Policrato Philodemos

El sistema educativo ante el sindicalismo corporativo

2009-04-22

¿Porqué se permite la intromisión de los líderes sindicales en la...

Un pueblo ignorante siempre será un pueblo sometido.

En México, desde el final del movimiento armado de 1910, gatopardismo que actualmente se festeja y recuerda bajo el nombre de "Revolución Mexicana" (solo sirvió para que todo permaneciera igual, aunque con diferentes hombres en el poder y en la plutocracia), se engendró un partido político que fue hegemónico durante casi 70 años, tiempo en que se mantuvo en el poder gracias al envilecimiento que introdujo en la política y a la desciudadanización de la sociedad, a la que convirtió en un hato de ganado a través de manejar el viejo y conocido método del palo y la zanahoria (corrupción-represión), métodos en los que destaca el corporativismo sindical y unionista, que le sirvieron al partido de marras, para controlar a las masas obreras y campesinas, así como para asegurar los votos a su favor durante las parodias electorales, que siempre organizó amañadamente, ya que le eran necesarias como un ritual que simulara la existencia de una democracia en México.

Dentro de este escenario nacieron muchos sindicatos y confederaciones obreras y campesinas, a los que se les impuso dirigentes desde el gobierno, los llamados "líderes charros", que han sido, desde entonces demagogos siempre al servicio del poder establecido, y por lo mismo divorciados de los intereses de los trabajadores, que decían y siguen diciendo representar, como lo fue, entre otras muchas corporaciones, el "Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación" ( SNTE ), actualmente liderado por la profesora Elba Ester Gordillo, a quien de manera absurda e irregular, el gobierno actual le está permitiendo intervenir en la estructuración y normatividad del sistema educativo nacional. Tal parece que la pesada herencia de envilecimiento del poder se ha convertido en un paradigma (usos y costumbres dirían quienes manejan la industria del indigenismo), indispensable para ejercer las funciones de gobierno en nuestro país.

Para poder analizar de manera lógica esta aberración, y entender el porqué se ha degradado la educación en México, se hace necesario dejar aclaradas las responsabilidades, atribuciones, y límites, tanto de los sindicatos como de los gobiernos, bajo el entendido de que en el juego del poder nunca existirán vacíos, ya que éstos siempre serán llenados, no por quien deba ejercerlo legalmente, sino por quien tenga la fuerza para ocuparlo desplazando a sus adversarios, amén de que el poder que no es ejercido de manera evidente y no se hace visible ante quienes deben obedecerlo, siempre será desplazado.

En primer lugar debe asentarse como paradigma y principio de estado, que todo gobierno tiene como responsabilidad primaria la búsqueda del bien común para todos sus gobernados, de donde se deriva la obligación de buscar el desarrollo armónico de la sociedad, que a su vez implica la responsabilidad de organizar, impartir, y dirigir la educación pública, cuya finalidad es la de formar cívicamente, y la de preparar científica y culturalmente a los futuros ciudadanos, para que puedan ser útiles a la sociedad y a ellos mismos, de acuerdo al proyecto de nación y a la etapa de desarrollo científico-tecnológico, que sea necesaria para que se pueda alcanzar la mayor autarquía, y proporcionar a todos sus gobernados el mayor bienestar posible, siempre dentro de un marco de libertad democrática y de seguridad para las personas y sus bienes.

Si se acepta lo anteriormente expuesto, queda claro que es el gobierno el único responsable de la educación pública, responsabilidad que no puede ser compartida ni delegada, salvo que renuncie a gobernar y a dirigir los destinos del país, ya que aún en el caso de las escuelas privadas, éstas, para poder expedir títulos y certificados legalmente reconocidos, se encuentran obligadas a seguir los lineamientos establecidos en los planes educativos oficiales.

En segundo lugar, un sindicato tiene como responsabilidad primaria, la defensa de los derechos laborales de sus agremiados, así como la búsqueda de mejoras para ellos y para sus familias en el ámbito social, cultural y/o económico.

De la misma manera que en cualquier empresa privada, en donde un sindicato no decide la organización, producción, estándares de calidad, ni distribución y venta de los productos de la empresa a la que pertenecen sus agremiados, dado que dichas decisiones son responsabilidad irrenunciable de los dueños o de los consejos de administración de la industria de que se trate, en nuestro sistema educativo, de acuerdo con la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos y de las leyes que se derivan de ella, los planes pedagógicos, la excelencia académica de las escuelas, la verificación de la capacidad y perfil de los maestros que contrate, así como la responsabilidad de que se cumplan los programas y la calidad de la enseñanza, corresponde a las autoridades que han sido electas por la ciudadanía para gobernar, más no a los gremios o sindicatos, cuyas facultades y atribuciones están perfectamente definidas en las leyes…. Porque de no ser así, y en reciprocidad, las autoridades gubernamentales debieran entonces intervenir también en las decisiones y procesos sindicales de los maestros…. ¿Acaso éstos lo permitirían?... ¿Qué no aducirían que se estaría violando la autonomía sindical?... pensemos un poco en ello.

Si nos atenemos a lo establecido por las leyes… ¿Porqué se permite la intromisión de los líderes sindicales en la conformación y desarrollo del proceso educativo en México?...  ¿Acaso ellos son responsables ante la sociedad del rumbo y calidad que deba tener la educación oficial del país?... Si se les permitiera a los sindicatos intervenir en la organización y dirección del proceso educativo mexicano, tal y como está sucediendo actualmente… ¿No sería una abdicación, o renuncia implícita, del estado mexicano (y de sus autoridades, legalmente electas por la ciudadanía), de asumir la responsabilidad y las obligaciones que tiene para con el pueblo que gobierna?.... ¿Acaso no se correría el riesgo de que el proceso educativo y la excelencia académica se pervirtiera para favorecer los intereses sindicales, o los de sus líderes, tal y como ha sucedido hasta la fecha?... tal parece que en las respuestas que se den a las interrogantes anteriores, estarán las causas de nuestro fracaso educativo, así como las acciones que deberán tomarse para recuperar la excelencia académica y reencauzar el desarrollo del país.



AGVR
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