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¿Por qué los hombres latinos votan por los republicanos?


2021-03-09

Jennifer Medina | The New York Times

Erik Ortiz, productor de música hip-hop de 41 años en Florida, creció en la pobreza en el sur del Bronx y pasó gran parte de su juventud tratando de consolidarse económicamente. Ahora se considera rico. Y cree que sacudirse la política de su juventud tuvo algo que ver con ello.

“Todo el mundo era demócrata liberal, en mi barrio, en el Bronx, en el gobierno local”, dijo Ortiz, cuya familia es negra y de Puerto Rico. “El estado de bienestar era malo para nuestra gente; el Estado se convirtió en el padre de las familias negras y morenas y eso fue un error muy muy grave”. Ortiz se volvió republicano, atraído por los mensajes de responsabilidad individual y reducción de impuestos. Para él, generaciones de pobres se han mantenido fieles a un Partido Demócrata que no ha conseguido transformar sus vidas.

“¿Por qué querría quedarme atrapado en esa mentalidad?”, dijo.

Si bien los demócratas obtuvieron la gran mayoría de los votos hispanos en las elecciones presidenciales de 2020, los resultados también mostraron que los republicanos se abrieron paso entre este grupo demográfico, el mayor grupo de electores de color, y en especial entre los hombres latinos. Según las encuestas de salida, el 36 por ciento de los hombres latinos votaron por Donald Trump en 2020, en comparación con el 32 por ciento de 2016. Estos votantes también ayudaron a los republicanos a ganar varios escaños en la Cámara de Representantes en distritos multirraciales que los demócratas pensaban que podían ganar, en particular en Texas y Florida. Ambos partidos consideran que ganar más votos hispanos es fundamental en las elecciones futuras.

Sin embargo, aún queda una pregunta sin respuesta de las elecciones más recientes, en particular entre los demócratas que durante mucho tiempo creyeron que tenían una gran ventaja: ¿qué motiva las posturas políticas de los hombres latinos?

Durante décadas, los candidatos demócratas trabajaron con el supuesto de que, si los latinos votaban más, el partido tendría más posibilidades de ganar. Sin embargo, en entrevistas con decenas de hombres hispanos de todo el país que votaron por el Partido Republicano el año pasado se hizo manifiesta una profunda frustración con tales presunciones y el rechazo a la idea de que los hombres latinos apoyarían a los candidatos liberales de forma instintiva. Estos hombres pusieron en entredicho la noción de que forman parte de un grupo étnico minoritario o demográfico dependiente de los demócratas; muchos de ellos crecieron en zonas donde los hispanos son mayoría y están representados en el gobierno. Y dijeron que muchos demócratas no entendían hasta qué punto los hombres latinos se identificaban como proveedores: ganar suficiente dinero para mantener a sus familias es parte fundamental de la forma en que se ven a sí mismos y al mundo político.

Como cualquier otro elector, estos hombres también se guían por sus opiniones en distintos temas: muchos mencionan estar en contra del aborto, a favor del derecho a poseer armas de fuego y de las políticas migratorias estrictas. Han visto a sus amigos y parientes ir al oeste de Texas a trabajar en los campos petroleros y les preocupa que las nuevas regulaciones medioambientales acaben con la industria de la zona. Sin embargo, la mayoría dice que su postura a favor de los republicanos se debe a sus preocupaciones económicas, a su deseo de que los impuestos sean bajos y a que haya pocas regulaciones. Dicen que quieren apoyar al partido que creen que les permitirá trabajar y ganar bastante dinero.

Las encuestas públicas han mostrado durante mucho tiempo las divisiones políticas dentro del electorado latino: los cubanoestadounidenses han favorecido a los republicanos mucho más que los mexicanoestadounidenses, por ejemplo. Durante las elecciones de 2020, los distritos electorales con un gran número de inmigrantes colombianos y venezolanos se inclinaron considerablemente hacia Trump. Las encuestas realizadas el año pasado por Equis Research, que estudia a los votantes latinos, mostraron una sorprendente brecha de género, con los hombres latinos mucho más inclinados a apoyar a los republicanos que las mujeres latinas.

Y los investigadores creen que los hombres mexicoestadounidenses menores de 50 años son quizás el grupo demográfico que más debería preocupar a los demócratas, porque son más propensos a inclinarse hacia los candidatos conservadores. Según un análisis en el ámbito de distritos electorales realizado por OpenLabs, un grupo de investigación liberal, el apoyo de los hispanos a los demócratas cayó hasta un nueve por ciento en las elecciones del año pasado, y mucho más en partes de Florida y el sur de Texas.

En cierto modo, desde hace décadas, convencer a los hombres latinos ha sido un desafío para los demócratas, un recordatorio persistente de que el partido nunca ha tenido un gran control sobre este grupo demográfico. Sin embargo, algunos estrategas de la izquierda están cada vez más alarmados porque el partido no está haciendo lo suficiente para llegar a los hombres cuyas principales prioridades se basan en la economía, más que en la justicia o la igualdad racial. Y advierten que los hombres hispanos podrían aportar votos decisivos en las futuras contiendas por el control del Congreso en las elecciones intermedias, así como presidenciales.

“Los demócratas tienen muchos motivos reales para estar preocupados”, dijo Joshua Ulibarri, un estratega demócrata que ha investigado a los hombres hispanos durante años. “No hemos encontrado la manera de hablarles, de decirles que tenemos algo para ellos, que los entendemos. Nos miran y dicen: ‘Creemos que trabajamos más, queremos la oportunidad de construir algo propio, y ¿por qué debemos castigar a la gente que hace bien las cosas?’”.

Jose Aguilar creció en McAllen, Texas, en la década de 1960, criado por unos padres con pocos medios para comprar comida y ropa. Eran muy trabajadores y le inculcaron que “si te aplicas, tendrás lo que te mereces”. Su familia acogió a parientes de México que se quedaron poco tiempo y luego volvieron a cruzar la frontera; algunos consiguieron inmigrar legalmente y hacerse ciudadanos, y él cree que así es como debería hacerlo cualquier otra persona.

Aun así, Aguilar se benefició de un programa de acción afirmativa que reclutaba estudiantes hispanos del sur de Texas para entrar en un programa de ingeniería.

“Estaban tratando de llenar las cuotas para contratar a personas hispanas en su empresa”, dijo. “La primera vez que entré fue con una oportunidad garantizada para una entrevista de trabajo, así que lo hice. Lo vi como una buena oportunidad para beneficiarme, este era mi posibilidad, para aprovechar esa oportunidad y tomarla”.

Aguilar, que ahora vive cerca de Houston, dijo que veía a Trump como un modelo de prosperidad en Estados Unidos.

“Soy estadounidense, puedo aprovechar cualquier oportunidad al igual que los anglosajones”, añadió. “Realmente no hay ningún secreto para el éxito; es realmente que si te aplicas, entonces las cosas saldrán bien”.

Sergio Arellano de Phoenix, Arizona, dijo que le gustaba relatar cómo fue que decidió registrarse como republicano. A los 18 años, mientras estaba de permiso en casa como soldado de infantería, acudió a un evento del 4 de julio y vio una mesa de registro de electores. Le preguntó a la mujer que estaba ahí sentada: ¿cuál es la diferencia entre los republicanos y los demócratas?

Los demócratas, recordó que la mujer le dijo, son para los pobres. Los republicanos, para los ricos.

“Bueno, eso facilitó las cosas. No quería ser pobre. Quería ser rico, así que elegí ser republicano”, dijo Arellano. “Obviamente, ella pensó que me identificaría con los pobres. Se cree que uno va apenas comenzando en este país, no tiene dinero y se va a identificar con los pobres. Pero lo que yo quería era ganar mi propio dinero”.

El otoño pasado, Arellano hizo campaña por Trump en Arizona, y este año perdió por un reducido margen su candidatura a la presidencia del Partido Republicano estatal. Aun así, no encaja en el molde conservador trumpista, y suele instar a los políticos a suavizar su retórica política contra los inmigrantes.

“Trump no es el partido. El partido es lo que nosotros hagamos de él: un partido que está a favor de los negocios y los valores familiares”, dijo. “Gente que entiende que queremos lograr el éxito aquí”.

Todo esto le suena familiar a Mike Madrid, un estratega republicano que criticó mucho al partido durante el mandato de Trump y que ha trabajado durante décadas a fin de que el partido haga más para atraer al electorado hispano.

“En su mente, pagar la renta es más importante que luchar contra la injusticia social”, dijo Madrid. “El Partido Demócrata siempre se ha enorgullecido de ser un partido para la clase trabajadora, pero no tiene un mensaje para la clase trabajadora. La cuestión central va a ser, ¿quién puede convencer a estos electores de que escuchan sus preocupaciones?”.

Ricardo Portillo desprecia a la mayoría de los políticos, pero se ha inclinado por votar a los republicanos durante la mayor parte de su vida. Propietario de una joyería en McAllen, Texas, durante los últimos 20 años, Portillo se enorgullece de su perspicacia comercial. Y desde su punto de vista, tanto a él como a sus clientes les ha ido bien bajo el gobierno de Trump. Aunque describe a la mayoría de los políticos como “terribles”, los republicanos, dijo, “al menos me permiten quedarme con más de mi dinero, y están a favor de que el gobierno haga menos y me permita hacer más por mí mismo”.

En el último año, Portillo, de 45 años, ha visto cómo el negocio disminuía porque menos ciudadanos mexicanos cruzaban la frontera para comprar en su tienda. Antes de la pandemia de coronavirus, el negocio era muy activo con clientes de ambos lados de la frontera.

La sensación de seguridad económica es un cambio para Portillo, que creció a menudo con dificultades.

“Nos educaron a la manera de la vieja escuela, que los hombres son hombres, que tienen que proveer, que no hay excusas y no hay que llorar. Si no lo consigues, es porque eres un pendejo”, dijo. “Tal vez eso no sea agradable, pero engendra hombres fuertes, mentalmente fuertes”.

La cuestión ahora, dijo, es: “¿Qué voy a poder hacer por mí y por mi familia? No nos sentimos con derecho a mucho, pero tenemos derecho al fruto de nuestro trabajo”.

En su infancia en Nuevo México, Valentin Cortez, de 46 años, fue criado por padres que votaban por los demócratas, pero que, en lo personal, eran conservadores. Cortez creció “entre muchos ganaderos y muchos campesinos” que también eran hispanos, pero nunca se sintió parte de una minoría y dijo que nunca había sido víctima de racismo.

Al igual que muchos hombres entrevistados, para él la política de hoy es irremediablemente divisoria: “No puedes tener una opinión sin que te ataquen”.

Aunque un puñado de amigos lo bloquearon en las redes sociales cuando expresó opiniones conservadoras, dijo, no se siente silenciado en su propia vida.

En ocasiones, Cortez se resiente de ser visto como una minoría: creció rodeado de otros hispanos en Nuevo México y cree que tiene el mismo tipo de oportunidades que sus homólogos blancos. El mayor problema, tal y como él lo ve, es la falta de voluntad de discrepar: “Tengo amigos que piensan que odio mi propia cultura. Me han rechazado personalmente, pero me siento cómodo con lo que soy”.

Como otros hombres entrevistados, Cortez, quien está registrado como independiente, dijo que votó por Trump en gran medida porque creía que el presidente había tenido un mejor desempeño económico durante su gobierno y le preocupaba que un gobierno encabezado por Joe Biden aumentara los impuestos y apoyara políticas para favorecer a las élites.

Algunas de las frustraciones manifestadas por los hombres republicanos hispanos están motivadas por la desinformación, incluidas las teorías conspirativas que afirman que el “Estado profundo” gobernó durante el mandato de Trump y la creencia de que las protestas de Black Lives Matter causaron la violencia generalizada.

En las entrevistas, muchos mencionan que su apoyo a las fuerzas del orden y al ejército los motiva a votar por los republicanos.

Para Chuck Rocha, un estratega demócrata que ayudó a dirigir la campaña presidencial del senador Bernie Sanders el año pasado, las señales de alarma sobre la pérdida de hombres latinos estuvieron presentes durante meses. En grupos de discusión realizados en Carolina del Norte, Nevada y Arizona, los hombres hispanos dijeron sentirse muy desilusionados con la política en general y afirmaron que la mayoría de los políticos solo ofrecen promesas vacías, lo que estimula la apatía entre muchos posibles votantes.

“No estamos abordando la rabia y la desigualdad que sienten”, dijo. “Solo quieren que sus vidas mejoren. Solo querían que alguien les explicara cómo mejorarían sus vidas si Biden era presidente”.

Para Rocha, el escepticismo hacia los demócratas, en cierto modo, es un signo de madurez política.

“Estamos llegando a la mayoría de edad, nos estamos haciendo mayores, y ahora ya no se trata solo de sobrevivir; ahora necesitamos prosperidad”, dijo. “Pero cuando empiezas a sentir que no puedes salir adelante, vas a sentir el mismo tipo de rabia que durante tanto tiempo hemos visto entre los electores blancos de la clase trabajadora”.

Algunos hombres latinos que están a favor de los republicanos, simplemente quieren que el gobierno se mantenga al margen y no obstaculice sus posibilidades de éxito”.

“No se puede legislar la igualdad, no se puede legislar la ética del trabajo y no se puede legislar el ser una buena persona”, dijo Ortiz. “No soy perfecto y nadie lo es, pero para mí empieza por la responsabilidad individual”.



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