Internacional - Seguridad y Justicia

Rusia refuerza su ejército y expande evacuación en Jersón

2022-11-01

En Nikopol, una ciudad que se ubica del otro lado del río Dniéper frente a la...

Por ANDREW MELDRUM

KIEV, Ucrania (AP) — Rusia reforzó el martes su ejército con el reclutamiento de 120,000 hombres como parte su movilización anual, y duplicó el número de civiles que pretende evacuar en anticipación a una gran ofensiva ucraniana para recapturar la ciudad de Jersón, un puerto de gran importancia estratégica en el sur de Ucrania.

Oficiales militares rusos han asegurado que los conscriptos que sean llamados en los próximos dos meses no serán enviados a combate en Ucrania, incluyendo las regiones que Rusia se anexionó recientemente y Crimea, que el Kremlin convirtió en parte de Rusia en 2014.

Sin embargo, el Instituto para el Estudio de la Guerra, una organización con sede en Estados Unidos, señaló que el Ministerio de Defensa de Rusia “está intentando engañar a la población rusa para que crea que los conscriptos de otoño no serán enviados a pelear en Ucrania, posiblemente para evitar que evadan el reclutamiento”.

El reclutamiento de otoño de este año se demoró debido a la movilización parcial extraordinaria de 300,000 reservistas que ordenó el presidente Vladimir Putin el 21 de septiembre con el objetivo específico de robustecer sus fuerzas en Ucrania. Si bien las autoridades rusas han declarado el fin de la movilización parcial, algunos críticos han advertido que podría reanudarse una vez que las oficinas de reclutamiento militar terminen de procesar a los conscriptos de otoño.

El ministro de Defensa ruso Sergei Shoigu declaró el martes que 87,000 de los 300,000 reservistas han sido enviados a combate en Ucrania y que están siendo entrenados por 3,000 instructores militares con experiencia en combate en el país.

Algunos reportes insinúan que muchos de los reservistas movilizados carecen de experiencia, se les pidió que obtuvieran por su cuenta artículos básicos como botiquines o chalecos blindados, y no recibieron entrenamiento adecuado antes de su despliegue. Algunos murieron en los primeros días. Después de que Putin diera la orden, decenas de miles de hombres escaparon de Rusia para evitar servir en el ejército.

Según reportes, algunos de los nuevos soldados han sido enviados a Jersón. Ante el temor de una contraofensiva ucraniana a gran escala, las autoridades designadas por el Kremlin en Jersón presuntamente reubicaron el martes a 70,000 residentes y expandieron una zona de evacuación para personas que viven en un radio de 15 kilómetros (9 millas) del río Dniéper.

El gobernador regional nombrado por Moscú, Vladimir Saldo, dijo que la reubicación de otros 70,000 residentes de la zona expandida de evacuación se completaría esta semana, y aseguró que se ordenó debido a que Kiev “está preparando un ataque con misiles a gran escala contra la estación hidroeléctrica de Kakhovka”, para inundar Jersón.

Las fuerzas armadas ucranianas describieron el martes las nuevas evacuaciones como un “desplazamiento forzado”, y el gobierno designado por Moscú para el distrito regional de Jersón, donde se ubica la estación hidroeléctrica de Kakhovka, anunció que llevaría a cabo una “evacuación forzada” el domingo. El ejército ucraniano dijo que el gobierno regional de Jersón había sido reubicado a Skadovsk, unos 100 kilómetros (62 millas) al sur de la ciudad de Jersón.

Además del reclutamiento militar, el Kremlin recurrió a otro frente para robustecer sus fuerzas. Las autoridades de Bielorrusia aprobaron el martes la creación de dos centros de entrenamiento militar conjuntos con Moscú dentro de su territorio, el cual colinda con Ucrania. Rusia ha usado previamente a Bielorrusia, un viejo aliado que depende económicamente de Moscú, como trampolín para el envío de tropas y misiles hacia Ucrania. Kiev teme que el ejército bielorruso pueda ser arrastrado directamente hacia el conflicto.

En tanto, expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) inspeccionaron dos instalaciones ucranianas que Rusia identificó como involucradas en sus señalamientos infundados de que las autoridades ucranianas planeaban detonar bombas de dispersión radiológica en su propio país. El director del organismo, Rafael Grossi, dijo que estas inspecciones concluirán pronto.

El embajador de Rusia ante Naciones Unidas, Vassily Nebenzia, aseguró en una carta dirigida a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que la instalación de investigación nuclear de Ucrania y una compañía minera “recibieron órdenes directas del régimen de (el presidente Volodymyr) Zelenskyy para desarrollar esta bomba sucia”.

Otra fuente de preocupación son los combates cerca de la nucleoeléctrica de Zaporiyia. La OIEA ha instalado inspectores en la planta, donde una filtración de radiación podría tener consecuencias catastróficas.

La oficina de presidencia de Ucrania dijo el martes que las ciudades y poblados en las inmediaciones de la planta registraron nuevos e intensos ataques. En Nikopol, una ciudad que se ubica del otro lado del río Dniéper frente a la central, más de una decena de edificios residenciales, un kínder y diversos negocios sufrieron daños.



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