Incapacidad e Incompetencia
El amor popular a una niña y el fiasco de la investigación
Félix Fuentes / El Universal
La dulzura de una niña nacida a los cinco meses de gestación y muerta por asfixia ha causado conmoción nacional debido, en entre otros motivos, a la sospecha de un filicidio no aclarado por el deplorable e infantil desempeño del procurador de justicia del estado de México, Alberto Bazbaz.
En este drama social se tiene la sospecha de que la pequeña de cuatro años, Paulette Gebara Farah, fue ultimada por su madre Lisette Farah, o es cómplice del infanticidio.
La desaparición de la pequeña, entre la noche del 21 y el 22 de marzo pasados, en la zona residencial Hacienda de las Palmas, Huixquilucan, atrajo la atención pública por el supuesto de que Paulette fue acostada en su cama y no se volvió a saber de ella en los días siguientes.
El suceso subió de tono cuando se supo que el cuerpo inerte de la niña había sido descubierto ¡bajo el colchón de su cama! el martes 30 del mes pasado, a las 22 horas, es decir, a 9 días de cuando la niña.
Las declaraciones de las hermanas Erika y Martha Casimiro, niñeras de la familia, esclarecen en gran medida que Paulette fue sacada de su recámara, en la cual no estuvo durante varios días, y su cadáver fue colocado bajo la cama, ya con síntomas de descomposición.
De acuerdo a las afirmaciones hechas a EL UNIVERSAL por Érika Casimiro, la mañana de ese día 22 se percató que la niña no estaba en su cuarto y procedió a buscarla en los clósets, el baño, por todos los rincones, y no estaba. Lo afirma con absoluta seguridad.
Agregó Érika que comentó con su hermana la desaparición y ambas llevaron a cabo una segunda búsqueda, sin éxito. Lo expresaron al padre de la niña, Mauricio Gebara, y éste, en actitud de desparpajo, les dijo que la buscaran en los juegos infantiles o en la alberca donde a la pequeña le gustaba ir.
Sorprende que las mucamas hayan dado aviso a la madre, a Lisette, y ésta ni abrió su cuarto, fingió dormir y cuando se incorporó, prendió un cigarrillo y se quedó tal cual. Después comentó que "no se preocuparan, que la pequeña iba a aparecer en cualquier momento y estaba bienÂ…"
Esta información habría sido suficiente a cualquier neófito de la investigación para someter a los padres de Paulette a intensos interrogatorios hasta precisar cómo fue la desaparición de la niña y por qué apareció el cadáver bajo la cama.
En vez de eso, el procurador Bazbaz arraigó a los padres y a las niñeras. A ninguna conclusión llegó, las desarraigó y luego se paseó por medios informativos para decir que "la ciencia" resolvería el infanticidio. Por supuesto, la investigación es de desastre, nada clara y transparente.
Aparte del fiasco de los agentes investigadores, los legistas César Hernández Mier y Héctor Hugo Hernández, fueron incapaces de precisar el día cuando murió la pequeña. Calcularon que el deceso ocurrió entre 5 y 9 días anteriores al de la necropsia.
Ambos médicos insinuaron que Paulette murió por "asfixia mecánica", debido a la posición en que estaba el cuerpo. O sea, dan a entender que fue una muerte accidental y no toman en cuenta los desprendimientos de piel en el párpado superior derecho, malar del mismo lado, mentón y ambos glúteos, así como los moretones en codo y rodilla izquierdos.
Los mismos legistas debieran examinar la fotografía del cadáver aparecida en Milenio, el cual descansa sobre su lado derecho, no boca abajo y sin ningún esparadrapo en la boca, como se insinúa.
Lo anterior advierte que Paulette no murió en su recámara y su cuerpo pudo ser arrastrado. ¿No es de tomar en cuenta la acusación de Mauricio Gebara, sobre el ingreso de Lisette al departamento con un bulto?
Por su parte, ella lo calificó de cobarde y "traer algo atrás", por lo cual no quiere salir ante las cámaras. Además, acusó de incompetentes a las autoridades del estado de México
¿Todo esto no le dice nada a Bazbaz, y que Gebara señale a su esposa como la principal sospechosa?.
EEM
