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España no tiene indicios de que el suministro de gas argelino se vea afectado


2022-06-10

 

Málaga (España), 10 jun (EFE).- El Gobierno español quiere “recuperar cuanto antes” las relaciones con Argelia y va a trabajar con “diálogo y diplomacia” para ello, además de insistir en que no hay indicio de que la actual crisis entre ambos países vaya a afectar al suministro de gas argelino a España.

“Hemos lamentado mucho la suspensión del Tratado (de Amistad) por parte de las autoridades argelinas”, y se va a trabajar para “intentar recuperar esa relación normalizada entre dos países vecinos y que tienen intereses comunes, comerciales, culturales y económicos”, subrayó hoy el ministro español de la Presidencia, Félix Bolaños.

El ministro hizo estas declaraciones a la prensa en la localidades de Benahavís, en la provincia de Málaga (sur), adonde se desplazó para seguir la evolución de un incendio forestal que ha calcinado 3,000 hectáreas.

Preguntado sobre si la ruptura de este tratado podría alterar el suministro de gas del país norteafricano a España, el ministro señaló que “no hay ningún dato ni ningún indicio” de que vaya a afectar.

“Los contratos son a muy largo plazo y hasta la fecha no tenemos absolutamente ningún indicio” de que no se vayan a cumplir, explicó. “Argelia ha sido siempre un socio fiable en cuanto al suministro de gas y estamos seguros de que así seguirá siendo”, apostilló.

Sobre si España iría a los tribunales en caso de que se incumplieran estos contratos, el ministro prefirió evitar las conjeturas e insistió en apostar “por que se normalice la relación y que se cumplan los contratos y compromisos de los dos países”.

Es "normal que la política exterior se haga de la mano de nuestros socios de la Unión Europea”, respondió también en relación con que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, vaya a tratar esta crisis diplomática con el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario responsable de política comercial de la UE, Valdis Dombrovskis.

Argelia anunció el miércoles la suspensión del Tratado de Amistad después de que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, defendiera su giro en la posición española sobre el Sáhara Occidental.

Ese mismo día, Sánchez compareció en el Parlamento para informar de las relaciones con Marruecos tras la nueva posición sobre la antigua colonia española, para la que ahora acepta una autonomía, como propone ese país norteafricano.



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