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Los países Bálticos no pagarán gas ruso en rublos y apuestan por el gas natural licuado
Riga, 30 mar (EFE).- Letonia, Lituania y Estonia, muy dependientes de la energía rusa, no pagarán el gas ruso en rublos y, en plena guerra en Ucrania, apuestan por el gas natural licuado (GNL) como alternativa, apoyados en una gran red unificada de distribución y almacenamiento subterráneo. La mayoría de los actores del mercado báltico del gas se muestran indiferentes a las demandas rusas del pago en rublos y afirman que lo pagarán en euros, como indican los contratos de suministro y en línea con las decisiones anunciadas por el G7 y la Unión Europea (UE). En el ámbito del GNL, Lituania es el país báltico más adelantado, con la terminal del puerto de Klaipeda. La empresa pública de energía, parcialmente cotizada en bolsa, Ignitis, "ya probó este año y aprendió cómo abastecer a sus clientes lituanos solo con esa terminal", dijo a Efe Arturas Ketlerius, portavoz de la compañía. "Ignitis ya ha anunciado que no planeamos los pagos en rublos a (el proveedor de gas ruso) Gazprom en el corto plazo, así que la información sobre los rublos no es relevante para nosotros. Nuestra estrategia de gas natural se apoya mayoritariamente en el GNL", añadió en relación con la demanda de Moscú de exigir el pago en la moneda rusa. "Actualmente Ignitis tiene clientes en todos los estados bálticos y en Finlandia y les abastecemos de GNL", agregó el portavoz. La fuente indicó que la empresa compró pequeñas cantidades de gas ruso para almacenar en una instalación subterránea situada en la ciudad letona de Incukalns, una de las mayores de Europa y que opera Conexus Baltic Grid, que se creó en 2016 como una red de distribución mayorista y de almacenamiento. Conexus informa en su página oficial que "la capacidad activa de gas de la instalación subterránea de almacenamiento en Incukalns puede alcanzar hasta los 2,300 millones de metros cúbicos, lo que puede abastecer completamente las necesidades de combustible y energía de Letonia y la región". La empresa también informó de que ha comenzado a llenar con nuevo gas el espacio de almacenamiento el pasado 16 de marzo, antes de lo previsto. Normalmente esa instalación subterránea comienza a rellenarse el 30 de abril, cuando la temporada de calefacción ha pasado en la mayor parte de la región báltica. En Estonia, la compañía privada de gas y energía Eesti Gaas ha comenzado a trabajar con una instalación local de GNL en Tallin, la capital del país, con el objetivo principal de suministrar gas a barcos. La empresa dijo en un comunicado que el objetivo de Eesti Gaas es hacer todo lo que esté en su poder para garantizar el suministro de gas a sus clientes y cumplir con sus obligaciones contractuales. "Tenemos reservas de gas en el almacén de Letonia y un contrato con la terminal de GNL de Klaipeda", añadió. Mientras, medios locales informan de que el Gobierno de Estonia ha presentado un presupuesto estatal complementario que, además de prever gastos en acogida a refugiados y protección civil, tiene como objetivo incrementar la seguridad energética. Existen planes para desarrollar capacidades y gestionar grandes cantidades de GNL, con inversiones para conectar a la red a los pequeños generadores de energía renovable; según la televisión estonia está prevista la construcción de una terminal de GNL que podría conectarse a la red antes de que comience la próxima temporada de calefacción. En Letonia Aigars Kalvitis, ex primer ministro que ahora preside Latvijas Gaze, la mayor empresa de comercialización de gas del país, dijo a medios locales: "Por el momento, los términos del contrato (con Rusia) no prevén otras condiciones. El contrato está en euros. No puedo imaginarme de qué otro modo pagar. No tenemos la posibilidad de pagar en otra divisa". Sin embargo, contactada por Efe Anastasija Petere, portavoz de la empresa, dijo que Latvijas Gaze "no comenta" sobre cómo pagaría por las entregas de gas. Tampoco hizo comentarios a propósito de las declaraciones de Kalvitis. A diferencia de las compañías de gas estonia y lituana, propiedad privada o del Estado, Latvijas Gaze es propiedad en un 34 % de Gazprom, el grupo energético ruso. De acuerdo con las reglas de la UE, las empresas de gas de los tres países han sido divididas en sendas compañías comercializadora, distribuidora y de venta al por menor para fomentar la competencia y la diversificación. Ignitis y Eesti Gaas, por ejemplo, también venden electricidad. Una filial del grupo japonés Marubeni tiene algo más del 29 % de Conexus. aranza |
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