Ecología y Contaminación
Brasil indaga nexos entre protestas y empresarios amazónicos
Por FABIANO MAISONNAVE y JOSHUA GOODMAN
SAO PAULO (AP) — Al borde de la selva amazónica brasileña, la familia Rovaris es símbolo del éxito histórico de los pioneros en esa región.
La familia llegó al estado de Mato Grosso en la década de 1970 como parte de una expansión agrícola promovida por la dictadura militar que por entonces gobernaba Brasil. En poco tiempo, los Rovaris acumularon enormes fortunas al tiempo que agrónomos descubrían maneras de cultivar la soya en el inhóspito clima tropical.
Hoy en día, un descendiente de la familia, Atilio Rovaris, está siendo investigado como parte de las averiguaciones sobre las formas en que partidarios del expresidente Jair Bolsonaro trataron de subvertir la democracia brasileña al bloquear carreteras después de las elecciones y temporalmente tomaron edificios del gobierno en la capital, Brasilia, a comienzos de enero.
Rovaris, un aficionado al automovilismo, no ha ocultado su apoyo a Bolsonaro. Fue uno de los mayores donantes a la campaña, a la que dio casi 100,000 dólares, según datos electorales públicamente disponibles.
Si bien no han surgido pruebas de lazos entre él y los alzados que vandalizaron el palacio presidencial y el Congreso, está siendo investigado por acusaciones de que apoyó las protestas que bloquearon importantes carreteras del país durante semanas, en un intento de restaurar a Bolsonaro en el poder a pesar de que perdió las elecciones de octubre.
En noviembre, una cuenta bancaria de una compañía camionera de Rovaris estaba entre 43 cuentas congeladas por la Corte Suprema, como parte de una investigación en torno a posibles atentados contra la democracia brasileña. En total, 30 de las cuentas congeladas pertenecían a individuos o compañías de Mato Grosso, prueba del intenso respaldo que tiene Bolsonaro en ese centro económico de Brasil.
Bolsonaro perdió las elecciones de octubre frente a Luiz Inácio Lula da Silva, pero muchos partidarios del expresidente se niegan a aceptar el resultado.
Gran parte de la investigación se centra en el trecho norte de la carretera BR-163, construida en la década de 1970. Vincula a dos centros de gran apoyo a Bolsonaro. En Mato Grosso, están los Rovaris y otros empresarios de ciudades prósperas como Sorriso, el mayor productor de soya de Brasil. En Para están invasores de tierras, mineros ilegales de oro y leñadores que mantienen a ciudades pobres como Novo Progresso, a 700 kilómetros (438 millas) al norte de Sorriso.
aranza
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