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López Obrador calienta la batalla por la reforma eléctrica: “Ya nos protegimos en caso de una traición”
David Marcial Pérez | El País México - Andrés Manuel López Obrador aprovechó la presentación este martes del informe trimestral de gobierno para seguir presionando a la oposición ante la inminente votación parlamentaria de la reforma eléctrica. El presidente ha vuelto a llamar traidores a los diputados que no voten el domingo a favor de los cambios constitucionales que buscan fortalecer a la empresa estatal, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en detrimento de las empresas privadas. Un mensaje especialmente dedicado a la bancada del PRI que, tras meses de ambigüedad, confirmó que no dará su apoyo a una de las medidas estrella de Morena. Ante el más que posible fiasco parlamentario, López Obrador lanzó además otra advertencia. “Ya nos protegimos en caso de una traición”, dijo en relación al reciente aval de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a la ley eléctrica, paralizada por ahora en los tribunales, pero que ya otorgaba más poder a la CFE. La legislación ordinaria es la vía alternativa del presidente en caso de no lograr desbloquear la reforma constitucional. La presentación del balance de gestión presentado este martes por López Obrador llega después del sólido respaldo de sus seguidores en la consulta sobre la revocación de mandato celebrada el domingo. Más de 15 millones de mexicanos votaron por la continuidad del mandatario para que agote su periodo en 2024, superando las previsiones del oficialismo en un espaldarazo nítido de sus bases. Durante casi una hora de intervención, el presidente mexicano se encargó de repasar los logros concretos de estos tres años largos de Gobierno además de insistir en el componente simbólico tan presente en el imaginario político de López Obrador: “El bienestar del pueblo y la lucha contra la corrupción son la esencia de nuestro gobierno”. En el tuétano del cambio de modelo institucional y productivo al que aspira Morena, la llamada Cuarta Transformación, ha colocado el presidente a la política energética, cargada también de simbolismo al suponer el desmantelamiento en parte de la liberalización del sector impuesta por el PRI de Enrique Peña Nieto. Con ese propósito retorico, López Obrador subrayó el origen de la CFE, creada por el presidente Lázaro Cárdenas, uno de sus referentes históricos y del que se siente heredero en sus políticas contra la pobreza y la desigualdad. El mandatario puso en valor varios de sus programas sociales, como la pensión creada para atender a los adultos mayores -con más de 10 millones de beneficiarios- o la subida del salario mínimo, más de un 70% descontada la inflación. Casi tres cuartos de las familias mexicanas reciben al menos un subsidio del Estado, según el anuncio del presidente. En el apartado de las cifras, el presidente sacó pecho del crecimiento del PIB el año pasado. El 5% de 2021 fue en todo caso insuficiente para compensar la caída provocada por la pandemia. Acompañado de más datos duros, el presidente subrayó una batería de cifras punteras alcanzadas que ponen de manifiesto su especial atención al equilibrio de la política fiscal y el saneamiento de las finanzas públicas. El peso no se ha devaluado durante su mandato, la deuda ha aumentado, pero menos que la media de los tres gobiernos anteriores, mientras que las reservas y las remeses siguen creciendo a cifras de dos dígitos. Sobre el aumento de la inflación, un foco de preocupación que atraviesa a toda la economía global, se limitó puntualizar que, con el 7,45%, aun es menor que la de EE UU. Defendió también las grandes obras públicas emprendidas, el recién inaugurado aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya, el Corredor del Istmo de Tehuantepec o las nuevas refinarías. La apuesta petrolera de Morena se ha traducido, según los datos del presidente, en un descenso de la importación de combustible del 48%, y las previsiones son que el año que viene se logre ser autosuficiente. En materia de seguridad, uno de los flancos más delicados del país, justificó el leve descenso de los homicidios en su política más centrada en la contención que en los golpes efectistas. López Obrador blindó a su llegada al poder las polémicas funciones policiales del Ejército. Justo el mismo día que la ONU publicaba su enésimo informe instando a México a abandonar la militarización de la seguridad pública, el presidente cerró su intervención con una loa a los militares: “Gracias al Ejército tenemos avances en seguridad, desarrollo y bienestar”. Jamileth |
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