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Trump no quiso apaciguar a turba en el Capitolio
Por LISA MASCARO, FARNOUSH AMIRI y ERIC TUCKER WASHINGTON (AP) — A pesar de las peticiones desesperadas de asesores, aliados, un líder republicano e incluso de su familia, Donald Trump se negó a apaciguar a la turba que atacaba el Capitolio el 6 de enero de 2021, y en lugar de ello “echó gasolina al fuego” al tuitear de forma agresiva sus afirmaciones falsas de que le habían robado las elecciones y calificó a la multitud de simpatizantes como “muy especiales”, según demostró el jueves en la noche la comisión investigadora de la Cámara de Representantes. Al día siguiente volvió a declarar: “No quiero decir que las elecciones han concluido”. Eso fue en una escena descartada de un discurso que iba a pronunciar, que no se emitió en su día y fue presentada en la audiencia de la comisión en horario estelar. La comisión documentó cómo durante unos 187 minutos, desde el momento en que Trump se fue del escenario de un mitin en el que envió a sus simpatizantes al Capitolio, hasta el momento en que apareció en el video de la Rosaleda de la Casa Blanca, nada pudo hacer que el presidente derrotado modificara su actitud. En su lugar, vio como se desencadenaba la violencia por televisión. “El presidente Trump no dejó de actuar”, dijo el representante Adam Kinzinger, también republicano pero crítico frecuente de Trump y expiloto de cazas en Irak y Afganistán. “Él eligió no actuar”. Tras meses de trabajo y semanas de audiencias, la sesión en horario estelar comenzó de la misma forma que la comisión: culpando del letal ataque al propio Trump por convocar a la multitud en Washington y enviarla al Capitolio. Trump convirtió el “amor por el país (de sus seguidores) en un arma”, dijo la vicepresidenta republicana de la comisión, Liz Cheney. Lejos de terminar su labor luego de la vista del jueves, probablemente la última del verano, el comité reanudará su actividad en septiembre a medida que aparezcan nuevos testigos e informaciones. Cheney afirmó que “el dique ha comenzado a romperse” para revelar qué ocurrió aquel fatídico día, tanto en la Casa Blanca como en el Capitolio. “Donald Trump tomó la decisión intencionada de violar su juramento en el cargo”, declaró Cheney. “Todo estadounidense debe considerar esto: ¿Puede un presidente que está dispuesto a tomar las decisiones que tomó Donald Trump durante la violencia del 6 de enero tener alguna vez la confianza para un puesto de autoridad en nuestra gran nación?”. Trump, que está considerando volver a optar a la presidencia, calificó a la comisión de “corte canguro” y señaló al comité y a los testigos por sus “muchas mentiras y falsas representaciones”. En su segunda sesión en horario de máxima audiencia, el comité pretendía mostrar un relato “minuto a minuto” de las acciones de Trump con nuevos testimonios, incluyendo el de dos asesores de la Casa Blanca, con transmisiones de radio de agentes del Servicio Secreto que temían por sus vidas así como con las discusiones entre bastidores en la Casa Blanca. Con el asedio al Capitolio en su apogeo, Trump “dio luz verde” a sus partidarios al expresar en Twitter sus críticas al vicepresidente Mike Pence por rechazar seguir su plan de detener la certificación del triunfo electoral de Joe Biden, dijo un exasesor de la Casa Blanca a la comisión. Dos asesores renunciaron de inmediato. “Yo pensaba que el 6 de enero de 2021 fue uno de los días más oscuros en la historia de nuestra nación”, declaró Sarah Matthews, exasesora de la Casa Blanca, ante el panel. “Y el presidente Trump lo estaba tratando como si fuera una ocasión para celebrar. Así que eso consolidó más mi decisión de renunciar”. El comité reprodujo un audio del jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, reaccionando con sorpresa a la inacción del presidente durante el ataque: “Usted es el comandante en jefe. Tiene un asalto en marcha en el Capitolio de los Estados Unidos de América. ¿Y no hay nada? ¿Ninguna llamada? ¿Nada? ¿Cero?”. El 6 de enero, un Trump iracundo exigió que se le llevara al Capitolio después de que sus simpatizantes irrumpieron en el recinto, bien al tanto del letal ataque, pero su equipo de seguridad se negó. “A los 15 minutos de bajarse del escenario, el presidente Trump sabía que el Capitolio estaba asediado y bajo ataque”, dijo Elaine Luria, representante demócrata de Virginia. En el Capitolio, la turba pedía a gritos “¡Cuelguen a Mike Pence!”, según testificó Matt Pottinger, un asesor adjunto de seguridad nacional de Trump, mientras el mandatario tuiteaba su condena al vicepresidente. Pottinger, que testificó el jueves, afirmó que cuando vio el tuit de Trump decidió renunciar de inmediato, al igual que Matthews, quien dijo ser una republicana de toda la vida pero que no podía respaldar lo que estaba sucediendo. Ella fue la testigo que dijo que el tuit fue una “luz verde” y “echarle gasolina al fuego”. En tanto, las grabaciones de las transmisiones de radio del Servicio Secreto revelaron como algunos agentes que trataban de llevar a Pence a un lugar seguro en medio del caos pedían que les hicieran llegar mensajes de despedida a sus familiares. La comisión mostró un mensaje de texto inédito del hijo del presidente, Donald Trump, Jr., al jefe de despacho de la Casa Blanca, Mark Meadows, en el que instaba al presidente a desconvocar la movilización. Y en un momento estremecedor, el comité mostró a Trump negándose a pronunciar un discurso al día siguiente declarando que la elección estaba cerrada, a pesar de que su hija, Ivanka Trump, a quien se escucha fuera de la imagen, le anima a leer el guion. “Las palabras del presidente importan”, agregó Luria. “Sabemos que muchos de los asaltantes estaban escuchando al presidente Trump”. Luria indicó que el panel ha recibido testimonios que confirman la potente declaración previa de Cassidy Hutchinson, ex asesora de la Casa Blanca, sobre un altercado en el que Trump insistía que el Servicio Secreto lo llevara al Capitolio. Entre quienes testificaron el jueves en videos grabados se encontraba Mark Robinson, sargento jubilado del Departamento de Policía del Distrito de Columbia, quien dijo a la comisión que Trump estaba bien al tanto del número de personas armadas entre sus simpatizantes, pero quería ir de cualquier forma. “La única descripción que recibí fue que el presidente estaba molesto, y que insistía en ir al Capitolio y que hubo una acalorada discusión al respecto”, dijo Robinson. El panel escuchó que Trump estaba “furioso”. El presidente de la comisión, Bennie Thompson, que participó de forma virtual debido al COVID-19, abrió la vista del jueves indicando que el presidente “hizo todo lo que pudo para revertir las elecciones” que perdió ante Biden, incluyendo acciones antes y durante el ataque al Capitolio. “Mintió, abusó y traicionó su juramento”, declaró Thompson. “Nuestra investigación sigue adelante (...) Deben asumirse responsabilidades”. Aunque la comisión no puede presentar cargos penales, el Departamento de Justicia está monitoreando su trabajo. Hasta ahora, más de 840 personas han sido acusadas de delitos federales relacionados con los disturbios en el Capitolio, de las cuales más de 330 se han declarado culpables, la mayoría de delitos menores. De los más de 200 acusados que han sido condenados, alrededor de 100 recibieron sentencias de cárcel. Ningún expresidente estadounidense ha sido nunca procesado a nivel federal por el Departamento de Justicia. Jamileth |
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