Formato de impresión


Biden asume la presidencia de Estados Unidos; apela a la unidad


2021-01-21

Por JONATHAN LEMIRE, ZEKE MILLER y ALEXANDRA JAFFE

WASHINGTON (AP) — Joe Biden fue juramentado el miércoles como el 46to presidente de Estados Unidos, declarando que la “democracia ha vencido” y apelando a la resiliencia y unidad estadounidenses para confrontar la histórica confluencia de crisis que afectan a la profundamente dividida nación.

Tras censurar lo que describió como una “guerra incivilizada” nacional, Biden prestó juramento en el Capitolio federal que hace apenas dos semanas fue escenario de una invasión insurrecta. Después ocupó su lugar en la Oficina Oval de la Casa Blanca y se puso a trabajar sobre una pila de acciones ejecutivas para comenzar a eliminar los elementos centrales de la polarizadora agenda de su predecesor en asuntos que van desde la mortal pandemia hasta el cambio climático.

En el Capitolio, donde la tradición de la transferencia pacífica del poder en Estados Unidos nunca había parecido más frágil, la ceremonia se efectuó dentro de un círculo de fuerzas de seguridad que evocaba una zona de guerra y carente de multitudes debido a la pandemia de coronavirus.

Biden extendió la vista en una mañana fría en Washington acompañada de ráfagas de nieve y observó más de 200,000 banderas estadounidenses instaladas en el complejo de monumentos del National Mall para simbolizar a quienes no pudieron asistir.

“La voluntad del pueblo ha sido escuchada, y la voluntad del pueblo ha sido atendida. Hemos vuelto a aprender que la democracia es invaluable, que la democracia es frágil. A esta hora, amigos míos, la democracia venció”, expresó Biden en su discurso. “Este es el día de Estados Unidos. Este es el día de la democracia. Es un día de historia y de esperanza, de renovación y determinación”.

Al lado de Biden se hizo historia porque Kamala Harris se convirtió en la primera mujer en ser vicepresidenta. La exsenadora federal de California también es la primera persona no blanca y la primera de ascendencia surasiática elegida a la vicepresidencia y la mujer de más alto rango en servir en el gobierno estadounidense.

Biden nunca mencionó a su predecesor, que desafío la tradición y se marchó de la ciudad antes de la ceremonia, pero su discurso fue un reproche implícito a Donald Trump. El nuevo presidente censuró las “mentiras que se dicen en pos del poder y el lucro” y habló con franqueza de los desafíos que le esperan.

Los principales entre ellos son una pandemia que ya ha causado más de 400,000 muertes en Estados Unidos, así como dificultades económicas, y una profunda revisión de la conciencia nacional por el racismo.

“Tenemos mucho que hacer en este invierno de peligro, y posibilidades significativas. Hay mucho que reparar, mucho que restaurar, mucho que sanar, mucho que construir y mucho que ganar”, declaró Biden. “Pocas personas en la historia de nuestra nación han enfrentado más desafíos, o hallado una época más desafiante o difícil que el tiempo en el que estamos”.

Biden estaba ansioso de empezar en grande desde el principio, con unos ambiciosos primeros 100 días, incluida una propuesta para agilizar la distribución de vacunas contra el coronavirus entre los preocupados estadounidenses y aprobar un plan de asistencia económica por 1,9 billones de dólares. Su jornada incluyó una serie de decretos ejecutivos sobre asuntos que no requieren aprobación legislativa: una combinación de medidas sustanciales y simbólicas para desmantelar lo hecho en los años de Trump. Sus acciones incluyeron el regreso al Acuerdo de París contra el cambio climático y un decreto para el uso obligatorio de mascarillas en propiedad federal.

“No hay tiempo para comenzar como hoy”, dijo Biden en la Oficina Oval, con la mascarilla puesta. Después, el mandatario juramentó a centenares de colaboradores en forma virtual, a quienes les dijo: “Ustedes son mis posibilidades”.

La ausencia del predecesor de Biden de la ceremonia inaugural subrayó la discordia nacional que requiere ser sanada.

Sin embargo, un trío bipartidista de expresidentes —Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama— estuvieron ahí para atestiguar la transferencia del poder. Trump, que aguarda su segundo juicio político, se encontraba en su centro vacacional en Florida cuando se efectuaba la investidura presidencial.

Biden, en su tercer intento por alcanzar la presidencia, basó su candidatura menos en una ideología política particular que en conjuntar a una amplia coalición de electores en torno a la idea de que Trump representaba una amenaza existencial a la democracia estadounidense. Cuatro años después de que el discurso “Carnicería estadounidense” de Trump pintara un oscuro retrato de decadencia nacional, Biden advirtió que el tejido de la democracia de la nación se estaba deshaciendo pero podía repararse.

“Sé que las fuerzas que nos dividen son profundas y reales. Pero también sé que no son nuevas. Nuestra historia ha sido una lucha constante entre el ideal estadounidense de que todos hemos sido creados iguales y la realidad dura y fea de que el racismo, el nativismo, el temor, la satanización nos han dividido desde hace mucho tiempo”, señaló Biden. “Este es nuestro momento histórico de crisis y desafío, y la unidad es el camino hacia adelante y debemos enfrentar este momento como Estados Unidos de América”.



Jamileth


� Copyright ElPeriodicodeMexico.com