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¿El censo de 2020 en Estados Unidos refleja de manera precisa a los hispanos?


2021-05-03

Por Reid J. Epstein y Jennifer Medina, The New York Times

Funcionarios de ambos partidos expresaron dudas sobre las cifras del censo publicadas hace poco; los demócratas aseguran que hay un subregistro de la población hispana.

Minnesota comenzó su labor de divulgación del censo de 2020 en 2015, para lo cual convocó a gobiernos locales, fundaciones y empresas para estimular la participación. California destinó 187 millones de dólares desde 2019 para contar a sus habitantes. Y tan solo la ciudad de Nueva York gastó 40 millones de dólares en publicidad, mensajes de texto y eventos relacionados con el censo.

En cambio, Texas no invirtió en un programa para el censo sino hasta septiembre pasado y destinó 15 millones de dólares meses después de iniciado el recuento. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo en 2019 que el estado no “intervendría” para ayudar a contar a los ciudadanos, antes de acceder al último momento la creación de un comité sin fondos en enero pasado. Y Arizona gastó menos de 1,5 millones de dólares en los esfuerzos del censo en el que sigue siendo uno de los estados de más rápido crecimiento.

Las maneras tan distintas en las que los estados ejecutaron las tareas relativas al censo o que hayan considerado que no eran tan prioritarias tendrán repercusiones significativas en el poder de cada estado en el Congreso y en sus votos en el Colegio Electoral durante el primer decenio del 2020. Si bien los resultados de la Oficina del Censo publicados el lunes mostraron que la región del Oeste y el Cinturón del Sol siguen creciendo en población, las ganancias políticas fueron más sutiles de lo esperado.

Arizona, Florida y Texas —estados gobernados por los republicanos que dedicaron relativamente pocos recursos al censo— terminaron cada uno con un escaño menos en la Cámara de Representantes de lo que había previsto la Oficina del Censo, mientras que Minnesota y Nueva York, controlados por los demócratas, tuvieron mejores resultados de los esperados.

La actitud adoptada por los tres estados del Cinturón del Sol, más indiferente, ha causado dudas sobre si los líderes republicanos limitaron el peso político de sus estados al no hacer lo suficiente para fomentar la participación. Y como esos estados tienen una de las mayores poblaciones hispanas del país, el censo ya está suscitando un debate sobre si ese grupo puede haber sido subestimado en el registro de manera significativa.

“Es demasiada coincidencia que se trate de tres estados con grandes poblaciones latinas y que sean tres estados en los que los gobernadores republicanos no invirtieron en sus propias estrategias de divulgación”, comentó en referencia a Texas, Florida y Arizona Arturo Vargas, director general de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos. “Aquí hay mucho que hacer: ¿qué impacto tuvieron las inversiones estatales? ¿Qué impacto tuvo la pandemia? Hay demasiadas preguntas como para aceptar la cifra sin más”.

Eric Holder, el exfiscal general de Estados Unidos que dirige el National Democratic Redistricting Committee (Comité Nacional Democrático de Redistribución de Distritos) —que colabora con los esfuerzos del partido en las legislaturas estatales, las cuales controlan la redistribución de distritos en la mayoría de los estados— citó el posible efecto disuasorio de las políticas migratorias restrictivas del expresidente Donald Trump. Comentó que los intentos del gobierno de “usar como arma” política el censo, incluyendo la presión de Trump, que al final resultó infructuosa, para incluir una pregunta relativa a la ciudadanía, podría haber desalentado a los hispanos en los estados del Cinturón del Sol de contestar las encuestas.

Las cifras del censo de 2020, comentó, siempre serán sospechosas.

“Solo me pregunto si tuvo el impacto de suprimir el recuento, en particular en la comunidad hispana”, dijo Holder el martes. “No estoy seguro de que haya alguna manera de probar eso o de determinar si es cierto o no, pero creo que eso es algo que siempre nos vamos a preguntar”.

Adam Kincaid, director general del National Republican Redistricting Trust (Fideicomiso Nacional Republicano de Redistribución de Distritos), cuyo puesto es equivalente al de Holder, dijo que las diferencias entre las proyecciones del censo y las cifras finales causan sospechas sobre las cifras y podrían disminuir la confianza en el censo y en el gobierno en general. Arizona, Florida y Texas obtuvieron un escaño menos de lo previsto en la Cámara de Representantes y Minnesota, Nueva York y Rhode Island recibieron un escaño más de lo esperado.

La Oficina del Censo, comentó Kincaid, no ha sido transparente en cuanto a las razones por las que sus proyecciones estaban tan erradas en esos estados.

“Está inyectando más incertidumbre en un proceso ya incierto”, afirmó Kincaid en una entrevista el miércoles. “En un momento en que la fe y la confianza general de los estadounidenses en el gobierno es baja, este censo solo va a exacerbar eso”.

La Oficina del Censo declaró en octubre pasado que había censado el 99,7 por ciento de las viviendas del país.

Tom Bonier, director general de TargetSmart, una empresa de datos demócrata, señaló que si las ganancias inferiores a las esperadas en los estados fronterizos eran el resultado de subregistros importantes, en particular entre los latinos, las poblaciones hispanas se verían perjudicadas. “Lo que se va a ver es una disminución de la representación de esas comunidades y una disminución del financiamiento para esas comunidades”, dijo. “Eso facilita que los republicanos elaboren mapas favorables para ellos en esos estados”.

Debido a que el proceso de recuento se retrasó por problemas en el procesamiento de datos, la Oficina del Censo no publicará los datos sobre raza y etnia hasta septiembre. Una vez que se hayan comunicado esas cifras, las legislaturas y las comisiones podrán empezar a trazar los límites de los distritos legislativos del Congreso y de los estados, un proceso político crucial que es el centro de una persistente fricción partidista porque puede determinar el equilibrio de poder en el Congreso.

Los resultados pueden ser un ejemplo de alto riesgo de cómo los estados obtienen aquello por lo que han pagado.

Arizona, Florida y Texas tuvieron tasas de autorrespuesta al censo por debajo del promedio nacional, que fue del 67 por ciento, según la Oficina del Censo. California, que gastó 187 millones de dólares en una campaña para invitar a sus residentes a completar los formularios del censo y tiene la mayor población hispana del país, tuvo una tasa de autorrespuesta del 70 por ciento. Aun así, el estado perdió un escaño en el Congreso por primera vez en su historia.

Minnesota, que lideró la tasa de autorrespuesta del país con un 75 por ciento, comenzó su campaña cinco años antes y creó una coalición de más de 300 organizaciones y gobiernos locales que se pusieron en contacto con más de 1,3 millones de personas, aproximadamente el 23 por ciento de la población del estado.

“Había mucha energía y entusiasmo”, comentó Susan Brower, demógrafa del estado de Minnesota, que supervisó la campaña del censo del estado. “Había unejército de nerds interesados en el censo”.

La tasa de autorrespuesta de Minnesota fue superior a la de 2010, aun cuando el promedio nacional cayó 7 puntos porcentuales en medio de la pandemia de coronavirus.

Brower afirmó que en las últimas semanas había hecho presentaciones sobre el censo a la delegación del Congreso del estado en las que predijo que Minnesota podría mantener sus ocho escaños en la Cámara. “Me he encontrado con escepticismo”, dijo. “He estado diciendo todo el tiempo que es posible. Me sorprendió gratamente, pero no me ha impactado para nada”.

Al mismo tiempo, en Florida, donde el gobernador DeSantis descartó inicialmente las obligaciones del censo del estado, la tasa de autorrespuesta fue del 64 por ciento, por debajo de la media nacional. Patricia Brigham, la presidenta de la Liga de Mujeres Votantes de Florida, dijo que no estaba sorprendida.

“En enero, el gobernador DeSantis anunció que Florida formaría un comité estatal para crear conciencia para el censo, y después de eso no escuchamos nada más al respecto”, dijo Brigham. “Si esto condujo o tuvo algo que ver con un recuento insuficiente, el gobierno perjudicó al estado de Florida”.

Una portavoz de DeSantis dijo que el estado hizo un trabajo significativo para “equipar, alentar y potenciar la participación” en el censo, y señaló que mientras Nueva York y California gastaron significativamente, ambos perdieron puestos.

José Garza, el abogado de derechos electorales del caucus legislativo mexicoestadounidense en Texas, dijo que, durante décadas, los líderes políticos del estado no habían logrado llegar a suficientes personas para contar por completo a los residentes latinos.

“Esto es algo que nos preocupaba a todos, que el estado de Texas no haya destinado muchos recursos a la vinculación”, comentó Garza. “Creo que es bastante obvio que la mayor parte del crecimiento, o todo el crecimiento, proviene de la población minoritaria. Está bastante claro que ha habido un grave subregistro”.

Arizona, que se esperaba que obtuviera otro escaño en el Congreso, es uno de los estados de más rápido crecimiento del país. Sin embargo, por segunda vez, el estado se situó por debajo de su estimación, dijo Mike Noble, jefe de encuestas de OH Predictive Insights, un grupo de investigación no partidista con sede en Phoenix. El clamor se silenció en 2010, ya que el estado recibió un escaño adicional en el Congreso ese año.

“No hay suficiente oferta de viviendas en Arizona en este momento”, dijo Noble. “Pero nos quedamos cortos de nuevo, y no conseguimos un escaño, así que por supuesto hay una gran indignación. La pregunta es por qué, y no vamos a saberlo realmente durante meses”.

Funcionarios y activistas coincidieron en que las cifras de la Oficina del Censo dadas a conocer la semana pasada podrían no entenderse del todo hasta que se den a conocer los desgloses raciales y étnicos bloque por bloque en otoño.

“Eso nos dará una imagen mucho más clara”, dijo Vargas, del grupo Latino Elected Officials. “Pero solo por las cifras iniciales, me huele a humo”.



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