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La impresionante autodefensa de Ucrania no es un accidente
Mike Repass | The Washington Post El mayor general del ejército Mike Repass se retiró en 2013 después de 33 años de servicio. Estuvo al mando del Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos en Europa hasta 2013 y ha estado directamente involucrado en asuntos de seguridad de Ucrania desde 2016. Rusia ha cometido un error estratégico y está siendo castigada por el pueblo ucraniano y sus fuerzas armadas por su agresión. La respuesta de Ucrania no es una coincidencia. Es el resultado de amplios preparativos realizados desde 2014. Durante los últimos siete años, los líderes ucranianos han tenido la claridad de reformar su gobierno para prepararse para este momento. Los ucranianos han remodelado sus estructuras de defensa nacional para cooperar con las fuerzas militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) más fácilmente y han realizado importantes cambios de liderazgo, así como doctrinales y tácticos. También han construido las Fuerzas de Defensa Territorial e implementado programas para involucrar a otros en la defensa común. Las fuerzas armadas ucranianas están bien dirigidas. Sus líderes están probados en combate, desde el nivel más alto hasta las unidades tácticas, y todos ellos han compartido las dificultades de luchar contra los rusos y los separatistas en la región de Donbás. Las unidades tácticas han sido bien capacitadas por personal occidental. Sus sistemas de entrenamiento militar se han reformado con la ayuda de los países de la OTAN; sus fuerzas están en las etapas finales del alejamiento de la doctrina de campo estilo soviético. Lo que ha sorprendido a muchos observadores occidentales son los enormes esfuerzos de los ucranianos civiles para defender la nación. Trabajadores de oficina, reinas de belleza, ancianos y veteranos han salido a tomar las armas contra los invasores rusos. Este cuerpo de voluntarios tampoco surgió por accidente. Los ucranianos comparten un fervor patriótico por defender su hogar y forma de vida de la ruina rusa. El resultado es una respuesta nacional que, al menos hasta ahora, ha sido admirablemente resistente. Eso se debe en parte a que Kiev previno este escenario y preparó a su pueblo. En julio de 2021, Ucrania aprobó una ley en la que autorizó la creación de las Fuerzas de Defensa Territorial y estableció una estructura para la integración de las milicias locales en cada uno de los 25 óblast, o regiones, y en las ciudades más grandes. La ley también dispuso la formación de una fuerza de resistencia en caso de una ocupación rusa. Las Fuerzas de Defensa Territorial ya estaban en gran parte desplegadas cuando Rusia invadió la semana pasada. Cuando más de 130,000 ciudadanos se ofrecieron como voluntarios para tomar las armas, ya existía una estructura diseñada para que pudieran entrar con facilidad a la estrategia. Contra esta fuerza, Rusia ha desplegado un ejército tecnológicamente superior de más de 160,000 soldados que operan en aproximadamente 100 grupos tácticos, además de sus fuerzas de ataque con misiles de largo alcance y de su fuerza aérea. Las fuerzas marítimas de la flota del mar Negro y la flotilla del Caspio han sellado la costa del mar Negro. Moscú ha añadido tropas de sus distritos militares del sur, noroeste y de su lejano oriente para crear dos escalones de fuerzas de asalto. Hemos visto el primer escalón en los primeros cuatro días de lucha, seguido de la pausa operativa para traer a las fuerzas del segundo escalón y continuar los ataques. ¿Qué viene ahora? Nada importante saldrá de este primer conjunto de negociaciones. Putin no negociará de buena fe y utilizará el tiempo para reabastecer y reposicionar sus fuerzas para la próxima y posiblemente última ofensiva. De Putin debemos esperar que escale e intensifique las operaciones para cerrar esta campaña en sus términos. Sí, habrá destrucción generalizada en las ciudades. Esto horrorizará a los observadores occidentales, como se pretende. Putin quiere poner su bota en el cuello de Ucrania y luego usar la urgencia del momento para reestructurar la configuración de la seguridad mundial a su gusto. Lo que desconcierta su estrategia son los resistentes ucranianos, quienes están superándolo tácticamente y golpeando de forma profunda el poder y orgullo de Putin por medio de las redes sociales. El objetivo de su defensa es hacer que los intentos de ocupación y control de Ucrania sean demasiado dolorosos, lo que han logrado de gran manera hasta el momento. Sin embargo, el tiempo y los números están del lado de los rusos. Occidente debe actuar de inmediato para rearmar a los defensores ucranianos. La ayuda militar de 600 millones de dólares del presidente Joe Biden fue suficiente para poner el plan en marcha. Pero estas transferencias toman tiempo, que Ucrania no tiene. El Congreso está contemplando un paquete complementario de 6,400 millones de dólares para Ucrania que se incorporará en una medida de defensa que será sometida a votación del Senado a mediados o finales de este mes. Ucrania no puede esperar tanto. Los rusos, ciertamente, no esperarán. Ucrania está en medio de una lucha existencial y muy bien podría enviar a una Rusia derrotada de vuelta al interior de sus fronteras, lo que aceleraría el declive de Moscú hacia la irrelevancia. Ucrania es la vanguardia de la defensa del orden liberal occidental. Nosotros —el gobierno y el pueblo estadounidense— debemos hacer nuestra parte para ayudar a los ucranianos a obtener la victoria. Y pronto. aranza |
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