Religión
Va Iglesia mexicana por católicos distantes
Ciudad del Vaticano(Notimex).- El presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), Carlos Aguiar Retes, aseguró aquí que una de las prioridades de la Iglesia en su país es atraer nuevamente a los católicos distantes.
En un encuentro con periodistas, el también arzobispo de Tlalnepantla trazó un balance del Sínodo de los Obispos, la cumbre de prelados en curso durante estos días en El Vaticano y que analiza cómo afrontar la crisis de fe en el mundo occidental.
Según el clérigo, en América Latina las diócesis católicas tienen ya miles de "agentes de pastoral", fieles dedicados a múltiples tareas que van desde catequistas a sacristanes, pero ellos todavía carecen de influencia en la sociedad pese a su elevado número.
"La Iglesia está muy fuerte, hemos crecido mucho en los últimos 50 años, pero es el momento de dar el salto cualitativo para promover, apoyar y acompañar a los laicos en el hacer presente el evangelio en sus ambientes de vida, laborales y profesionales. Esto está apenas comenzando", dijo.
"Hay un movimiento de trascender en los partidos políticos para que, pese a estar en diversas posiciones de gobierno, los fieles puedan compartir iniciativas para la sociedad desde la fe. Hay muchas iniciativas que están surgiendo entre empresarios y educadores", anotó.
Ponderó que para llevar la presencia católica al mundo de la política, de la economía, de la empresa, de los sindicatos, de los hospitales y de los abogados, los feligreses distantes toman conciencia de su identidad espiritual.
En este aspecto consideró necesario que la Iglesia cambie su mentalidad, que los sacerdotes no sigan utilizando los métodos del pasado ni tampoco caigan en el "gris pragmatismo" de una "pastoral de conservación" garantizada por el propio "espacio de confort".
"En 1910 el 90 por ciento de la población vivía en el campo, en pequeñas comunidades mientras el 10 por ciento vivía en las ciudades. Unos 100 años más tarde, en 2010, el dato está totalmente cambiado. Casi el 90 por ciento está en las ciudades mientras la mínima parte está en el campo", explicó.
"Esto significa que se deben cambiar muchas de las estrategias, los métodos habituales que la Iglesia trabajaba, por las nuevas condiciones", apuntó.
ROW
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