Formato de impresión


¿Cómo prevenir la próxima pandemia? Aquí tres nuevas iniciativas prometedoras.


2021-09-07

Editorial, The Washington Post

El mundo no estaba preparado cuando la pandemia nos tomó de sorpresa. En palabras de un informe redactado para la Organización Mundial de la Salud (OMS), esto no solo fue un desastre, sino un desastre evitable. Hubo “eslabones débiles en cada punto de la cadena de preparación y respuesta”. En particular, “el sistema de alerta fue demasiado lento… y demasiado dócil”. En Estados Unidos y en el extranjero ya se están poniendo en marcha nuevas iniciativas importantes para enfrentar estas debilidades, con la esperanza de prevenir otra catástrofe.

Las lecciones de la pandemia son crudas, al igual que las extraídas en las luchas contra los graves brotes de influenza, ébola y zika en las últimas dos décadas. Una respuesta rápida es fundamental para adelantarse a la amenaza de la propagación, así como la transparencia, es decir, el intercambio de información a través de las fronteras. Como dijo Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, el mundo debe reaccionar “a la primera señal posible”. Esto exige no solo estar preparado para responder sino también establecer sistemas de vigilancia que puedan generar esa señal. Lo único que se mueve más rápido que un virus son los datos, señaló Ryan, y el mundo debería aprovechar eso.

Tres nuevas iniciativas prometedoras esperan lograrlo. La OMS ha anunciado la apertura en Berlín del Centro de Inteligencia sobre Pandemias y Epidemias, financiado con 100 millones de dólares de Alemania, para sacar provecho de diversas disciplinas y tecnologías para compartir mejor los datos y proporcionar las herramientas necesarias para “pronosticar, detectar y evaluar los riesgos de epidemias y pandemias”. El centro estará dirigido por Chikwe Ihekweazu, quien en la actualidad es el director general del Centro para el Control de Enfermedades de Nigeria. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos anunciaron el 18 de agosto la creación de un nuevo Centro de Pronóstico y Análisis de Epidemias diseñado para promover el uso de “datos de salud pública de nueva generación” para mejorar la toma de decisiones sobre la salud pública. El director de ciencia del nuevo centro será Marc Lipsitch, profesor de epidemiología en Harvard. Por último, la Fundación Rockefeller ha establecido el Instituto de Prevención de Pandemias, dirigido por Rick Bright, con el objetivo de utilizar datos para ayudar al mundo a “contener cualquier amenaza de pandemia dentro de los 100 días posteriores a un brote”. El instituto está enfocado en expandir la capacidad de secuenciación genómica e intercambio de datos para ayudar a las comunidades a tener una respuesta inicial más eficaz a los brotes.

Aún queda mucho por hacer. La Operación Warp Speed creó un modelo para el desarrollo y la fabricación acelerada de vacunas, y los resultados deben estudiarse para futuros brotes (junto con su falta de suficiente atención a la vacunación masiva). Eric Lander, asesor científico de la Casa Blanca, sugirió hace poco en The Washington Post que los objetivos para el futuro también podrían incluir la creación de sistemas de alerta temprana para detectar nuevas amenazas biológicas poco después de que surjan, y el desarrollo de diagnósticos que sean lo suficientemente simples y económicos para pruebas diarias caseras.

La pandemia ha demostrado que ninguna persona es inmune ni está aislada de la amenaza. Para estar preparados para la siguiente, cualquier respuesta eficaz debe trascender las fronteras y funcionar a la velocidad de los datos. Con suerte, estas nuevas iniciativas lograrán avances hacia esos objetivos.



Jamileth


� Copyright ElPeriodicodeMexico.com