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Gustavo Dudamel, superestrella de la música clásica, dirigirá la Ópera de París


2021-04-16

Por Zachary Woolfe y Laura Cappelle | The New York Times

Cuando Alexander Neef fue nombrado como próximo director de la poderosa Ópera de París en 2019, no tenía en mente un candidato concreto para suceder al director musical de la compañía, que se marchaba tras una década. “Sentí que debía consultar con los músicos”, dijo Neef por teléfono recientemente, “y ver quién, qué y cómo se veía el futuro para ellos”.

Un nombre sorprendente comenzó a aparecer siempre en esas conversaciones: el conductor superestrella Gustavo Dudamel, líder musical de la Filarmónica de Los Ángeles desde 2009 e inusual artista clásico que ha cosechado un estatus de celebridad de la cultura pop.

Había debutado en París en 2017, con La Bohème, y hubo química. “Sentí esta conexión con la casa, los músicos, el coro, con todo el equipo”, recordó Dudamel en una entrevista el jueves en el ornamentado teatro Palais Garnier de la compañía. “Estuve aquí un mes y medio y me sentía como en casa”.

Sin embargo, seguía pareciendo un matrimonio improbable, dada la apretada agenda de Dudamel y el hecho de que, aunque esa Bohème fuera un éxito, seguía siendo su único compromiso con la compañía. De hecho, aunque en Los Ángeles ha jugueteado con el repertorio operístico,  tanto en la Ópera Metropolitana como en otros escenarios, es más conocido como conductor sinfónico.

“Pero pensé”, recuerda Neef, “¿por qué no preguntar?”.

Esa pregunta acabó siendo un golpe de efecto para la compañía, que anunció el viernes por la mañana que Dudamel será su próximo director musical, a partir de agosto y por un periodo inicial de seis años, que coincidirá durante gran parte de ese periodo con el cargo de Los Ángeles, donde su actual contrato se extiende hasta la temporada 2025-26.

El nuevo puesto es un hito en la magnífica carrera de un artista que se hizo renombre como niño prodigio con las orquestas en Norte y Sudamérica y que ahora, a los 40 años, tomará las riendas de una de las compañías de ópera más antiguas de Europa, fundada en 1669 como la Académie d’Opéra por Luis XIV.

Dudamel dijo que no había necesitado mucha persuasión cuando Neef le ofreció el puesto permanente.

“Es una responsabilidad grande y hermosa”, dijo.

Dudamel —nacido en Venezuela en 1981 y formado ahí por El Sistema, el programa gratuito subsidiado por el gobierno que enseña música a los niños en las zonas más pobres— ocupa una posición única en el mundo de la música. Lo asedian las principales orquestas, entre ellas la Filarmónica de Berlín y la Filarmónica de Viena. Pero también ha actuado en un espectáculo de medio tiempo del Súper Bowl, apareció como Trollzart en el filme animado Trolls Gira Mundial, dirige la música en la próxima versión fílmica de Steven Spielberg de West Side Story e inspiró un personaje desmelenado en la serie de Amazon Mozart en la Jungla. En 2019 recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Sin duda, su renombre será una inyección de energía para la Ópera de París que, como otras organizaciones artísticas, contempla cautelosamente volver a presentarse ante su audiencia tradicional tras el largo cierre pandémico al tiempo que busca captar nuevos asistentes. Con un generoso subsidio del gobierno francés, la compañía ha expandido su audiencia en los últimos años, pero aún enfrenta la presión de los agitados debates sobre la representación racial y la relevancia de las costosas formas artísticas clásicas.

“Nuestro futuro no está validado por nuestra historia”, dijo Neef. “Esta crisis de la covid nos ha puesto en una olla a presión y ha reforzado y amplificado la necesidad de dar a la gente verdaderas razones artísticas de por qué tenemos que existir, de por qué esto tiene valor”.

Añadió que Dudamel “ya era un embajador muy creíble para eso. Lo que ha hecho con éxito es romper las barreras”.

Ya no se acostumbra —especialmente fuera de los países germanohablantes— que los directores musicales de ópera inicien como pianistas y entrenadores de voz y asciendan el escalafón de la compañía, tal como hizo el antecesor de Dudamel en París, Philippe Jordan, de 46 años. Aunque Dudamel carece de esa educación en los matices y complejidades logísticas del arte, y sus apariciones operísticas han sido esporádicas, no es un desconocido para las principales casas operísticas. Debutó en la Scala en Milán en 2006, cuando tenía veintitantos años y al año siguiente se presentó en la Ópera Estatal de Berlín. Su primera actuación en la Ópera del Estado de Viena fue en 2016 y en la Met en 2018 con Otello de Verdi. El miércoles concluyó una temporada con Otello en Barcelona.

“He desarrollado mi carrera operística de la manera que quería hacerlo, y me siento muy bien por ello”, dijo. “Me he tomado mi tiempo”.

Neef señaló que Yannick Nézet-Séguin, de 46 años, director musical de la Met desde 2018, tampoco empezó allí con un enorme repertorio. “”La cuestión no es la cantidad”, dijo Neef. “Y estas cosas son un poco engañosas: cuando miras la lista de óperas que ha dirigido Gustavo, es desde Mozart hasta John Adams. Lleva dirigiendo ópera tanto tiempo como música sinfónica”.

Cuando se le preguntó por las obras que más le gustaría abordar, Dudamel respondió: “Todo”. Este otoño tiene previsto dirigir en París Turandot de Puccini y Le Nozze di Figaro de Mozart. Además del repertorio convencional, dijo que esperaba trabajar con compositores vivos de Europa, así como de América del Norte y del Sur, como Adams, Thomas Adès y Gabriela Ortiz.

Añadió que le gustaría conducir el Ballet de la Ópera de París, la compañía de danza de la compañía. Dudamel dijo que su mentor, José Antonio Abreu, fundador de El Sistema, le llevaba a menudo al ballet para que aprendiera a conducir.

“Fue parte de mi educación”, dijo. “Incluso para mi forma de ver la música”.

Su nombramiento implicará importantes viajes entre París y Los Ángeles, pero su compromiso con la Filarmónica es uno que Dudamel dijo que no tiene intención de reducir. “Compartiré mi tiempo entre las dos familias”, dijo. Lo que sí reducirá es la dirección de orquesta como invitado, un proceso que, según dijo, comenzó hace unos años para centrarse en proyectos a más largo plazo.

“La forma en que vamos a organizarlo es la forma en que también trabaja en Los Ángeles”, dijo Neef. “Períodos largos que se unen, en lugar de muchos viajes”.

Neef añadió que Dudamel será un vínculo carismático y visible entre las producciones de los escenarios principales de la compañía y sus esfuerzos educativos. En Los Ángeles, Dudamel ha contribuido al sólido programa educativo de la Filarmónica, en especial con la Orquesta Juvenil de Los Ángeles, un programa inspirado en El Sistema que se fundó en 2007.

También sigue ocupando el cargo de director musical de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, pero después de criticar al gobierno de Venezuela en 2017, el país canceló la gira internacional que estaba programada. A pesar de que no ha podido actuar con la Simón Bolívar desde entonces, aún trabaja de forma remota con la agrupación y, en ocasiones, se ha reunido fuera de Venezuela con grupos de sus integrantes; durante la pandemia ha tenido sesiones con ellos a través de Zoom.

El nombramiento de Dudamel sucede dos meses después de que se dio a conocer un reporte sobre la discriminación y la diversidad en la Ópera de París, enfocado en los cambios al repertorio, el proceso de admisión de la escuela y la composición racial y étnica de su compañía interna de ballet. Al mismo tiempo, alrededor del mundo, las compañías de ópera también han sido llamadas a diversificar su personal, elenco artístico y repertorios.

Dudamel dijo en la entrevista que presionará para que esa conversación continúe en la Ópera de París a largo plazo. “A veces pretendemos hacer cambios”, dijo, chasqueando los dedos para indicar decisiones demasiado rápidas. “Así no se puede desarrollar algo que sea fuerte para el futuro”.

Neef dijo que, junto con Ching-Lien Wu, la recién nombrada (y primera mujer) maestra del coro de la compañía, la contratación de Dudamel forma parte de un esfuerzo por cambiar el rostro de las filas ejecutivas de la compañía y su enfoque hacia la diversidad y la equidad.

“Ya es lo que vive y lo que ha sido en Los Ángeles y otros lugares”, dijo Neef. “Creo que hay una gran oportunidad de obtener esa experiencia para nosotros, de tener a alguien con esa experiencia en la mesa al más alto nivel”.

El siguiente paso es que Dudamel aprenda francés. “¡Estoy empezando!”, dijo, antes de añadir: “Soy muy malo con los idiomas”.

Un incentivo será la oportunidad de leer por fin en versión original uno de sus libros favoritos, Las confesiones de Rousseau, que descubrió de adolescente y lleva consigo a todas partes. “Lo intentaré”, dijo Dudamel, con una sonrisa.



Jamileth


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