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La deuda pública de Estados Unidos supera los 30 billones de dólares por el gasto para combatir la pandemia
María Antonia Sánchez-Vallejo La deuda pública de Estados Unidos ha superado los 30 billones de dólares por el gasto provocado por la pandemia, ha informado este martes por el Departamento del Tesoro (Ministerio de Economía). El dato se conoce casi en vísperas de la primera subida de tipos de interés de la Reserva Federal (Fed), en marzo, lo que podría disparar los costes de bienes y servicios y, por consiguiente, una inflación que se halla en máximos desde 1982 (alcanzó el 7% en diciembre). El negativo registro fiscal subraya la delicada naturaleza de la economía estadounidense a largo plazo, en un contexto dominado por la inflación, el encarecimiento del precio del dinero y problemas de distribución que aún persisten, a lo que deben añadirse unos costes laborales al alza en un mercado con escasez de mano de obra. La culpa de esta cifra récord la tienen los cinco billones de dólares, financiados con préstamos, que el Gobierno federal destinó a su plan de choque económico para paliar los estragos de la pandemia: una inyección de dinero para ampliar los beneficios por desempleo, el apoyo financiero a las pequeñas empresas y los cheques de estímulo para las familias más desfavorecidas. El desembolso ha adelantado varios años la que habría sido progresión normal de la deuda en circunstancias de bonanza como las que se vivían antes de la pandemia. Los abundantes préstamos, que la Administración de Joe Biden y muchos economistas -incluida Janet Yellen, secretaria del Tesoro- consideraron necesarios para ayudar al país a recuperarse de la pandemia, han lastrado la economía con una deuda interna inédita desde la Segunda Guerra Mundial. La rentabilidad de los bonos del Tesoro de EE UU, vistos como activos seguros por los inversores, y el precio aún reducido del dinero -en la horquilla del 0% y el 0,25% hasta que la Fed anuncie la primera subida- han permitido al Gobierno obtener créditos a un precio relativamente bajo para apuntalar la economía, que entró brevemente en recesión en 2020 como consecuencia del cierre de la actividad económica por la pandemia. El crecimiento del PIB en 2021, a buen ritmo (5,7%, la tasa más elevada desde 1984), despeja también temores sobre el lastre que podría suponer en la economía este nivel de deuda. No obstante, este dato puede atizar la inquietud de la oposición republicana -y de algunos demócratas moderados- ante el creciente déficit presupuestario. El temor al déficit es el principal argumento de los republicanos para oponerse al ambicioso programa de gasto social y ambiental del presidente Biden, con un presupuesto de 2 billones de dólares. El senador demócrata centrista Joe Manchin torpedea el proyecto de ley con el argumento de la “deuda descomunal” que acarrearía, y la tramitación del mismo está atascada en el Senado.
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