Policrato Philodemos

Lavado de dinero y Seguridad Nacional

2010-05-25

Aquí cabe señalar que sin dinero para comprar armas, equipamiento, y voluntades...

Cuando desees abatir al enemigo

atácalo en su parte más sensible…

su economía, que es la columna

vertebral de su logística de combate.

Dentro del ámbito de los medios de comunicación  no pasa un día sin que algunos comentaristas hablen mofándose del gobierno, y augurando que la "guerra" al crimen organizado, declarada por el presidente Calderón, se está "perdiendo" porque las condiciones en que se encontraba, y se encuentra el país, no eran las adecuadas para iniciarla, otros arguyen que se está perdiendo por incapacidad, o bien porque los cárteles tienen mejor armamento, pero en lo que casi todos coinciden es que el gobierno nunca va a ganarle a los grupos criminales.

Hasta la fecha ninguno de estos sesudos "analistas" ha propuesto alguna alternativa para devolverle la seguridad perdida a la ciudadanía y al país en general, y menos aún plantear la relación que existe entre la impunidad de que parecen gozar estos delincuentes para operar a lo largo y ancho del territorio nacional, así como la forma en que pueden sostenerse financieramente para mantener su logística de combate, y su poder económico corruptivo para comprar autoridades e infiltrar instituciones. Esto es, omiten citar la relación entre el "lavado de dinero" y la fortaleza criminal, a la que se dejó crecer desde hace más de 30 años, permitiendo que el huevo de esta serpiente empollara el problema de seguridad nacional que hoy se manifiesta.

En primer lugar no es válido que los analistas, protegidos por la impunidad de publicar lo que les venga en gana y sin respeto a la realidad, achaquen el problema al régimen que gobierna actualmente, dado que éste era ya existente a su inicio, ni tampoco es válido suponer que el país y la seguridad ciudadana estarían en paz, si el gobierno hubiese omitido combatir al crimen organizado, dado que lo único que no puede hacer quien tiene la responsabilidad de ejercer el poder legal en la república, es dejar de gobernar, especialmente cuando recibe el mandato y encuentra que parte del territorio nacional se encontraba feudalizado por los cárteles del crimen organizado. 

Aquí cabe señalar que sin dinero para comprar armas, equipamiento, y voluntades cómplices, la criminalidad organizada carecería de recursos para sostener un enfrentamiento permanente con las fuerzas del orden, y que el financiamiento y liquidez monetaria lo obtiene a través del lavado de dinero, actividad y frente de batalla al que no se le había dado la importancia que tiene, y que debido a esta omisión ha prolongado el conflicto y magnificado, ante los ojos de la ciudadanía, el poder real de los cárteles criminales y la visión manipulada de los medios, que desconociendo la naturaleza del conflicto la confunden con una gesta deportiva en donde el ganador y la dimensión del juego se mide por la cantidad de goles, o de tantos en el tablero, y en este caso de muertos sin que se tomen la molestia de averiguar a que bando pertenecen.

Lo anterior no significa que combatiendo el lavado de dinero cesaría la actividad delictiva como por arte de magia, sino que atacando sus finanzas se disminuyen sus fortalezas y se debilitan sus capacidades operativas, al impedir y/o dificultar el financiamiento que sostiene su logística, lo que de ninguna manera excluye las labores de inteligencia que permiten retomar la iniciativa ante dicho enemigo, para que los enfrentamientos, como solución final del problema, se den con las mayores ventajas para las fuerzas del gobierno y al menor costo de vidas humanas, evitando además los daños colaterales.

Sin embargo también existen en México personas y grupos colegiados propositivos que si han percibido la naturaleza del conflicto, como la Federación de Economistas Mexicanos, A.C. (FEDEMEX), que el día 3 de este mes en curso hizo un análisis y propuesta que envió a la Presidencia de la República (quién acusó recibo de la misma), sobre la forma de controlar el movimiento financiero de los cárteles criminales, para evitar y/o disminuir el lavado de dinero que estos efectúan para perpetuar su sobrevivencia delictiva, así como para que dejen de ser una amenaza para la seguridad nacional, de modo que se les pueda regresar a la condición de problema policíaco (en donde son los criminales quienes están a la defensiva de las autoridades), y pueda recuperarse plenamente la seguridad ciudadana, volviéndola a los niveles que tenía hace 40 años, como la de un país civilizado y democráticamente estable.

Tal parece que felizmente dicha propuesta aterrizó en suelo fértil y fue tomada en cuenta, si consideramos las recientes declaraciones del secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont, en donde innecesariamente plantea la "bancarización" para (sic.) "modificar el sistema monetario mexicano a fin de desincentivar el uso del efectivo para operaciones inmobiliarias, adquisición de autos y otro tipo de transacciones económicas", y (sic.) "poder detectar mejor quienes están detrás de esas transacciones, y daríamos un mejor seguimiento para ver que estén dentro del marco de la legalidad", añadiendo que dicha propuesta será pasada al poder legislativo en el próximo período de sesiones para su estudio y aprobación.

Para conocer más a fondo la propuesta el autor de estas líneas se puso en contacto con miembros de la FEDEMEX de donde recibió una amplia explicación sobre el tema, y al mismo tiempo encontró lo que parece ser una exageración el aplicar la forma de "bancarización", ya que este procedimiento dejaría cautivos e indefensos ante la banca a cualquier comprador o inversionista, puesto que la recomendación toral de FEDEMEX es más simple y consiste en (SIC.), "el establecimiento de un sistema de transferencia electrónica de fondos, que adiciona la ventaja de que en el momento de efectuar cualquier operación o transacción monetaria "electrónica", automáticamente se puede cargar o deducir el impuesto correspondiente que cause, debido a la naturaleza de la misma y dependiendo del régimen fiscal en el que se está inscrito, o por el concepto de ella. Este impuesto se deduciría automáticamente al efectuar el cargo o abono correspondiente a la cuenta de origen o destino, con abono automático a favor de la Hacienda Pública".

De tal forma se estaría al mismo tiempo acabando, de una vez por todas, con las bibliotecas fiscales y el cúmulo de impuestos, reformas, o misceláneas a cargo, o de obligación para los causantes, además de que resultaría muy saludable para todos quitarse la carga y la obligación fiscal que la mayoría no cumple con posterioridad.

De esta forma el gobierno acabaría también con la evasión y defraudación fiscal, que es una de las grandes fugas que tiene, ya que los impuestos se pagarían en el mismo momento en que se causan, como es al momento de hacer cualquier tipo de transferencia de una a otra cuenta.

Como ejemplo, si alguien transfiere 1,000 pesos a otra cuenta, y por el tipo de operación tuviera que pagar un impuesto fiscal de 15 por ciento, en la cuenta de origen se haría el cargo por esta cantidad, y en la cuenta de destino solamente se abonarían 850 pesos. De tal forma la SHCP tendría automática e inmediatamente el abono del impuesto de 150 pesos.

De esta forma, aparte de la seguridad para todos y la imposibilidad de lavar dinero de la delincuencia organizada, el gobierno también acabaría simultáneamente con la evasión y la defraudación fiscal,  y así no habría morosidad en la captación, además de poner fin al delito de evasión de impuestos.

¡He ahí una forma positiva de encarar el problema del lavado de dinero!.



EEM
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