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Muere un buen amigo, dolor y tristeza, por Manuel Rodríguez Gordillo
Luis Martínez Wolf Con profunda tristeza y dolor, escuche hoy por la mañana, la infausta noticia de la muerte del Almirante Manuel Rodríguez Gordillo, tal vez sufrí confusión, pero ayer por la tarde creí verlo en su acostumbrado paseo, reunión diaria que acostumbraba con un grupo de amigos, reunidos junto al muro del Boulevard cercano a la Escuela Náutica y sitio donde anclan los pescadores sus lanchas, Manuel era infaltable a esa reunión y yo, que acostumbro también al diario paseo, pero a bordo de mi vehículo, extendía diario la mano para saludarle de pasada. Ignoro al momento la causa de su muerte, Manuel era un tipo sano, en algunas ocasiones me comentaba que le preocupaba la función cardiaca, pero no le daba mayor importancia y se comportaba con la alegría y cordialidad de siempre, sin rencores por agravios pasados, haciendo gala de su buen humor cuando se refería a una desagradable decisión que había tenido que soportar por causa injustificada, lo hacía con cierta actitud de tranquilo desagravio a los responsables del castigo. Comentaba con cierta alegría, que la pena impuesta por decisión de sus jefes en la Armada, le había sido de gran beneficio para su formación militar, paso tres o cuatro años en las islas Revillagigedo, según sus castigadores, como pena impuesta derivada del fuero militar naval, pero para Manuel, fue un premio, le permitió cambiar la estructura de aislamiento, considerado para quienes vivian en las islas, en una oportunidad de conformar una estructura operativa en las islas, llenó de lustre su actitud y formación de marino militar, me comentaba que sus mejores días en la vida, los había pasado en las Islas, trabajando para conformar una estructura productiva en un área considerada por las fuerzas navales como área de castigo, insufrible para los castigados, pero un deleite de trabajo creativo para el Almirante Manuel Rodríguez Gordillo. Vivió Manuel con alegría creativa, nunca le oí hacer reclamos por lo que se le impuso hacer, o lo que el decidió hacer, siempre disfrutando su existir y feliz de lo que hacía. Buena mar y mejores vientos para tu travesía al mas allá, llévala como lo que tanto te gustó, vivir la mar y disfrutar tu profesión. Con afecto y buenos sentimientos. Tu amigo JMRS |
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