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La ómicron obliga a Alemania a rebajar los pronósticos de crecimiento del PIB


2022-01-26

 

Berlín, 26 ene (EFE).- El Gobierno alemán espera este año un crecimiento del PIB del 3,6 %, una rebaja de medio punto frente a previsiones precedentes, debido en buena parte al efecto que ha tenido la variante ómicron del coronavirus, que ha hecho que los efectos de la pandemia sigan sintiéndose sobre la economía alemana.

"La revisión tiene que ver con que la pandemia, debido a la aparición de nuevas variantes, nos sigue ocupando más de lo que esperábamos en otoño pasado", dijo el ministro de Economía, Robert Habeck, ante la prensa.

Antes, ante el Parlamento, Habeck había dicho que las consecuencias de la pandemia se siguen sintiendo y muchas empresas luchan todavía con ellas aunque, agregó, "la economía alemana sigue siendo robusta" y la situación de la industria es buena, con las carteras de pedidos llenas.

"Naturalmente en el sector de servicios la situación no es tan buena debido a la restricciones pero es de esperar que a partir de abril haya una mejoría", dijo Habeck.

"Creemos que en el primer trimestre habrá un crecimiento moderado, luego habrá una aceleración y esperamos que en verano podamos volver al nivel anterior a la crisis", agregó.

Para ello el consumo privado, del que se espera un crecimiento del 6,0 %, deberá ser un factor clave.

El anterior Gobierno alemán había pronosticado en octubre -antes de la formación del actual Ejecutivo presidido por Olaf Scholz- un aumento del PIB de hasta el 4,1 % en 2022, el Bundesbank lo había situado posteriormente en el 4,2 % y los asesores del Gobierno preveían que se llegara a alcanzar hasta el 4,6 %.

Sin embargo, el crecimiento que se espera, según el informe, será suficiente para darle un impulso al mercado laboral y se prevé una reducción del paro de 0,6 puntos hasta el 5,1 por ciento.

La inflación, según el informe, se situará en el 3,3 %, pero según Habeck es de esperar que en 2023 baje al 2,0 %, con lo que alcanzaría en el nivel en el que el BCE considera garantizada la estabilidad de los precios.

Habeck añadió que ahora hay que sentar las bases para salir lo más rápido posible de la crisis y crear condiciones para que haya crecimiento, para lo que se requieren inversiones y un aumento de la eficiencia.

Para asegurar la competitividad y el bienestar a largo plazo, además, se necesita compaginar el crecimiento con la protección del clima, según el ministro.

"Esta transformación es un reto histórico pero también una gran oportunidad. Empezaremos este año a convertir paso a paso la economía social de mercado en una economía de mercado social y ecológica", aseguró Habeck cuya cartera también es responsable de la protección del clima.

El informe económico del Gobierno para 2022 tiene como título "Por una economía de mercado social y ecológica" y, además de los habituales pronósticos, describe las líneas maestras de la política económica y financiera.

La necesidad de compaginar la lucha contra la crisis climática y enfrentar el reto que implica el cambio demográfico y articular ambos desafíos con la conservación del bienestar hace, según el informe, que Alemania necesite grandes innovaciones y una alta productividad.

Para ello el Gobierno piensa dedicar el 3,5 % del PIB a inversiones en innovación y desarrollo y sacar más provecho del potencial de la digitalización.

Asimismo, el informe subraya que el ejecutivo considera que la seguridad social y económica es clave para la aceptación de las transformaciones por venir por parte de la población.

En ese contexto alude al propósito de aumentar de 9 a 12 euros la hora el salario mínimo interprofesional y las reformas planeadas en el terreno de la ayuda social.

Se trata del primer informe económico presentado por Habeck que es, a su vez, el primer ministro de Economía en la historia de Los Verdes, un partido que se creó a la sombra del célebre informe del Club de Roma y su crítica a la idea del crecimiento a cualquier precio.

Ello, y el título del informe, llevó a que Habeck fuera interrogado acerca de si en el futuro se debía pensar en sacrificar crecimiento por razones ecológicas.

"La pregunta está mal formulada. De lo que se trata es de lograr compaginar el crecimiento con, por ejemplo, la necesidad de reducir emisiones de CO2. Renunciar al crecimiento es renunciar al progreso y eso es una estupidez. Pero tampoco se puede querer un crecimiento ciego que no sea sostenible", respondió.



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