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La extraña saga de Huawei


2021-11-03

Shira Ovide | The New York Times

Es posible que solo estés algo familiarizado con Huawei, la gran compañía tecnológica china que ha estado en la mira de Estados Unidos.

Huawei es una prueba de cómo el gobierno estadounidense intenta mantener al país sólido, seguro y a la vanguardia a medida que el futuro de la tecnología se vuelve menos estadounidense. Huawei también podría ser un ejemplo de cómo en Estados Unidos los funcionarios asumen una postura dura pero dispersa contra China, mientras dejan vulnerable a su país de otras maneras.

Déjame explicarte más sobre Huawei, por qué Estados Unidos mantiene en la mira a la compañía y qué significa todo esto para los estadounidenses y el resto del mundo.

Qué hace Huawei

Huawei vende teléfonos inteligentes y equipo que ayuda a formar la red troncal para telefonía e internet. La compañía se fundó a fines de la década de los ochenta y su ascenso como uno de los primeros éxitos corporativos verdaderamente globales de China ocurrió a la par de la transformación económica y tecnológica del país.

La compañía ha sido un imán para las críticas de que copia los diseños de sus competidores extranjeros, de que intentó evadir leyes estadounidenses que prohíben hacer negocios con Irán y de que ayudó a líderes en algunos países a espiar a sus ciudadanos.

La acusación más grave de parte de funcionarios del gobierno estadounidense es que Huawei es inseparable del Partido Comunista de China. Estados Unidos ha indicado durante años que los equipos para internet de Huawei podrían ser usados como un portal para que el gobierno chino espíe o sabotee partes esenciales de la red en cualquier conflicto futuro. Huawei ha dicho de manera consistente que esos temores son infundados y que el gobierno estadounidense nunca ha proporcionado pruebas oficiales de sus acusaciones.

El gran ataque a Huawei

Hasta hace algunos años, era un empate. En muchos países fuera de Estados Unidos, las compañías compraban mucho del equipo para internet de Huawei y las personas adquirían muchos de sus teléfonos inteligentes. Sin embargo, en Estados Unidos, el gobierno en su mayor parte mantenía fuera los productos de Huawei.

El gobierno de Donald Trump puso en efecto dos medidas que alteraron el statu quo.

Primero, funcionarios estadounidenses intentaron persuadir a más países de que no usaran equipo para internet de Huawei en las redes de comunicación móvil 5G de última generación. Segundo, Estados Unidos impuso límites estrictos a la capacidad de Huawei de comprar chips para computadoras y otra tecnología. El gobierno de Joe Biden ha continuado más o menos con dichas políticas.

Las ventas de teléfonos de Huawei comenzaron a irse al suelo a medida que la compañía no podía conseguir componentes importantes y algunos países han decidido no comprar equipo para internet de Huawei. El negocio de Huawei todavía es saludable, pero está empeorando. Hay otros culpables de las dificultades que enfrenta Huawei, pero las políticas del gobierno estadounidense son un factor significativo.

¿Qué es el Gran Trato?

Es probable que a la mayoría de los estadounidenses no les importen los problemas de una compañía extranjera y casi nadie en Washington quiere ponérsela más fácil a China o a las empresas chinas.

No obstante, quiero que los estadounidenses piensen sobre si las políticas usadas contra Huawei, en nuestra representación, son los usos más efectivos de la atención y el poder del gobierno.

Samm Sacks, una especialista en ciberpolíticas del grupo de expertos New America, dijo que la política de Estados Unidos hacia Huawei estaba desorganizada y podría estar distrayendo a los líderes de otras vulnerabilidades.

Sacks dijo que dejar fuera al equipo de Huawei del centro de la infraestructura crítica de Estados Unidos podría ser la medida adecuada para asegurar las redes esenciales de comunicación del país, pero que los funcionarios de gobierno necesitaban hacer mucho más. Prohibir el acceso a Huawei no ha detenido el número creciente de ciberataques peligrosos a las corporaciones y agencias gubernamentales estadounidenses, así como a los hospitales, los sistemas de agua y a los proveedores de energía, por ejemplo.

Por supuesto, la política de Estados Unidos también podría combatir esos riesgos. Sin embargo, ha sido más sencillo para Estados Unidos ser duro contra China que abordar problemas complejos en su propio país.

“Poner mano dura contra Huawei no resolvió el problema de mantener las redes protegidas y seguras”, mencionó Sacks. “Solo me preocupa que esta sea una oportunidad perdida para fijar estándares de seguridad más sólidos”.

Además, dijo, ¿por qué no se le debería permitir a Huawei comprar partes para teléfonos inteligentes que podrían ser vendidos en Francia o para las torres de telefonía celular en Latinoamérica?

El panorama más amplio

Durante el último medio siglo, muchas de las tecnologías más importantes del mundo fueron dominadas por compañías en Estados Unidos o en países aliados. Eso está comenzando a cambiar. La aplicación de TikTok, creada por un conglomerado chino de internet, se ha vuelto popular en muchos países. (Estados Unidos intentó prohibirla debido a preocupaciones por la seguridad, pero se olvidó de esos planes). Las compañías chinas tienen ambiciones de vender vehículos eléctricos y tecnología de energías limpias a más partes del mundo.

El gobierno estadounidense tendrá que decidir cómo responder de la mejor manera a la tecnología que no fue diseñada dentro de sus fronteras. Es probable que sancionar a compañías individuales no lo resuelva todo.
 



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