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¿Invadirá nuevamente Estados Unidos a México?


2022-05-09

Víctor Manuel Peralta Martínez

¿Por un gobierno conveniente?

Hace 108 años, el 21 de abril de 1914 México experimentó la última invasión al territorio nacional, el puerto de Veracruz sufrió la ocupación de la Fuerza Naval de Estados Unidos sin justificación, solo porque esa nación se proponía crear una zona de influencia de gobiernos a su imagen. La paz y el progreso eran patrimonio del naciente poderío estadounidense y, su implementación garantizaría la hegemonía de Norteamérica frente a las viejas potencias imperiales. La doctrina Monroe se reinterpretaba como el “mandato moral” de liberar a los países del hemisferio occidental del yugo del capitalismo europeo y de “vigilar su libertad”.

ANTECEDENTES DE LA INVACIÓN

En 1901 Alemania estaba decidida a tener su colonia en América Latina. México era el país clave del hemisferio norte en el continente americano, no sólo por su proximidad con Estados Unidos, sino también por su valor estratégico. El kaiser pensaba; “Que las bahías de Magdalena y de las Ballenas en la península de Baja California, serían dos excelentes puertos navales. Cuando Estados Unidos se enteró de las aspiraciones de Alemania, creyó que la supremacía americana se derrumbaba. Nunca se supo qué instrumentos utilizó el gobierno norteamericano para evitar la adquisición alemana, pero lo más probable es que haya presionado al gobierno de Díaz.

La dictadura porfiriana se agotaba y solo se sostenía por las violaciones a la constitución de 1857. En 1907 tenía tres oponentes: Primero, El Partido Liberal Mexicano, presidido por los Flores Magón desde Estados Unidos.  Segundo, los sectores adinerados y empresarios del norte perjudicados por la recesión financiera. Tercero, la política norteamericana, que al notar la actitud pro europea de Díaz respecto a las inversiones de capital y a las concesiones comerciales, comenzó a inclinarse a favor de un cambio de gobierno.

Estados Unidos decide apoyar al Partido Liberal y a Francisco I Madero. El menosprecio del General Díaz a los disidentes, así como las crisis económicas, política y social y las tensas relaciones con los Estados Unidos, lo obligaron a presentar su renuncia y toma posesión como presidente de México Francisco I Madero,

Los intereses británicos en México, propicio una carrera de los empresarios norteamericanos por asegurarse los favores de gobernantes reales y posibles. Madero como Díaz y después Huerta trataron de poner un límite a su poderío equilibrándolo con concesiones a sus adversarios británicos.

Estados Unidos al ver que México continúa convulsionado, empiezan a presionar al régimen de Madero, por lo que éste, el 14 de febrero de 1913 envía una carta al presidente estadounidense, Mr. William H. Taft, en donde le pide que no envié buques de guerra con tropas de desembarco, ya que él se compromete a garantizar la vida de los ciudadanos norteamericanos. Un día después, el Embajador de México en Estados Unidos envía un telegrama al secretario de Estado norteamericano Mr. Philander C. Knox con el siguiente texto: “A instigación Embajador Wilson con parte del Cuerpo Diplomático, uno de sus miembros fue comisionado para notificar al Señor Presidente que dimitiera de su cargo para resolver actual conflicto de la ciudad, el Presidente desconoció a los representantes Diplomáticos que se reunieron sin el derecho de inmiscuirse en asuntos privados de la nación y les manifestó, estar resuelto a morir en su puesto antes de admitir influencia extranjera.”

El 15 de febrero, los embajadores extranjeros mandaron a un grupo de senadores a pedir a Madero su renuncia, argumentando posibles conflictos internacionales inventados por el embajador estadounidense Henry Lane Wilson.

El 18 de febrero se efectúo el golpe de Estado. El 19, en sesión extraordinaria del Congreso, trasmitió el mando presidencial al General Victoriano Huerta, el 21 de febrero éste dio la orden de trasladar a Madero y Pino Suárez a la penitenciaría de la ciudad de México, en donde fueron asesinados.  

El general Victoriano Huerta se convirtió en el presidente interino de México. Muchos mexicanos y extranjeros creían que la llegada de un hombre fuerte restauraría la paz y los privilegios porfirianos. Una parte importante de la prensa estadounidense, desató una ola de júbilo y en particular, la idea del hombre fuerte. Las potencias europeas lo reconocieron. Estados Unidos no, esta situación confirmo la desconfianza que la nueva administración le tenía al usurpador.

El gobierno del presidente Woodrow Wilson rompió con la comprometedora alianza que su imprecavido diplomático Henry L. Wilson había logrado, retiró a su embajador y pospuso el reconocimiento de Huerta.

Los continuos enfrentamientos con Estados Unidos, obligó a México a apoyarse en las potencias europeas, las cuales quisieron aprovechar la situación. Alemania advirtió que el gobierno de Huerta estaba siendo aislado por los norteamericanos y que los ingleses mantenían relaciones bastante frías y cortantes con él.

Wilson había proclamado solemnemente que iba a enseñar a los latinoamericanos a elegirse gobiernos dignos y beneficios. Lo cierto es que el general Huerta había impuesto en México un gobierno militar y militarizaba al país.  Estados Unidos no estaban dispuestos a tener por vecino a un gobierno militar.

Los gobiernos francés e inglés habían decidido apoyar al gobierno huertista, pero la compleja realidad mundial, los llevó a determinar que necesitaban mantener a Estados Unidos como aliado. No intentaron ayudar más a Huerta, sin embargo, de forma indirecta, el presidente mexicano recibió de esos países el apoyo que necesitaba.  

A finales de febrero de 1914, los bancos ingleses y franceses buscaron un intermediario para no comprometerse a sus gobiernos, encontraron a De Kay, empresario de origen estadounidense, que gozaba de las confianzas de Huerta, vendió el 51% de acciones de su empresa, prácticamente en quiebra y recibió bonos por 3.5 millones de libras del préstamo de junio de 1913 hecho por Inglaterra, de los cuales dos millones deberían ser para comprar armas. Para desviar sospechas se colocaron secretamente en un banco suizo, el representante del grupo financiero que tramito la operación era Neville Chamberlain.

Una parte de las armas se compraron en Francia a la Cartoucheries Francaise, otra fracción a la firma inglesa Vickers and Armostrog, también se adquirieron armas en Suiza y otra parte en los Estados Unidos.

Dado que Wilson prohibió todo envío de armas a México, Huerta nombró a un intermediario extranjero, con el objeto que se hiciera cargo de la compra del armamento en Estados Unidos, al vicecónsul ruso León Rast, fue quien realizó varios contratos con casas productoras de armamento que le vendieron cañones, fusiles, ametralladoras y municiones, mismas que se enviaron al puerto ruso de Odesa y de ahí a Hamburgo, de donde serían transportadas en el Ipiranga, buque alemán de la naviera Hamburgo-América. Esto para evitar conflictos entre sus gobiernos y Estados Unidos, ya que, en el caso de que se descubriera el cargamento, ante los estadounidenses, el culpable del envío de armas a Huerta, sería el imperio alemán.    

¿Los Estados Unidos estaban al tanto de algún acuerdo secreto entre Huerta y los alemanes? Las armas que llegaban en el Ipiranga bien podían ser sólo una partida dentro de un programa de aprovisionamiento mucho mayor.

Las disputas entre los gobiernos mexicano-estadounidenses iniciaron el 9 de abril de 1914, con un incidente intrascendental, una lancha del buque estadunidense Dolphin fue capturada en Tampico por tropas federales. Cuando los tripulantes se identificaron fueron puestos en libertad, pese a ello la cancillería de Estados Unidos exigía un desagravio por parte de las autoridades mexicanas.

El gobierno mexicano se resistía a doblegarse ante los prepotentes reclamos, en esas circunstancias, Wilson dio por hecho que no quedaba más que arreglar el asunto por vía de las armas y declaraba, "No quiero guerra con México". Si un conflicto armado desgraciadamente ocurriera como consecuencia de su resentimiento personal hacia este gobierno, estaremos combatiendo sólo el general Huerta y aquellos que se le adhieren y le den su apoyo, y nuestro objetivo sería solamente restaurar al pueblo de esta extraviada República, la oportunidad de erigir de nuevo sus propias leyes y su propio gobierno.

Llegaron a Veracruz 44 barcos estadounidenses de guerra de la flota atlántica. La mañana del 21 de abril, sin ningún comunicado ni declaración de guerra, iniciaron el bombardeo a Veracruz en una lucha desigual, en cierto grado sorpresivo y en un contexto nacional dividido por la lucha que libraban los constitucionalistas contra el gobierno de Victoriano Huerta.

Las tropas estadounidenses iniciaron operaciones terrestres con la clarísima intención de propiciar la caída de Huerta. ¿Se trató, nada más, de salvaguardar el honor norteamericano? La coincidencia entre la supuesta afrenta y la presencia del barco alemán Ipiranga cargado de armas en las proximidades de la costa mexicana no puede ser un simple azar. Por el contrario, da la verdadera medida de la respuesta norteamericana ante un incidente que se quiso desdibujar con un pretexto de poca importancia.

En busca de una solución al conflicto, los gobiernos de México y Estados Unidos aceptaron la mediación diplomática de Argentina, Brasil y Chile, conocida como ABC. Los delegados, reunidos en Niagara Falls, firmaron el protocolo final el 1 de julio de 1914, el cual satisfacía los deseos de Wilson de que Huerta dejara el poder, por la democracia ultrajada.

¿Qué es lo fue? Lo mismo que será

¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol: Eclesiastés

ANÁLISIS

El imperialismo yanqui siempre estuvo presente en cada acto de la Revolución Mexicana, Apoyaron a Madero contra Díaz, a Huerta contra Madero, a Carranza contra Huerta y desde entonces siguen metidos en la vida política y económica de México.

De acuerdo a Salomón en su libro Eclesiastés, todo es cíclico y tiene razón. ¿Cuál es la situación actual con respecto al siglo pasado?

1)    Existe un conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que está afectando el panorama internacional, el actor principal es Estados Unidos, quien azuza a Ucrania a través de la OTAN y directamente. Antes de la invasión a Veracruz, estaba próxima la primera guerra mundial y Estados Unidos quería que, todos vieran su poderío militar y que no era ya solo un observador, quería consolidarse como una potencia. Hoy es la primera potencia y quiere mostrarle a Rusia, quien lo ha desafiado muchas veces, que seguirá siendo el actor global principal. También quiere seguir controlando a América Latina, porque algunos países de este continente se han acercado a Rusia y su doctrina.

2)    México sin tomar partido, no censuró inicialmente la invasión rusa, aunque ha cambiado su postura, principalmente por las presiones internacionales y de los Estados Unidos, éste último, ha utilizado su “diplomacia” para presionar a México con cualquier pretexto, como el tráfico de indocumentados hacia los Estados Unidos, el tráfico de estupefacientes, cambio climático o la reforma eléctrica. Antes de la primera guerra mundial, México le sirvió a Estados Unidos para preparar, adiestrar y afinar su fuerza naval, durante la invasión a Veracruz.

3)    Un acuerdo entre Estados Unidos y México sobre la reducción de la migración no autorizada hacía Estados Unidos, obligó a México a desplazar sus fuerzas armadas y la guardia nacional, para realizar operaciones en las frontera sur y norte, cuyo principal objetivo es detener toda la migración.

4)    Las agresiones son constantes para presionar a los gobiernos mexicanos, como construir un muro y que México lo pagara o, plantear la posibilidad de lanzar misiles para destruir los laboratorios de drogas mexicanas.

5)    Las presiones económicas de los Estados Unidos, por defender a sus connacionales, como en el siglo pasado, no permiten realizar las reformas necesarias para el país, como la eléctrica, en donde los intereses extranjeros son muchos.

6)    El excandidato a la presidencia, Ricardo Anaya, al igual que Madero, desde los Estados Unidos buscan protección y apoyo para sus fines presidenciales, el excandidato, Jaime Rodríguez Calderón ya se encuentra preso.

7)    Son constantes las visitas de funcionarios estadounidenses de alto nivel para dialogar con el presidente de México y funcionarios mexicanos, sobre reformas o temas de clima, seguridad, migración o generación de energías limpias. Como resultado, las declaraciones a los medios de información se contraponen entre México y Estados Unidos. El Embajador estadounidense se ha visto muy activo en las reuniones, con los funcionarios de su país o mexicanos, también solo. La declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador es “vamos a buscar acuerdos, no estamos en una postura intransigente, queremos llevar buenas relaciones con el gobierno de Estados Unidos y con todos los empresarios”.  

8)    El Presidente López Obrador, se encuentra en un viaje por cuatro países centroamericanos para tratar asuntos migratorios, la cooperación para el desarrollo y la integración económica, pero México no es el país prometido para los migrantes. Medios informativos lo han tomado como un emisario de los Estados Unidos y trata de despistar con su programa “sembrando vida”, ¿la visita a Cuba es otro despiste? podría ser contraproducente con los Estados Unidos.

9)    Porfirio Díaz, Madero y Huerta, con sus acciones de simpatía y ayuda europea, sobre todo de Alemania, que era la potencia en esa época, fueron suficientes para encontrar un enemigo en Estados Unidos, que apoyó a sus derrocamientos. Hoy, nuestro gobierno simpatiza con la doctrina rusa, pero, además, no ataca al narcotráfico, aunado a los problemas económicos y sociales que vive México, acciones que le pueden complicar el buen término de su gobierno, el tiempo lo dirá.



JMRS


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