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Britney Spears se sentía atrapada, y su gerente de negocios se beneficiaba


2021-12-20

Liz Day, Emily Steel, Rachel Abrams, Samantha Stark | The New York Times

A principios de 2008, una empresa pequeña de Tennessee con grandes aspiraciones concedió un préstamo al padre de Britney Spears, que durante años había tenido problemas financieros.

Menos de un mes después —tras consultar con el propietario de la empresa, Tri Star Sports & Entertainment Group—, James P. Spears, conocido como Jamie, hizo que su hija quedara bajo una tutela, un acuerdo legal reservado por lo general a personas incapaces de cuidar de sí mismas o de trabajar. Él ejercería un gran poder sobre su vida y sus finanzas.

Al poco tiempo, Jamie Spears envió a su hija a una gira internacional de 97 espectáculos. Y contrató a Tri Star, a quien todavía debía al menos 40,000 dólares, para que gestionara su negocio.

Durante la década siguiente, ese encargo generaría millones de dólares para Tri Star y ayudaría a transformar la compañía y a su propietaria, Louise Taylor, en una de las principales gestoras del mundo del espectáculo, con clientes que incluyen a las Kardashian.

En la actualidad, Taylor se enfrenta a preguntas, por parte de los abogados de Britney Spears y otros, sobre cuánto dinero ganó como gerente de negocios de la estrella del pop y si se enriqueció de manera indebida.

La tutela, a la que un juez de California puso fin el mes pasado, tenía por objeto proteger a Britney Spears de la explotación financiera.

No obstante, la estrella del pop ha dicho que a veces se sentía coaccionada a trabajar. Cuanto más trabajaba, más dinero generaba, y más dinero iba a parar a los abogados, representantes, agentes y otros guardianes que la rodeaban, en parte, gracias a una serie de acuerdos financieros inusuales.

En el centro de todo ello estaba Taylor, según una investigación del New York Times basada en archivos judiciales, registros financieros, documentos de la empresa y entrevistas con más de 70 personas familiarizadas con la tutela, Taylor o sus negocios.

Se calcula que en Estados Unidos hay 1,3 millones de tutelas, también conocidas como curatelas. A los tutores se les conceden amplios poderes sobre la vida de una persona vulnerable y se les exige que actúen en su mejor interés.

Según las normas judiciales de California, “el tutor debe evitar cualquier interés o relación personal, empresarial o profesional que sea o pueda percibirse razonablemente como egoísta o adversa al interés superior de la persona protegida”.

El caso de Britney Spears pone de manifiesto que eso no siempre ocurre y se produce en medio de crecientes llamados a favor de reformar un sistema que puede victimizar en lugar de proteger.

“La tutela debería ser el último recurso”, comentó su abogado, Mathew Rosengart, en agosto. No debería ser “una herramienta para el enriquecimiento de terceros”.

Un barco llamado ‘Perfect’

Taylor creció en el norte del estado de Nueva York. A los 20 años, consiguió un trabajo como contadora en Rochester, Nueva York. Rob Taylor trabajaba como dibujante en el mismo edificio. La pareja se conoció en una campaña de donación de sangre y se casó en 1989 en su barco de 6,4 metros llamado ‘Perfect’.

La pareja se trasladó a Florida al año siguiente. Louise Taylor se incorporó a una empresa de gestión que representaba a artistas. En 1993, fundó Tri Star Accounting Group para atender a clientes similares.

Algunos de sus primeros clientes eran atletas aficionados que se hicieron profesionales. En 2000, Louise Taylor vendió el negocio a la empresa de contabilidad Gilman Ciocia.

Los ejecutivos de Gilman no tardaron en sospechar que Louise Taylor estaba ocultando dinero que se le debía a la empresa, según Michael Ryan, un alto ejecutivo de la época, y otra persona familiarizada con lo sucedido. Los abogados de Gilman buscaron en sus archivos y al final ella accedió a pagar el dinero en cuestión.

No hubo ninguna demanda ni registro oficial de las acusaciones. Las dos empresas acordaron separarse en julio de 2001. Louise Taylor pudo empezar de nuevo.

‘Esto apesta a conflicto’

A finales de 2001, los Taylor habían llegado a Brentwood, Tennessee. Rob Taylor fundó una sección de Calvary Chapel, una red independiente de iglesias. Él era el pastor; ella era la “líder del ministerio femenino”, y se unió a la junta directiva.

Louise Taylor también constituyó Tri Star Sports & Entertainment Group y, en 2002, cofundó Stonebridge.

Stonebridge era pequeña. Solo tenía unos pocos empleados y, hasta 2006, gestionaba menos de 10 millones de dólares. Sin embargo, en poco tiempo, la nueva empresa consiguió una de las mayores celebridades del mundo: Britney Spears.

La hermana menor de la estrella del pop, Jamie Lynn Spears, que en 2005 protagonizó una serie de Nickelodeon, “Zoey 101”, también se convirtió en cliente de Tri Star, al igual que su padre.

Britney Spears comenzó a tener problemas en público. En 2006, solicitó el divorcio del padre de sus hijos y acabó perdiendo la custodia. En enero de 2008, fue hospitalizada en dos ocasiones con retenciones psiquiátricas involuntarias.

Su padre —que se había declarado en bancarrota, luchaba contra el alcoholismo y se enfrentaba a acusaciones de abusos físicos y verbales— en gran medida había estado ausente de la vida de su hija, pero en ese momento volvió a aparecer.

En la época en que su hija fue hospitalizada, Jamie Spears recibió un préstamo de al menos 40,000 dólares de Tri Star.

El 1.° de febrero, tras discutir el asunto con Louise Taylor, Jamie Spears solicitó a un tribunal de California establecer una tutela, según muestran los registros judiciales.

Sus abogados argumentaron que Britney Spears era incapaz de cuidar de sí misma y era vulnerable a la explotación. La jueza, Reva Goetz, aprobó la solicitud.

Britney Spears recibía en un principio 1500 dólares a la semana. Jamie Spears cobraría unos 6 millones de dólares a lo largo de la tutela.

La existencia del préstamo de Tri Star, del que no se había informado antes, es preocupante, señaló Anthony Palmieri, presidente entrante de la Asociación Nacional de Tutela, que representa a los tutores.

“Me hace preguntarme dónde está la lealtad”, comentó Palmieri, que también es el investigador en jefe de tutelas del secretario del condado de Palm Beach, Florida. Y añadió: “Esto apesta a conflicto de intereses”.

El circo

Según la ley de California, las tutelas están reservadas a las personas que no pueden alimentarse, vestirse o vivir solas.

Solo meses después de argumentar que su hija estaba incapacitada, Jamie Spears la obligó a realizar una gira de ocho meses llamada “Circus”. Se contrató a Tri Star para que fuera el director comercial de la gira. La gira recaudó casi 130 millones de dólares.

En diciembre de 2009, Tri Star estaba finalizando un contrato para convertirse en el gestor no solo de la gira, sino también del patrimonio de Britney Spears.

Tri Star recibiría el cinco por ciento de los “ingresos brutos ajustados por entretenimiento” de Britney Spears, según Charles Harder, abogado de Louise Taylor, que no quiso explicar qué significaba eso.

En ese entonces, Stonebridge comenzó a proporcionar asesoramiento financiero a la tutela en relación con tres cuentas mantenidas en otra empresa.

Louise Taylor era entonces propietaria de la mitad de Stonebridge, según los archivos de valores obtenidos a través de una solicitud de registros públicos.

La cuestión es si Stonebridge fue seleccionada porque era la más adecuada para atender a Britney Spears o porque Louise Taylor tenía una participación en la empresa, dijo Michael Ueltzen, contable forense y examinador de fraude certificado.

Louise Taylor vendió su participación en Stonebridge en 2013. Los términos no fueron revelados.

El acuerdo incluía una cláusula en la que Louise Taylor remitiría a los clientes a Stonebridge, aunque también podía dirigirlos a otros asesores de inversión, dijo Harder.

A partir de 2016, Tri Star y Stonebridge compartieron clientes como las estrellas de la música country Martina McBride, Brian Kelley y Tyler Hubbard.

En abril de 2020, Stonebridge suscribió un acuerdo de asesoramiento remunerado con Jamie Spears en su calidad de tutor.

El abogado de Britney Spears en ese momento, Samuel Ingham, había expresado anteriormente su preocupación por los vínculos entre Tri Star y Stonebridge, según una presentación judicial. En respuesta, Geraldine Wyle, abogada de Jamie Spears, escribió que Stonebridge era “independiente” y “no estaba afiliada a” Tri Star.

La presentación no mencionó que Louise Taylor cofundó y fue propietaria de la mitad de Stonebridge.

8,08 dólares por galletas

Dos exejecutivos de alto nivel de Tri Star dijeron que las finanzas de la empresa se mantenían en un secreto tan estricto que no tenían acceso a información básica como los balances y las cuentas de ingresos de la empresa.

Una de las cuentas más secretas de Tri Star pertenecía a Britney Spears. Cada año, los contables de Tri Star llevaban a cabo una larga contabilidad de su patrimonio por mandato judicial.

Los documentos resultantes eran a la vez muy específicos y ambiguos. Enumeraban algunos de los gastos de la artista con todo lujo de detalles: 4,98 dólares en Walmart, 8,08 dólares en una tienda de galletas Mrs. Fields.

Sin embargo, la tutela ha reconocido que no estaba proporcionando una descripción completa de todas las transacciones del patrimonio.

Las versiones públicas de los documentos judiciales, que están muy detalladas, no muestran cuánto dinero recibió Tri Star del patrimonio.

Bautizados en el río

Jamie Spears y los Taylor son cercanos. En 2017, Rob Taylor bautizó a Jamie Spears y Louise Taylor en el río Jordán, en Israel.

Jamie Spears entregó en ocasiones el diez por ciento de los ingresos de su tutela a la Calvary Chapel Brentwood de los Taylor, según un documento financiero de 2010.

No fue el único dinero procedente de Britney Spears que se destinó a causas religiosas vinculadas a los Taylor.

Antes de que comenzara la tutela, Britney Spears creó la Fundación Britney Spears.

A los dos años de la tutela, la fundación se cerró. Los registros fiscales muestran que uno de sus últimos pagos fue de 42,000 dólares a Mercy Ministries, un grupo cristiano con sede en Tennessee que trabaja con mujeres jóvenes con depresión, embarazos no planificados y otros problemas.

Los Taylor han donado dinero a Mercy, y Mercy ha donado a Calvary.

Nina Biggar, exdirectora de la fundación de Spears, dijo que se sorprendió al enterarse de su contribución a Mercy. Dijo que Britney Spears había querido que la fundación se mantuviera alejada de las causas religiosas.

“No habría aconsejado que recibieran fondos”, señaló.

Desde que comenzó la tutela, Britney Spears ha realizado dos giras internacionales, ha publicado cuatro álbumes y ha sido jueza en el programa de telerrealidad “The X Factor”.

En 2016, en medio de una exitosa residencia de cuatro años en un casino de Las Vegas, Britney Spears dijo a un investigador designado por el tribunal que quería que la tutela terminara. “Está ‘harta de que se aprovechen de ella’”, escribió el investigador.

En 2019, la tutela entró en crisis. En enero, Britney Spears canceló una segunda residencia prevista en Las Vegas y anunció un “paro laboral indefinido”. A continuación, ingresó en un centro de tratamiento de salud mental en lo que dijo que era un internamiento involuntario.

La cancelación fue costosa para Tri Star, que iba a recaudar el cinco por ciento de los ingresos.

Los documentos judiciales muestran que Louise Taylor pidió entonces a Jamie Spears que cambiara la estructura de la compensación de Tri Star para que la empresa recibiera de manera automática al menos 500,000 dólares al año. Él lo aprobó.

El encierro de Britney Spears impulsó el movimiento “Free Britney”. El ruidoso grupo de admiradores acusó a Louise Taylor de explotar a la cantante.

En junio de 2019, el bufete de abogados Sidley Austin envió una carta de cese y desistimiento en nombre de Louise Taylor a un partidario de “Free Britney” cuyo sitio web reclamaba que era difamatorio. El bufete facturó 350,000 dólares al patrimonio de Britney Spears.

Ingham pidió una revisión independiente de todos los honorarios legales facturados al patrimonio.

El patrimonio de Britney Spears también pagó a Black Box Security, que vigiló su teléfono y la grabó en secreto en su habitación, según Alex Vlasov, exempleado de Black Box.

Harder dijo que era apropiado facturar los servicios legales y de seguridad porque Louise Taylor incurrió en ellos solo como resultado de su trabajo para la herencia.

‘AMOR’ escrito con diamantes

En noviembre de 2020, Tri Star dimitió como gestor de negocios del patrimonio en medio de crecientes llamados a favor de investigar a la empresa. Harder dijo que Tri Star dimitió después de que su personal recibiera amenazas de muerte.

El Times se puso en contacto con casi 200 personas que trabajaron en Tri Star durante la última década.

Harder envió ocho cartas de cese y desistimiento al Times. Lan Vu, uno de los colegas de Harder, envió un correo electrónico a los exempleados de Tri Star, advirtiéndoles de las repercusiones legales si hablaban con el Times. Muchos empleados dijeron al Times que no hablarían porque tenían miedo de que los demandaran.

En una mañana reciente de domingo, Louise Taylor llegó al servicio en la recién remodelada Calvary Chapel Brentwood.

Una banda de rock cristiano precedió el sermón de Rob Taylor. Louise Taylor bailaba al ritmo de la música. Tenía la mano izquierda en alto, mostrando un anillo que tenía la palabra “LOVE” escrita con pequeños diamantes.

Casi tres semanas después, el juez de California puso fin a la tutela. Rosengart sigue intentando determinar cuánto dinero ganó Tri Star a través de Britney Spears.

“Estoy avergonzada por el estado de California por permitir que mi padre me hiciera trabajar tan duro como me hizo trabajar todos esos años sin nunca ver un centavo”, escribió Britney Spears en una publicación reciente de Instagram que luego fue borrada. “Me siento avergonzada por todos ellos y estoy triste por ellos porque ahora sé cuánto valgo y que soy muy valiosa”.



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