Policrato Philodemos

¿Comprar es maravilloso?

2007-01-01

¿O acaso el comprar es algo realmente maravilloso, como nos quiere hacer creer la publicidad...

( Necesidades inducidas, abalorios, y mercadotecnia )

Simula, simula… y acabarás siendo
una parodia de lo que no pudiste ser

La pregunta que sirve de título a esta entrega de fin de año, surgió ante la sorpresa que generó una página publicitaria de "Liverpool" (MILENIO Diario, Viernes 31 de Diciembre de 2006),  una de las tantas tiendas departamentales que compiten en estas fechas para quedarse con parte de los aguinaldos que se reparten entre la clase trabajadora durante el mes de Diciembre, publicidad de plana completa que trataba de inducir la compra de sus productos bajo el lema ¡Comprar es maravilloso!, cual si se tratara de un himno apologético al consumismo cantado por los publicistas, jilgueros al servicio de la moda neoliberal, que de esa manera exhiben con toda desnudez las grandes preocupaciones sociales de los mercaderes, que no es otra cosa que el lucro descarnado al que sacrifican honestidad y escrúpulos, utilizando la mercadotecnia de la frivolidad para enmascarar los atracos que se consuman vendiendo marcas que ellos mañosamente han puesto de moda a base de explotar las emociones y complejos de inferioridad de quienes, en ausencia de ser, buscan tener como compensación a sus limitaciones personales y/o sociales.

Es en esta época de consumismo y desperdicio sin un objetivo social o humanístico, cuando el arte del engaño subliminal publicitario de los mercaderes, quiere hacernos creer que el hombre solamente vale por la cantidad de objetos que compra, sin importar si aquello que adquiere realmente tiene una utilidad para su confort o para sus necesidades concretas, que no sean las inducidas por la mercadotecnia engañosa que induce al comprador a rodearse de abalorios que llenen de manera abstracta el vacío espiritual y de valores, como si estos fueran una mercancía más, puesto que el hombre como ser concreto y objetivo principal de la economía, ha perdido su valor ante los ojos mercaderes, y solo se ha convertido en un objeto más, sin rostro alguno ni conciencia, sino solamente  en un "Cliente" del que hay que sacar el mayor provecho posible.

Dentro de esa lógica y moda impuesta, los antiguos paseos familiares que permitían disfrutar de la naturaleza, actualmente se han convertido en visitas a los grandes centros comerciales, como si de repente el acto cotidiano de adquirir un bien necesario, de manera mágica se transmutara en algo de belleza y/o cualidades extraordinarias, o inexplicable por no ajustarse a las leyes naturales (como lo sería todo aquello digno de llamarse "maravilloso"), y el acto de comprar (cualquier cosa, por inútil que sea), adquiriera el encanto de un acto lúdico, aunque así lo quiera hacer creer la publicidad engañosa y la lógica del comerciante, quien a través de este tipo de mensajes logra vender abalorios a clientes incautos ó frívolos, en un precio muy elevado.

Esta publicidad manipuladora y engañosa privilegia y explota el oropel, manipulando chantajísticamente aspiraciones frustradas de grandeza, jugando con los complejos de inferioridad de quienes ponen más empeño en aparentar lo que no son, que en trabajar seriamente para llegar a serlo de verdad.

Como sociedad y gobierno que tiene como función la búsqueda del bien común y la defensa de los intereses de las mayorías, cabría hacerse las siguientes preguntas…… ¿Es moralmente válido éste tipo de juego de estimulación consumista sin objetivo social?.... ¿A quienes beneficia y a quienes perjudica en sus economías?..... ¿Qué no se trata de un síntoma inequívoco de decadencia de nuestra sociedad?.... ¿O acaso el comprar es algo realmente maravilloso, como nos quiere hacer creer la publicidad mercenaria y mentirosa?.... dejo a la sabiduría y ecuanimidad del lector las posibles respuestas y ……

¡Un feliz año 2007 a todos!



AAG

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