Policrato Philodemos

Apologistas de la improvisación

2007-08-10

Tal parece que en nuestro país los políticos de oposición al gobierno suponen...

Análisis sobre los partidos políticos opositores

Quien no puede crear para trascender
se opone a todo, y destruye para suplir
su frustración, como alternativa de la
incapacidad para no pasar inadvertido.


Son asombrosamente estúpidos y lógicamente incomprensibles los argumentos y las críticas (convenientemente torcidas y/o desinformadas), que esgrimen los partidos políticos de oposición para oponerse a los proyectos de mediano y largo plazo, que han sido expuestos por el presente gobierno  dentro de un proyecto definido de nación, al margen de cualquier ideología política y/o partidista, dentro de un esquema democrático y con la finalidad de abandonar definitivamente los recurrentes cambios protagónicos personales del presidente en turno, así como las improvisaciones sexenales que hemos sufrido a través de nuestra historia, cuyas consecuencias han sido el estancamiento, el subdesarrollo, y la incompetencia ante el mundo del conocimiento y la tecnología en la que estamos inmersos, situación que nos presenta actualmente como tierra de conquista tecnológica y financiera, frente a los países que sí han establecido claramente lo que quieren ser en el futuro y que sí han seguido los planes para lograrlo.

Tal parece que en nuestro país los políticos de oposición al gobierno suponen que su función es únicamente la de obstaculizar todas las actividades de quien se encuentre al frente del gobierno, ya que no pudieron alcanzar a dirigirlo mediante el voto democrático y ciudadano, sin que les importe si con ello socavan las instituciones del estado mexicano, dado que solo se regodean en el rechazo y la confrontación sin aportar soluciones viables a los problemas existentes, ni presentar proyectos de nación a mediano y largo plazo, sino solo ideas dispersas para atender a problemas coyunturales y/o inmediatistas e inviables, siempre de carácter demagógico y estridentista.

En su ignorancia y/o maledicencia arguyen que Felipe Calderón pretende perpetuarse en el poder presidencial, porque le habla a la ciudadanía como estadista proponiendo un proyecto de nación que va más allá de la inmediatez sexenal en que ellos, lo políticos arribistas y de circunstancias, se mueven buscando solamente su beneficio personal, siempre al margen de ideología alguna, y menos aún a favor de los más desheredados a los que dicen defender, pero que permanentemente engañan con utopías, y de quienes se sirven para medrar políticamente.

En sus estridencias opositoras mañosamente pasan por alto que el desarrollo coherente, continuo y sistemático una nación no se puede construir improvisando un país distinto en cada período presidencial, y sin que exista una visión clara del entorno internacional y del lugar en que nos encontramos en los campos geopolítico, estratégico militar, tecnológico industrial, económico, y social, así como de la posición a la que pretendemos llegar para tener capacidad de negociación con las demás naciones, sin tener que asumir posiciones subordinadas debido a nuestras limitaciones e incapacidades, o peor aún, el ser víctimas de la codicia disfrazada como razón de estado que otras potencias puedan aducir a nombre de su seguridad nacional.

Cuando esta clase de políticos se oponen y critican el planteamiento de un proyecto de nación que trascienda los períodos sexenales de los presidentes de la república, actúan como apologistas de la improvisación y muestran su verdadera naturaleza apátrida y desvinculada de un futuro mejor para los mexicanos, dejándonos ver que solamente pretenden erigirse en directores de la improvisación, para así alcanzar el poder y ser los gobernantes del caos y del subdesarrollo.

Son traidores a los verdaderos intereses del pueblo y del estado mexicano, y están en contra de todo porque viven de la demagogia manipuladora de la ignorancia, fieles a sí mismos se erigen en apologistas de la improvisación y como evangelistas del caos buscan confundir al pueblo, para que de esa manera pierda la perspectiva del lugar en que se encuentra el país con respecto a las demás naciones, y para que no tenga una conciencia clara del rumbo al que debemos encaminarnos como pueblo independiente y soberano, ya que eso no les conviene porque va en contra de sus verdaderos intereses, que no son los de México.



JMRS

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