la tecnología como Facebook, Google, Apple y Amazon tienen demasiado poder. Ese debate se ha intensificado desde que a Trump se le prohibió publicar en Twitter y Facebook la semana pasada después de que una turba violenta, instada por el presidente y sus publicaciones en las redes sociales, asaltara el Capitolio.

Durante años, Facebook y Twitter habían defendido el derecho de la gente de expresarse libremente en sus sitios, mientras que Amazon, Apple, Google y otros se habían mantenido mayormente en una actitud de no injerencia en aplicaciones como Parler. Eso permitió que la desinformación y las falsedades fluyeran a través de las redes en línea.

Las acciones de las compañías tecnológicas con Trump y Parler la semana pasada para limitar el contenido tóxico han sido aplaudidas por los liberales y otros observadores. Pero estas medidas también llamaron la atención sobre el poder que tienen estas empresas privadas para decidir quién se queda en línea y quién no. Y algunos consideraron que el momento en que sucedió esto era políticamente conveniente para algunos, ahora que Joe Biden está listo para asumir el cargo el 20 de enero y los demócratas han ganado el control del Congreso.

El nuevo enfoque proactivo de las compañías tecnológicas también le da un impulso a Trump en los últimos días de su gobierno. Incluso mientras se enfrenta a otro posible juicio político, se espera que Trump intente avivar la ira contra Twitter, Facebook y otros durante esta semana, potencialmente como una plataforma para enfrentarse a Silicon Valley de manera frontal cuando deje la Casa Blanca. Después de que se le prohibió el acceso a Twitter, Trump dijo en una declaración que vería “las posibilidades de construir nuestra propia plataforma en un futuro próximo”.

Ben Wizner, abogado de la American Civil Liberties Union, dijo que era comprensible que ninguna empresa quisiera ser asociada con el “discurso repelente” que alentó la invasión del Capitolio. Pero dijo que la situación de Parler era preocupante.

Eso fue porque la remoción de Parler de sus tiendas de aplicaciones por parte de Apple y Google y el hecho de que Amazon detuviera su hospedaje web fueron más allá de lo que Twitter o Facebook hacen cuando restringen la cuenta de un usuario o sus publicaciones, dijo. “Creo que debemos reconocer la importancia de la neutralidad cuando hablamos de la infraestructura de internet”, dijo.

En comunicados anteriores, Apple, Amazon y Google dijeron que habían advertido a Parler sobre los mensajes violentos en su sitio y que no había hecho lo suficiente para eliminarlos sistemáticamente. Las empresas dijeron que exigían a sitios como Parler que hicieran cumplir sistemáticamente sus normas. Se negaron a hacer más comentarios el domingo.

El hecho de que las compañías tecnológicas retiren el apoyo a ciertos sitios web no es algo nuevo. En 2018, Gab, otra alternativa a Facebook y Twitter que es popular entre la extrema derecha, fue obligada a desconectarse tras perder el apoyo de otras empresas, incluyendo PayPal y GoDaddy, porque había alojado mensajes antisemitas de un hombre que disparó y mató a 11 personas en una sinagoga de Pittsburgh. Gab volvió a estar en línea más tarde con la ayuda de una compañía de Seattle, Epik, que aloja otros sitios web de extrema derecha.

Incluso con Parler fuera de línea, las personalidades de la derecha como Nunes que han amasado seguidores en la aplicación, cuentan con otros canales de comunicación. Muchos todavía tienen amplios seguidores en Facebook, Twitter y YouTube, que dan la bienvenida a cualquier usuario que no viole sus reglas, que prohíben amenazar con violencia o publicar discursos de odio.

Parler fue fundada en 2018 por Matze y un colega programador, una de las varias empresas emergentes en redes sociales que buscaban capitalizar la creciente ira de los partidarios de Trump con Silicon Valley. Pero Parler tenía una ventaja significativa: el dinero. Rebekah Mercer, una de las mayores donantes de Trump, ayudó a financiar el sitio. Otros inversores incluyen a Dan Bongino, un exagente del Servicio Secreto y comentarista de Fox News. la plataforma planea eventualmente hacer dinero con la venta de anuncios.

La aplicación es esencialmente un clon de Twitter. Permite que la gente transmita mensajes —conocidos como “parleys”, no “tuits”— a sus seguidores. Los usuarios también pueden comentar y “hacer eco” —no “retuit”— de los mensajes de otros usuarios. Al registrarse en una nueva cuenta, se pide a las personas que seleccionen su color favorito y se les insta a elegir de una lista de voces conservadoras a seguir, incluyendo a Nunes, al presentador de Fox News Sean Hannity y a la actriz Kirstie Alley.

Estos influentes dominan la experiencia en el sitio. El domingo, el canal de Parler fue una corriente de sus enojados “parleys”, recriminando a las grandes empresas tecnológicas y rogando a sus seguidores que los siguieran a otros lugares.

“Por favor inscríbase en mi boletín diario hoy, antes de que los totalitarios de la tecnología prohíban todo”, escribió Bongino, quien también controla una de las páginas más populares de Facebook.

Parler creció lentamente hasta principios de 2020, cuando Twitter comenzó a etiquetar los tuits de Trump como inexactos y algunos de sus partidarios se unieron a Parler en protesta. Después de la elección de noviembre, Parler creció aún más rápido cuando Facebook y Twitter tomaron medidas drásticas contra las falsas afirmaciones de que el voto había sido amañado. Tantos usuarios se inscribieron que, a veces, sobrecargaron los sistemas de la compañía y la obligaron a pausar los nuevos registros.

En total, la gente descargó la aplicación de Parler más de 10 millones de veces el año pasado, con un 80 por ciento en Estados Unidos, según Sensor Tower, una empresa de datos de aplicaciones.

El miércoles pasado, Trump animó a sus partidarios a marchar al Capitolio para presionar a los legisladores a que anularan su derrota electoral, lo que provocó una irrupción violenta que dejó cinco personas muertas. La manifestación fue planeada en Facebook, Twitter y otros lugares. En Parler, la gente publicó consejos sobre qué calles tomar para evadir a la policía; algunos publicaron acerca de meter armas al Capitolio.

En una entrevista con The New York Times horas después de que la turba irrumpiera en el Capitolio, Matze dijo: “No me siento responsable de nada de esto y tampoco debería hacerlo la plataforma, considerando que somos una plaza neutral que solo se adhiere a la ley”.

Pero el viernes, Apple y Google le dijeron a Parler que necesitaba eliminar de manera más consistente las publicaciones que fomentaban la violencia. Para el sábado, Apple y Google habían eliminado a Parler de sus tiendas de aplicaciones, lo que limita su capacidad de llegar a nuevos usuarios en prácticamente todos los teléfonos inteligentes del mundo.

“No hay lugar en nuestra plataforma para amenazas de violencia y actividades ilegales”, dijo Apple en un comunicado. Google dijo: “Requerimos que las aplicaciones implementen una moderación robusta para el contenido ofensivo”.

El sábado por la tarde, Amazon dijo a Parler que tendría que encontrar un nuevo lugar para alojar su sitio. Amazon dijo que había enviado a Parler 98 ejemplos de publicaciones en su sitio que fomentaban la violencia, pero muchos permanecieron en línea.

“No podemos proporcionar servicios a un cliente que no puede identificar y eliminar eficazmente el contenido que alienta o incita a la violencia contra otros”, dijo Amazon.

Amazon dijo que preservaría los datos de Parler para que pudiera trasladarlos a otros servidores informáticos.

“Es devastador”, dijo Matze a Fox News el domingo. “Y no son solo estas tres compañías. Todos los proveedores, desde los servicios de mensajes de texto a los proveedores de correo electrónico hasta nuestros abogados, todos nos abandonaron también, el mismo día”. Dijo que tenía problemas para encontrar otra compañía para alojar el sitio web de Parler.

Pero Jeffrey Wernick, el director de operaciones de Parler, dijo en una entrevista que la aplicación había recibido noticias de varias empresas que querían ayudar. Se negó a nombrarlas.

“No puedo decirles cómo será Parler dentro de un mes”, dijo. “Pero Parler no se irá”.



Jamileth


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