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AIFA, el flamante aeropuerto de México que nadie quiere usar, pero los van a obligar
Enrique Pérez Quintana El pasado fin de semana estuvo a punto de suceder una tragedia en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) cuando dos aviones, uno en tierra en la pista y otro en el aire, autorizado para aterrizar en esa pista, estuvieron a punto de encontrarse, lo que fue evitado por la pericia del piloto que descendía. El incidente fue captado por diferentes cámaras de seguridad del aeropuerto, así como por usuarios y fue difundido en redes sociales en todo el mundo. Días antes del incidente, la Federación Internacional de Pilotos de Aerolíneas, por medio de un desplegado, alertó a sus agremiados que se habían presentado diversos “incidentes” al momento de aterrizar en el AICM, debido al inicio de operaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), “entre esas contrariedades, la más común es que los aviones han tenido que aterrizar con muy poco combustible porque permanecen más tiempo en el aire. Los pilotos aseguran que han registrado advertencias significativas de proximidad al suelo”. El desplegado indica que, en el caso del AIFA, “los controladores de tránsito aéreo recibieron poco entrenamiento y capacitación”, el personal tiene poca experiencia operando la “nueva configuración del espacio aéreo” y los controladores aéreos no utilizan la fraseología de la Organización de Aviación Civil Internacional. El Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo comentó que, como resultado del rediseño del espacio aéreo del Valle de México, se elevaron en 300 por ciento los incidentes aéreos y responsabilizó al gobierno federal por el mal diseño, generar más zonas conflictivas y tener menos personal para atenderlas. En política no existen las casualidades, existen las intenciones y la toma de oportunidades para alcanzar propósitos y todo indica que el incidente en el AICM fue la ocasión que “le cayó como anillo al dedo” al gobierno de López Obrador, que por la falta de uso del AIFA, dos meses después de su inauguración, es considerado un fracaso. En su conferencia de prensa mañanera el presidente López Obrador, tras el incidente en el AICM, comentó que no habrá un replanteamiento del espacio aéreo y señaló que era una maniobra de los corruptos. “No hay ningún problema con el rediseño, eso lo inventaron nuestros adversarios y la prensa conservadora. Entonces no hay, lo sostengo, categóricamente, no hay problema con el rediseño”. El incidente en el AICM fue la advertencia que generó una crisis y una oportunidad, que el gobierno de López Obrador tomó para presionar el uso del AIFA y ocultar su fracaso. Construir la oportunidad para hacer que el AIFA deje de ser una infraestructura subutilizada fue el encargo que López Obrador le hizo a su paisano, amigo y secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, que de inmediato convocó a los titulares de las dependencias del gobierno y a los empresarios de las líneas aéreas involucradas, para hacer que el “Mamut Blanco” se mueva. Para lograr la “buena voluntad y cooperación” de las empresas aéreas, en Gobernación se les informó que aquellas que tuvieran “adeudos de más de un año en impuestos aeroportuarios, de combustibles y de otra naturaleza deberán cesar operaciones en la terminal capitalina y buscar otro aeropuerto.” Y desde luego que ese es el AIFA. Y desde luego que todos tienen cuentas por pagar. La secretaria de Gobernación y la secretaria de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes informaron que los vuelos chárteres y los vuelos de carga deberán salir del AICM y operar de inmediato desde el AIFA. Aunque la inmediatez podría ser lenta, la mayoría de la carga nacional la realizan las aerolíneas nacionales de pasajeros. En relación con la carga internacional, la secretaria de la Defensa Nacional, administradora del AIFA, informó que en tres meses contará con la infraestructura fiscal y aduanera para recibir la carga del extranjero. Las tres principales aerolíneas del país, Aeroméxico, Volaris y VivaAerobus acordaron incrementar la oferta de vuelos desde el AIFA hasta un nivel de 25% de las actuales operaciones que se desarrollan en el AICM. Se tiene previsto que el AIFA tenga alrededor de 100 operaciones diarias del 15 de agosto al 15 de septiembre de manera preliminar. El AIFA no fue planeado para ser un aeropuerto para la recepción de carga, eso indica el plazo que se dio la secretaria de la Defensa. El retardo en la migración de las líneas aéreas implica que antes debe terminarse la infraestructura complementaria y hacer eficiente el transporte para los pasajeros. Lo que estamos viendo es el uso forzado del AIFA para crear la imagen de que es un acierto su construcción, aunque para los integrantes de este sector de la economía es un paso atrás. Cosas de la 4T que el tiempo resolverá. aranza |
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