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El volcán de La Palma no desfallece: “El fin está lejos, hay erupción para un tiempo medio-largo”
Guillermo Vega | El País El Paso (La Palma) - El volcán de Cumbre Vieja reclama toda la atención en el 50º aniversario de la erupción del Teneguía. Hace medio siglo, aquella erupción causó daños leves gracias a su cercanía al mar y su duración escasa de 24 días. El de Cumbre Vieja cumple ya 37 días y no muestra signos de flaqueza. “El fin de la emergencia está lejos”, ha sentenciado este mediodía el director técnico del Plan de Emergencias Vulcanológicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende. “Hay erupción para un tiempo medio-largo”. El portavoz argumentaba esta gris afirmación con el dato de emisión de dióxido de azufre, que en las últimas horas se ha disparado y ha registrado valores de hasta 40,800 toneladas diarias. Para que se considere cercano el fin, la emisión debería bajar por debajo de unas 100 toneladas diarias. Otro dato que puede ser indicativo del vigor del volcán es la deformación del terreno, que en zonas próximas al cono se ha incrementado verticalmente en 10 centímetros. En las estaciones de medición más alejadas, por contra, esas deformaciones están en retroceso hasta su posición inicial. Han sido horas intensas en la zona cero de la erupción. Comenzaba la noche del lunes y el cono volcánico sufrió uno de sus mayores desplomes desde que comenzó la erupción el pasado 19 de septiembre. Este evento ha propiciado la salida de una gran cantidad de lava, arrastrando consigo grandes bloques, según ha explicado la directora del Instituto Geográfico Nacional, María José Blanco. Esta lava está siguiendo el camino macado por las primeras coladas, y se ha dedicado a “rellenar las islas”, según las palabras de Morcuende, “que habían quedado de coladas anteriores”. La ruptura del tabique ha provocado que el volcán cambie totalmente de apariencia de un día para otro y que haya aumentado su carácter estromboliano (caracterizado por las explosiones y la emisión de piroclastos —material sólido—). Las detonaciones provenientes del cono son perfectamente perceptibles a lo largo de todo el valle de Aridane, en el que se alojan los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte. Efectos limitados Por ahora, el mayor aporte de lava que brota del subsuelo ha tenido efectos limitados sobre la población. El sistema europeo de satélites Copernicus calcula en 906,8 hectáreas la superficie arrasada por la lava del volcán de La Palma, apenas media hectárea más en un intervalo de 20 horas. Esta última medición se ha efectuado este martes a las 12.30, hora canaria, y mantiene invariable la cifra de edificaciones destruidas, 2.162, y la de 124 posiblemente afectadas, un número que no solo engloba inmuebles, sino que también incluye, por ejemplo, cuartos de apero o incluso piscinas. Tampoco cambia la estimación del daño que las diferentes coladas han provocado en las carreteras de la isla: han desaparecido 66,2 kilómetros y otros 3,4 se han visto parcialmente dañados. La ansiedad va a permanecer instalada en los vecinos de La Laguna (Los Llanos de Aridane), a pesar de que la colada que ataca el centro de la ciudad sigue detenida desde hace casi una semana y que, incluso, comienza a tomar dirección suoreste, lo que la alejaría de las viviendas. “Pero si hay una carga de material suficiente”, ha matizado Morcuende, “también puede iniciar su camino por el norte de la Montaña de La Laguna”. Este fue el camino previsto que obligó a tomar la decisión de evacuar el centro del barrio y otras zonas aledañas a partir del 12 de octubre pasado. Los habitantes de El Corazoncillo (barrio entre Los Llanos de Aridane y El Paso), la zona acechada por las nuevas lenguas que comenzaron a discurrir durante el fin de semana, también pueden respirar, al menos por ahora. Estas nuevas coladas se han detenido a 250 metros de las viviendas. ¿A dónde va entonces toda la lava que mana de Cumbre Vieja? Fundamentalmente a alimentar la primera colada de todas, tanto por superficie como por tubos lávicos, y a hacer crecer la fajana o delta lávico que se creó cuando la lava contactó con el mar el 28 de septiembre. Actividad sísmica Los seísmos sentidos no ayudan a la tranquilidad de los palmeros. Tanto la noche del lunes como el día del martes han sido escenario de violentas explosiones, cielos rojos teñidos por las coladas y temblores de tierra. “Hoy tenemos una sismicidad o similar o ligeramente inferior a la de ayer [lunes]”, ha explicado el portavoz del Pevolca. Se han registrado 15 seísmos que han sido sentidos por la población, uno de ellos a 36 kilómetros de profundidad, con una magnitud de 4,2 y una intensidad IV, en la Villa de Mazo. La intensidad mide cómo perciben los ciudadanos y las infraestructuras cada movimiento. La escala en este caso va de I a XII, y un IV es moderado: se aprecia dentro de los edificios, se nota en puertas y ventanas y los coches estacionados se agitan. La magnitud, por su parte, barema la fuerza del terremoto, independientemente de cómo se sienta en la superficie. Todo parece indicar que los terremotos van a seguir presentes en la vida de los palmeros, con seísmos que pueden llegar a alcanzar intensidades de hasta VI (fuerte), aunque no es seguro que esto suceda. Si se alcanza este grado, el terremoto sería sentido por toda la población de la isla. Cuando esto ocurre, son frecuentes los casos de pánico entre los ciudadanos y resulta difícil caminar o sostenerse. Aniversario del Teneguía El calendario ha querido que el volcán de Cumbre Vieja siga activo el día en que se cumple medio siglo desde que la tierra se abriera en el sur de la isla de La Palma y surgiera el Teneguía, que fue, hasta el 19 de septiembre pasado, el último en territorio español. La erupción de hace medio siglo fue relativamente corta; de hecho, fue la más breve de las que ha habido en Canarias, sobre todo si se la compara con la que duró seis años en el siglo XVIII en el que hoy es el Parque Nacional de Timanfaya, en Lanzarote. Los daños provocados también son cuantiosamente distintos. Entonces, el volcán produjo daños materiales a los cultivos de vid de la zona y destruyó una playa, aunque también creó una nueva. La valoración final de pérdidas fue de seis millones de pesetas (unos 400,000 euros de hoy, según el conversor de Business Insider), fundamentalmente en vías de comunicación, cultivos y algunas viviendas, según informaba entonces La Vanguardia. También se vivieron momentos de angustia en la evacuación de 28 barcos de pesca en la playa del Faro. Cumbre Vieja ha mostrado una cara mucho menos amable: 1.291 inmuebles han caído por la lava, el 85% de uso residencial, según los datos catastrales, una cifra que es siempre es mucho menor que la que refleja Copernicus. Aun así, la factura no para de crecer. Jamileth |
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