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Los últimos habitantes de la ciudad ucraniana de Severodonetsk viven bajo las bombas


2022-04-14

Por Emmanuel PEUCHOT | AFP

Severodonetsk, Ucrania, 14 Abr 2022 (AFP) - Las bombas se escuchan en un vecindario cercano. El ruido de cada explosión hace que María apriete contra su pecho a su hijo. Pero pese a los combates se niega a abandonar Severodonetsk, la ciudad más al este aún bajo control del ejército ucraniano convertida en un pueblo fantasma.

Durante unos 20 minutos, los silbidos de los proyectiles seguidos de explosiones se suceden.

María y su hijo Maxime, de 6 años, permanecen inmóviles en la puerta de entrada, en la parte trasera de un pequeño edificio.

"No hay electricidad ni agua", dice la mujer, que vive en el lugar con su marido y su suegra.

"Pero prefiero quedarme aquí, en mi casa. Si nos vamos, ¿adónde iremos? Los que se van reciben atención dos o tres días pero después, nada. O viven en casas con mucha gente", explica.

"¿Las bombas? Es así todo el tiempo", dice, tras escuchar una nueva explosión.

La línea de frente con los territorios separatistas prorrusos está muy cerca. Esta ciudad, que tenía unos 100,000 habitantes antes de la guerra, se ha vaciado.

Unos 400 civiles han muerto en ella desde el inicio de la guerra, según el gobernador ucraniano de la región de Lugansk, Serguiï Gaïdaï.

- Llamados a evacuar -

Llueve, hace frío y viento y el cielo está inundado de nubarrones grises.

No es la meterología perfecta para esa gran ofensiva rusa que los ucranianos temen inminente y que apunta a controlar todo el Donbás, donde las tropas de Kiev y los separatistas prorrusos luchan desde 2014.

La realidad es que desde hace varios días, las posiciones de unos y otros están congeladas.

En la calle que va del centro de la ciudad a un bosque en el que ya están las fuerzas rusas que acechan la localidad, pocos civiles se arriesgan a hacer sus compras.

Cuando suena una explosión, aceleran, se pegan a las paredes, encorvados.

Yuri está volviendo a casa rápidamente, con dos bolsas de plástico llenas de mercancías en las manos. Acaba de hacer algunas compras en los pocos comercios que siguen abiertos.

"Me siento como todo el mundo cuando hay bombardeos. ¿Cómo puedes sentirte normal?", dice, sin parar de andar.

Un poco más lejos, el equipo de periodistas de la AFP encuentra a uno hombre de 70 años, que camina al lado de una mujer.

"Estoy buscando algo para beber. Esta mujer quiere pan, pero no venden", dice el hombre.

"Tengo miedo, mucho miedo. Pero tengo 70 años y no lo dejo ver", dice, sonriendo, cuando le preguntan si no teme las bombas.

Este hombre necesita medicinas para las articulaciones y para una pierna que le duele mucho. "Pero no hay. Tampoco hay médicos ni enfermeras y las farmacias han cerrado", resume.

El gobernador pidió a los habitantes evacuar la región de Lugansk, cuya capital es Severodonetsk.

Un pequeño bus amarillo se estacione frente al centro cultural, un lugar de encuentro para las personas que quieren salir del lugar. 

Tamara Iakovenko, de 61 años, acudió con su madre, de 83 años. Cuatro personas más esperan ser evacuados.

"Tenemos que irnos (...) Aquí, hay que permanecer en el sótano. Es horrible. Hay bombardeos cada 10 o 15 minutos", explica Iakovenko.

"Antes recibíamos ayuda humanitaria, pero ahora nadie se acuerda de nosotros. Algunas personas intentan cocinar al aire libre en un fuego... Y pum, pum... todos tienen que volver corriendo al sótano. Toda la noche hasta la mañana, no hay descanso", cuenta.

- Tropas rusas -

En los puntos de control colocados en la entrada de la ciudad, los soldados ucranianos visten impermeables.

Son escasos en la ciudad. En la esquina de un edificio hay un vehículo blindado, cubierto con una red de camuflaje. También se ven algunos soldados.

En la calle hacia el oeste que lleva a Kramatorsk, no hay grandes movimientos de tropas por el momento.

Solo algunos vehículos de transporte de tropas o camiones cisterna vacíos que se dirigen hacia el frente.

Según el gobernador regional, los rusos concentran sus tropas cerca de Rubijne, menos de 10 km al norte de Severodonetsk.

La madrugada del miércoles, Rubijne fue bombardeada toda la noche, según un residente, cuya casa tiene vistas a ambas localidades.
 



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