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Fallece a los 87 años el gigante de la televisión Larry King


2021-01-23

Por ANDREW DALTON

LOS ÁNGELES (AP) — Larry King, el conductor de tirantes que entrevistó a presidentes, estrellas de cine y gente ordinaria durante medio siglo en los medios de comunicación electrónica, falleció el sábado a los 87 años.

Ora Media, el estudio y la cadena que cofundó, tuiteó que King murió el sábado por la mañana en el Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles. Su hijo Chance Armstrong también confirmó la muerte de King, informó CNN.

No se informó ninguna causa de muerte, pero un portavoz dijo el 4 de enero que King tenía COVID-19, que había recibido oxígeno suplementario y que fue retirado de cuidados intensivos.

King fue una figura perene de la televisión nocturna en CNN de 1985 a 2010. Ganó dos premios Peabody, pero nunca se dio aires de intelectual. Prefería preguntar a los presidentes lo que les gustaba de sus trabajos en vez de política exterior. Recibió a todos, desde el Dalai Lama hasta Elizabeth Taylor, pasando por Mijaíl Gorbachov, Barack Obama, Bill Gates y Lady Gaga.

Con sus entrevistas a celebridades, líderes políticos y análisis de temas, King fue algo más que una perdurable personalidad de los medios. Se diferenció por la curiosidad que llevaba a cada entrevista, ya fuera cuestionando a la mujer víctima de un ataque conocida como “Central Park Jogger” o al multimillonario industrial Ross Perot, quien sacudió la contienda presidencial en 1992 al anunciar su candidatura en el programa de King.

En sus primeros años, “Larry King Live” se hacía en Washington, D.C., lo que le dio cierta seriedad al programa, al igual que a King. Él era la persona indicada para que los peces gordos a su alrededor pudieran llegar a su público, y lo hicieron, dándole al programa prestigio como un sitio en el que las cosas sucedían, donde se hacían noticias.

King realizó cerca de 50,000 entrevistas al aíre. En 1995 presidió una cumbre sobre Oriente Medio con el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina Yasser Arafat, el rey Hussein de Jordania y el primer ministro israelí Yitzhak Rabin.

Sus programas solían presentar primicias sobre celebridades, especialmente después de que se reubicó en Los Ángeles, incluyendo a Paris Hilton hablando sobre su paso por la prisión en 2007 y los familiares y amigos de Michael Jackson hablando sobre su muerte en 2009.

King presumía que nunca se preparaba demasiado para una entrevista. Su estilo de evitar la confrontación relajaba a sus invitados y hacía que él fuera una persona cercana con su audiencia.

“No pretendo saberlo todo”, dijo en una entrevista con The Associated Press en 1995. “Nada de ‘qué sucede en Ginebra o con Cuba?’ Le pregunto: ‘señor presidente, ¿que no le gusta sobre su trabajo?’ o `¿Cuál es el error más grande que ha cometido?′ Eso es fascinante”.

En un momento en el que CNN —como el único actor en las noticias por cable— se consideraba políticamente neutral y King era la esencia de su postura intermedia, las figuras políticas y las personas en el foco de las controversias buscaban su programa.

King era conocido por recibir invitados que eran notoriamente esquivos. Frank Sinatra, quien rara vez concedía entrevistas y a menudo arremetía contra los periodistas, habló con King en 1988 en la que sería la última aparición televisiva importante del cantante. Sinatra era un viejo amigo de King y actuó en consecuencia.

”¿Por qué estás aquí?” preguntó King. Sinatra respondió: “Como me pediste que viniera y no te había visto en mucho tiempo para empezar, pensé que deberíamos reunirnos y charlar, sólo hablar de muchas cosas”.

King nunca se había reunido con Marlon Brando, quien era aún más difícil de ver y más difícil de entrevistar, cuando el gigante de la actuación pidió aparecer en el programa de King en 1994. Los dos se llevaron tan bien que terminaron su charla de 90 minutos con una canción y un beso en la boca, una imagen que estuvo en los medios de comunicación en las semanas siguientes.

Después de una semana de gala para celebrar el 25 aniversario de su programa en junio de 2010, King anunció abruptamente que se retiraba, diciéndole a los espectadores: “Es momento de colgar mis tirantes”. Su sucesor en el horario fue el periodista británico y conductor de televisión Piers Morgan.

Para la salida de King ese diciembre, comenzó a sospecharse que había esperado demasiado para colgar esos tirantes. El antes líder de las noticias por cable, estaba en el tercer puesto por rating con menos de la mitad de la audiencia nocturna anual de su mejor año, 1998, cuando “Larry King Live” atrajo a 1,64 millones de espectadores.

Su enfoque de asombrarse de las cosas y de ser un tipo común y corriente en las entrevistas parecía ya avejentado, en una época donde otros anfitriones hacían preguntas atrevidas, insistentes o cargadas.

Mientras tanto, los errores ocasionales lo hacían parecer fuera de la realidad, o algo peor. Uno de los mejores ejemplos fue cuando en 2007 King le preguntó a Jerry Seinfeld si había dejado voluntariamente su programa de comedia o si había sido cancelado por su cadena, NBC.

“Fui el programa más visto en televisión Larry”, respondió Seinfeld con el rostro desconcertado. ”¿Sabes quién soy?”.

“Siempre amé a Larry King y lo extrañaré”, tuiteó Seinfeld el sábado. “La parte de ‘cancelado’ fue simplemente yo divirtiéndome con su pequeño error. Nada más que eso”.

Siempre adicto al trabajo, King encontró un nuevo foro en Twitter cuando surgió la plataforma, ganando más de 2 millones de seguidores que simultáneamente se burlaban de él y lo amaban por su estilo esotérico.

“Nunca he subido a una canoa”, dijo en un tuit típico en 2015.

Su cuenta de Twitter fue esencialmente un renacimiento de una columna de USA Today que escribió durante dos décadas, llena de pensamientos únicos e inconexos. Norm Macdonald pronunció una versión parodia de la columna cuando interpretó a King en “Saturday Night Live”, con frases inexpresivas como “Cuanto más lo pienso, más aprecio el ecuador”.

King fue parodiado constantemente, a menudo a través de bromas sobre la vejez, en programas de entrevistas nocturnos de presentadores como David Letterman y Conan O’Brien, a menudo apareciendo con este último para participar en las burlas.

King encontró su estilo voraz pero no superfluo de una manera honesta.

Su nombre de pila era Lawrence Harvey Zeiger, nació en 1933 hijo de inmigrantes judíos de Europa del Este que tenían un bar y una parrilla en Brooklyn. Tras la muerte de su padre cuando Larry era niño tuvo una juventud problemática, a veces desamparada.

Como admirador de estrellas de la radio como Arthur Godfrey y los comediantes Bob & Ray, al llegar a la edad adulta King fijó su mira en una carrera en los medios. Cuando le dijeron que Miami era un buen lugar para comenzar en el gremio, se dirigió al sur en 1957 y consiguió un trabajo limpiando pisos en una pequeña estación de AM. Cuando un locutor renunció abruptamente, King quedó al aire y le pusieron su nuevo nombre pues el gerente de la estación pensaba que Zeiger era “demasiado judío”.

Un año más tarde se cambió a una estación más grande, donde sus funciones pasaron de ser el presentador usual a ser el anfitrión de un programa diario de entrevistas que se transmitía desde un restaurante local. Demostró que estaba preparado para hablar por igual con las meseras o las celebridades que comenzaban a llegar a su programa.

Para comienzos de la década de 1960 King se había cambiado a una estación de radio más grande en Miami, tenía una columna en un diario y él mismo se había vuelto una celebridad local.

Al mismo tiempo se volvió víctima de la fama.

“Era importante para mí presentarme como un ‘gran hombre’”, escribió en su autobiografía, lo que significaba “gano mucho dinero y lo gasto fastuosamente”.

Acumuló deudas y sus primeros matrimonios fallidos (se casó ocho veces con siete mujeres). Apostaba, pedía prestado y dejó de pagar sus impuestos. También se involucró con un financiero dudoso en un ardid para pagar una investigación sobre el asesinato del presidente Kennedy. Pero cuando King tomó algo del dinero para pagar sus impuestos vencidos, su socio lo demandó por fraude en 1971. Los cargos fueron retirados, pero la reputación de King pareció quedar en la ruina.

En medio de la desgracia, King perdió su programa de radio y durante varios años tuvo problemas para encontrar trabajo. Sin embargo, para 1975 el escándalo había pasado casi totalmente y una estación de Miami le dio otra oportunidad, lo que le hizo recuperar su popularidad local. King fue contratado en 1978 para conducir su primer programa a nivel nacional.

Originado en Washington en la cadena Mutual, “The Larry King Show” llegó al final a escucharse en más de 300 estaciones y convirtió a King en un fenómeno nacional.

Unos años después el fundador de CNN Ted Turner le ofreció a King un horario en su joven canal. “Larry King Live” debutó el 1 de junio de 1985 y se convirtió en el programa más popular de CNN. Al comienzo el salario de King era de 100,000 dólares al año, pero llegó a ganar más de 7 millones de dólares.

Su hábito de fumar tres cajetillas de cigarros al día lo llevó a tener un paro cardiaco en 1987, pero la cirugía de bypass quíntuple no hizo que se volviera más lento.

Mientras tanto, siguió demostrando que —en sus propias palabras—: “no soy bueno en el matrimonio, pero soy un gran novio”.

Se casó con su novia de secundaria en 1952. El matrimonio duró menos de un año. En décadas posteriores se casó con Annette Kay, Alene Akins (dos veces), Mickey Sutfin, Sharon Lepore y Julie Alexander.

En 1997, se casó con Shawn Southwick, una cantante country y actriz 26 años menor. Pidieron el divorcio en 2010, pero retiraron la petición y finalmente volvieron a pedir el divorcio en 2019.

La pareja tuvo dos hijos, el cuarto y quinto para King, Chance Armstrong, nacido en 1999, y Cannon Edward, nacido en el 2000.

En 2020, King perdió a sus dos hijos mayores, Andy King y Chaia King, quienes murieron con semanas de diferencia por problemas de salud no relacionados.

En las últimas décadas King tuvo muchos problemas de salud, incluyendo más paros cardiacos, diabetes tipo 2 y cáncer de pulmón.

A comienzos de 2021, CNN reportó que King había estado hospitalizado por más de una semana por COVID-19.

A pesar de sus reveces, siguió trabajando cuando estaba cerca de cumplir 90 años, haciendo programas de tertulia e infomerciales después de que su tiempo en CNN se terminó.



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