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Dudas del mercado sobre nueva ministra de Economía argentina
Por ALMUDENA CALATRAVA BUENOS AIRES (AP) — La designación de Silvina Batakis al frente del Ministerio de Economía de Argentina generó dudas el lunes en el mercado en un nuevo capítulo de la crisis que sacude a la coalición gobernante sobre cómo afrontar la inflación y otros problemas que sufre el país. El dólar se disparó en un primer momento a 280 pesos la unidad en el mercado informal al que acuden los ciudadanos y empresas ante las restricciones de adquirirlo por vías legales, para luego cerrar a 260, en comparación con los 239 pesos en promedio del último viernes. En tanto, el dólar oficial ascendió a 131,5 pesos por unidad respecto de los 130,25 pesos del viernes. El valor de la moneda estadounidense -en la que ahorran los ciudadanos ante la fragilidad del peso- funciona tradicionalmente como un termómetro de la realidad económica y política en el país. El índice Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires bajó 1,02% y los bonos en dólares y en pesos se desplomaron. El Banco Central tuvo que vender cerca de 100 millones de dólares de sus reservas para intervenir en el mercado oficial de cambios. El presidente Alberto Fernández le tomó juramento a Batakis como ministra de Economía en una ceremonia oficial en la Casa de Gobierno en la que el mandatario no hizo declaraciones. Luego la funcionaria dijo a periodistas que piensa “seguir el programa económico del presidente”, lograr “que Argentina tenga mas exportaciones, revalorizar nuestra moneda y generar más puestos de trabajo”. Fernández designó a esta economista como responsable del área de forma apresurada el domingo por la noche, luego de que el día anterior renunció al cargo Martín Guzmán, cuya política económica era cuestionada por la vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) por considerar que implicaba un ajuste y no lograba contener la inflación. El nombramiento de Batakis -afín ideológicamente a la vicepresidenta- fue anunciado luego de que el presidente conversó por teléfono con su socia en el poder para acordar una salida a esta nueva crisis en la coalición gobernante, que muestra el creciente debilitamiento del mandatario, en detrimento del cada vez mayor poder de la exgobernante, y que amenaza con agudizar la desestabilización financiera. La salida de Guzmán del gobierno, pese a contar con el respaldo del presidente, siguió a la de otros ministros que perdieron la aprobación de la vicepresidenta en los últimos meses. La llegada de Batakis generó una jornada convulsa en los mercados, a pesar de que es feriado en Estados Unidos, y desconfianza entre los economistas. “No es una gran señal. Se llegó a ella luego de que varios economistas rechazaron el puesto porque creen que no hay voluntad política para atacar el problema del déficit fiscal. Muestra que no hay mucha voluntad de cambio de la vicepresidenta, que es quien está comandando el gobierno”, dijo a The Associated Press Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos. La suba del dólar en Argentina tiene un impacto directo en la inflación ya que muchos productos manufacturados tienen componentes importados. El alza de los precios acumulada es cercana al 30% y se prevé que en todo el año supere el 70%, lo que agudizaría la pobreza, que afecta a más del 37% de la población. El interrogante que se abre es si Batakis garantizará que el rumbo económico siga transcurriendo bajo las metas pactadas con el Fondo Monetario Internacional en el acuerdo de refinanciación de una deuda de unos 45,000 millones de dólares firmado en marzo. Ese pacto, que implica una reducción del gasto público, es rechazado por la vicepresidenta, quien cuestiona las políticas de ajuste del organismo. En un intento de despejar las dudas, la ministra afirmó que cree en el equilibrio fiscal y que va a “avanzar en ese sentido”. EL FMI pactó con Argentina una meta de déficit fiscal primario del 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB) para 2022 y una reducción del financiamiento monetario al 1%. Recientemente, y a causa del impacto de la guerra de Rusia y Ucrania y el incremento de los precios los combustibles, se acordó modificar las metas trimestrales de déficit y de acumulación de reservas pero manteniendo sin cambios los objetivos anuales del programa. Tiscornia indicó que en junio el gobierno “tuvo bastantes problemas para financiarse en el mercado de deuda local y recurrió más a la emisión monetaria” y que la perspectiva que tienen los mercados a partir de declaraciones realizadas por Fernandez de Kirchner “es que va a ser muy difícil bajarlo”. Según el analista, “el gobierno no quiere reconocer que para bajar la inflación va a tener que emitir menos”. Patricio Giusto, director de la consultora Diagnóstico Político, dijo a su vez que la salida de Guzmán supuso “otro golpe a la autoridad presidencial que ya estaba completamente devaluada” y lo más probable es que Batakis “termine representando una definitiva toma de las riendas de la economía” por parte de la vicepresidenta, lo que empeoraría el escenario. “Sabemos lo que Fernández de Kirchner piensa de la economía: que el problema de fondo es el acuerdo con el FMI, que el déficit fiscal no genera inflación y además es favorable a los controles de cambio y de precios que tanto daño ya han generado”, agregó el analista. En este contexto, la portavoz del gobierno, Gabriela Cerruti, afirmó que “el rumbo económico está garantizado” y al respecto señaló que las metas del primer trimestre acordadas con el FMI “se cumplieron absolutamente y ahora Silvina tiene que hacerse cargo del ministerio y plantear su propio esquema de funcionamiento”. aranza |
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