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Duhalde sobre la crisis de 2001 : "No era tan grave como la pintaban"
Buenos Aires, 31 dic (EFE).- El peronista Eduardo Duhalde, que fue elegido por la Asamblea Legislativa de Argentina como Jefe de Estado provisional tras una sucesión de cuatro presidentes en poco más de una semana, consideró en una entrevista con Efe que la crisis económica de 2001 "no era tan grave como la pintaban". Duhalde —que asumió el 1 de enero de 2002—, explicó que aunque todos veían como grave la situación, él ya decía, antes de ser presidente, que se estaba "haciendo un maremoto en una palangana". "Yo explicaba que si hacíamos las cosas bien realmente en un año salíamos" dijo, y añadió que Argentina en 2003 volvió a crecer (8,7 %) y bajó la inflación (3,7%). En 2002, el PIB cayó un 10,9 %, con una inflación del 41 % y un índice de pobreza del 57,5 %. "QUE SE VAYAN TODOS" Argentina vivió en diciembre de 2001 una de las peores crisis económicas que derivó en un estallido social y la declaración del Estado de sitio por parte del entonces presidente, el radical y ya fallecido Fernando de La Rúa, quien acabó renunciando. Tras la salida de De la Rúa dos años antes de que concluyera su mandato, hubo una serie de sucesiones, juras y asambleas legislativas con cinco presidentes en once días. "De la Rúa era muy amigo mío, un hombre de bien. Estaba convencido de que se podía seguir con la convertibilidad (que desde 1991 sostenía una paridad de 'uno a uno' entre el peso argentino y el dólar estadounidense). Entonces cada día se ponía más difícil la situación", aseguró Duhalde, que negó que el peronismo tuviera algo que ver con su renuncia. El "corralito" —las restricciones para retirar el dinero depositado en los bancos decretadas el sábado 1 de diciembre de 2001— fue la antesala de la crisis y provocó una ola de protestas y saqueos que culminaría con las violentas jornadas del 19 y 20 de diciembre y la renuncia de De la Rúa (1999-2001). Duhalde, que fue derrotado en las urnas en 1999 por De la Rúa, señaló que la gente en 2001 estaba muy enojada y dijo que el reclamo de "que se vayan todos", que unió a la sociedad argentina contra sus dirigentes políticos, se convirtió en una especie "de grito de guerra". PRIMERAS MEDIDAS Tras asumir, el exmandatario argentino (2002-2003), que fue elegido por la Asamblea Legislativa con un amplia mayoría, resaltó que se propuso cumplir con tres objetivos básicos. "El primer objetivo era pacificar el país, el segundo tener la capacidad de gobernar el país, estábamos en un momento en que el Gobierno no podía administrar el país, y el tercero cambiar el modelo económico social por uno productivo". "Yo no acepté préstamos, tampoco le pagué al Fondo (FMI), le dije que tenía que esperar, que teníamos que empezar a crecer, cosa que pasó y que el presidente que me iba a suceder iba a pagar, cosa que también sucedió", agregó. En su discurso de asunción, Duhalde prometió: "El que depositó dólares, recibirá dólares", para intentar calmar a miles de ciudadanos que tenían sus ahorros atrapados en los bancos. Pero pocos días después decretó el "corralón", la pesificación de los ahorros en dólares que afectó a cientos de miles de personas. "LA CULPA LA TENEMOS TODOS" Consultado sobre la responsabilidad de las recurrentes crisis económicas en Argentina, Duhalde contestó: "Voy a decir una cosa que cuando la digo se enojan muchos. La culpa la tenemos todos, por acción o por omisión. Los que hemos gobernado este país tenemos parte de culpa. Hay que empezar por ahí". "El FMI no tiene ninguna culpa de lo que le ocurre a Argentina. El FMI presta dinero como corresponde a los países", añadió. En este sentido, resaltó que "hay gente enojada" en Argentina por el acuerdo de auxilio financiero firmado en 2018 entre el FMI y el entonces Gobierno del conservador Mauricio Macri (2015-2019) por unos 44,200 millones de dólares, deuda que ahora Argentina no puede pagar y busca renegociar. "Pero bueno, tenemos que hacernos cargo cuando son gobiernos democráticos", agregó. UNIÓN PARA SALIR DE LA CRISIS Sobre la crisis económica actual que vive Argentina, Duhalde apuntó que "tampoco es tan difícil ahora como la pintan". "Yo creo que Argentina tiene la posibilidad de salir, pero tiene que juntarse. El sistema presidencialista con 60 partidos políticos no puede funcionar", añadió. Explicó que los latinoamericanos no han capitalizado la experiencia europea que, después de "miles de años peleándose" tras la Segunda Guerra Mundial y con millones de muertos, han decidido no pelearse más. "Hay que juntarse. Insisto en eso. Ya estoy bastante viejito, pero voy a insistir en eso mientras Dios me dé fuerzas para seguir insistiendo", zanjó. aranza |
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