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Entrevista de Meghan y Enrique remece a la realeza británica
Por JILL LAWLESS y DANICA KIRKA LONDRES (AP) — Gran Bretaña y su familia real digerían el lunes las declaraciones de una inusual entrevista en televisión al príncipe Enrique y la duquesa de Sussex, en la que la pareja dijo haber encontrado actitudes racistas y una falta de apoyo que provocó pensamientos suicidas en Meghan. En una entrevista de dos horas con Oprah Winfrey, la pareja describió de manera poco favorecedora la vida en la casa real, que pintó como institución fría y carente de empatía de la que tuvieron que escapar para salvar sus vidas. Meghan dijo a Winfrey que en un momento dado: “Simplemente ya no quería vivir”. Dijo que buscó ayuda a través del departamento de recursos humanos del palacio, pero que le dijeron que no podían hacer nada por ella. Meghan, de 39 años, admitió que fue ingenua al inicio de su relación con Enrique y que no estaba preparada para las restricciones de la vida real. La exactriz de televisión, hija de una pareja birracial, dijo que cuando estaba embarazada de su hijo Archie hubo “preocupaciones y conversaciones sobre qué tan oscura sería su piel al momento de nacer”. Enrique confirmó la conversación, y dijo: “Me quedé un poco conmocionado”. Se abstuvo de revelar quién hizo el comentario, aunque Winfrey dijo que él le dijo que no habían sido ninguno de sus abuelos, la reina Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe. Enrique y Meghan, conocidos como el duque y la duquesa de Sussex, anunciaron a principios de 2020 que dejarían sus deberes reales y se mudarían a Norteamérica debido a lo que describieron como intromisiones insoportables y actitudes racistas de la prensa británica. La ruptura se hizo oficial este año, y la entrevista fue ampliamente considerada como su primera oportunidad de explicar su decisión. En un fragmento publicado el lunes que no se transmitió en la víspera, Enrique reiteró que el racismo fue “gran parte” de la razón por la que la pareja se fue de Gran Bretaña, y culpó a la “tóxica” prensa sensacionalista británica. “El Reino Unido no es prejuicioso”, señaló. “La prensa británica es prejuiciosa, específicamente los tabloides”. Las implicaciones de la entrevista, que se transmitió el domingo por la noche en Estados Unidos y se emitiría el lunes por la noche en Gran Bretaña, apenas empezaban a comprenderse. Emily Nash, editora de realeza en la revisa Hello!, dijo que las revelaciones la habían “conmocionado” a ella y a muchos otros espectadores. “No veo cómo el palacio puede ignorar estas acusaciones, son increíblemente graves”, dijo. “Están las acusaciones de racismo. Después está también la afirmación de que Meghan no recibió apoyo, y que incluso pidió ayuda al equipo de recursos humanos de la casa real y se le dijo que no podía buscar ayuda”. El grupo antimonárquico Republic dijo que la entrevista de Winfrey muestra con más claridad cómo es la familia real, y no es una imagen agradable. “Ya sea por el bien de Gran Bretaña o por el bien de los miembros más jóvenes de la familia real, esta institución podrida tiene que acabarse”, dijo Graham Smith, del grupo activista. Enrique, un príncipe de nacimiento, describió cómo la experiencia de su esposa le ayudó a darse cuenta de cómo él y el resto de la familia estaban atrapados en una institución opresiva. “Estaba atrapado, pero no sabía que estaba atrapado”, declaró. “Mi padre y mi hermano, ellos están atrapados”. Meghan, dijo, “me salvó”. La generación más joven de la familia real, a la que pertenecen Enrique, Meghan, el príncipe Guillermo y su esposa Catalina, ha hecho de las campañas de concienciación sobre salud mental una de sus prioridades. Pero Enrique describió a una familia real totalmente incapaz de ofrecer ese apoyo a sus propios miembros. “La familia tiene mucho esta mentalidad de ‘esto es así, así es como debe ser, no puedes cambiarlo, todos hemos pasado por eso’”, dijo Enrique. La pareja había sido muy criticada en el Reino Unido antes de que se emitiera la entrevista. El príncipe Felipe, el abuelo de 99 años de Enrique, está hospitalizado en Londres tras una operación de corazón, y los críticos vieron la decisión de seguir adelante con la transmisión como una carga para la reina, pese a que fue la CBS, no Enrique y Meghan, la que decidió cuándo emitirla. En Estados Unidos, las muestras de apoyo a la pareja se hicieron sentir tras la emisión del domingo. Gran Bretaña podría ser menos compasivo, pues algunos consideran que la pareja puso su felicidad personal por delante del deber público. La estrella del tenis Serena Williams, una amiga que asistió a la boda de Enrique y Meghan, escribió en Twitter que las palabras de la duquesa “muestran el dolor y la crueldad que ha sufrido”. “Las consecuencias para la salud mental de la opresión sistémica y la victimización son devastadoras, aislantes y con demasiada frecuencia, letales”, dijo Williams. Meghan, entonces conocida como la actriz estadounidense Meghan Markle de la serie de TV “Suits”, se casó con Enrique en el Castillo de Windsor en mayo de 2018. Pero ni siquiera eso fue lo que parecía: la pareja reveló en la entrevista que intercambió votos matrimoniales frente al arzobispo de Canterbury Justin Welby tres días antes de la espectacular ceremonia en el castillo. Archie nació al año siguiente y en un raro momento positivo en la entrevista, la pareja reveló que el segundo bebé que esperan para este verano boreal es una niña. Enrique dijo haber vivido con el temor de que se repita el destino de su madre, la princesa Diana, que fue acosada incesantemente por la prensa y murió en un accidente de tráfico en París en 1997 mientras era perseguida por paparazzi. “Veía que la historia se estaba repitiendo, pero definitivamente de una manera más peligrosa si le sumas la raza y le sumas las redes sociales”, dijo Enrique. Tanto Meghan como Enrique elogiaron el apoyo que recibieron de la monarca. “La reina siempre ha sido maravillosa conmigo”, afirmó la duquesa. Sin embargo, Enrique reveló que ahora tiene una relación distante con su hermano Guillermo y que la relación con su padre, el príncipe Carlos, había empeorado tanto que en algún momento éste dejó de responder a sus llamadas. “Hay mucho trabajo que hacer aquí”, dijo Enrique sobre su relación con su padre. “Me siento muy decepcionado. Él ha pasado por algo similar. Sabe lo que es el dolor. Y Archie es su nieto. Siempre le querré, pero hay mucho dolor en lo que ha ocurrido”. Mientras fragmentos de la entrevista se han publicado en internet, y la prensa británica cubrió la mayoría de los puntos más importantes, la mayoría de Gran Bretaña no vería la entrevista completa hasta el lunes por la noche, y muchos querrán saber cómo el palacio maneja esta saga. El palacio no ha emitido declaraciones sobre la entrevista. La familia real ha tenido escándalos en el pasado, más recientemente por la amistad del príncipe Andrés con el delincuente sexual condenado Jeffrey Epstein. Eso llevó a que Andrés, el tío de Enrique, fuera marginado de los deberes reales. “Estoy muy triste por la reina”, dijo Ernest Lee, de 76 años, al ser consultado en Londres. “Creo que ella tiene muchos problemas en este momento, lo que pasó con uno de sus hijos (Andrés) y escándalos y ahora su nieto separándose de la familia real... Tenemos demasiados problemas en este mundo como para que la gente haga más”. Jamileth |
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