Internacional - Seguridad y Justicia

Paramilitares sudaneses aceptan prorrogar tregua

2023-04-27

El caos en la ciudad de Genena fue revelador de cómo la pugna de los generales por el...

Por SAMY MAGDY

EL CAIRO (AP) — El grupo paramilitar sudanés Fuerzas de Apoyo Rápido aceptó una extensión de la tregua por tres días más.

Las fuerzas armadas del país habían aceptado el acuerdo horas antes. La tregua y su extensión habían sido logradas gracias a la mediación de Estados Unidos y Arabia Saudí.

La tregua actual, que iba a expirar el jueves a la medianoche, no ha detenido los combates entre los dos bandos, pero creó una pausa que permitió que decenas de miles de sudaneses huyan a lugares más seguros, y permitió a naciones extranjeras evacuar a sus ciudadanos por aire y mar.

Horas antes, combatientes desataron el caos en una ciudad principal de región sudanesa de Darfur, con enfrentamientos y saqueo de negocios y casas, dijeron vecinos. La violencia desatada se produjo a pesar de la tregua de tres días celebrada por los dos generales cuya lucha por el poder ha provocado cientos de muertes.

El caos en la ciudad de Genena fue revelador de cómo la pugna de los generales por el control de Jartum, la capital, se ha extendido a otras partes del país.

El cese de fuego provocó una reducción de los enfrentamientos en Jartum y la vecina ciudad de Omdurman por primera vez desde que el ejército y el grupo paramilitar empezaron a enfrentarse el 15 de abril, incendiando barrios residenciales y transformándolos en campos de batalla.

La calma relativa ha permitido a gobiernos extranjeros retirar por aire a cientos de sus ciudadanos, mientras decenas de miles de sudaneses han huido de Jartum en busca de lugares más seguros en el país o el extranjero.

Una iniciativa de África oriental presionaba por una extensión de la tregua, que caducaba el jueves por la noche, durante tres días más. El jefe del ejército, general Abdel Fattah Burhan, dijo que aceptaba la propuesta, pero no hubo respuesta de su rival, el general Mohamed Hamdan Dagalo, comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido.

El secretario del Exterior británico, James Cleverly, exhortó a los ciudadanos británicos que querían partir que fueran a un aeropuerto al norte de Jartum para ser evacuados antes de que finalizara la tregua a medianoche. “La situación podría deteriorarse en los próximos días en los próximos días” advirtió. Gran Bretaña dijo que evacuó a 536 personas en seis vuelos a Chipre.

En la capital misma los combates no han cesado, dijeron vecinos. En Darfur, la violencia llegaba a los niveles más altos hasta el momento.

Darfur ha sido un campo de batalla entre el ejército y las FAR desde que comenzó el conflicto. En Genena, la capital de Darfur Occidental, una de las cinco provincias de la región, vecinos dijeron que milicias tribales empezaban a participar en los combates, arrastradas por odios ancestrales entre las dos comunidades principales, una que se identifica como árabe y otra como africana oriental o centroafricana.

En la primera década del siglo, Darfur fue escenario de una insurgencia de tribus que denunciaban ser objeto de discriminación. El gobierno de Jartum respondió con una campaña militar que los grupos promotores de los derechos humanos han calificado de genocida, con milicias árabes conocidas como las yanyauid acusadas de matanzas, violaciones y actos atroces. Las yanyauid se convirtieron luego en las FAR.

El jueves por la mañana, combatientes con uniformes de las FAR atacaron varios vecindarios de Genena y expulsaron a muchas familias de sus casas. Milicianos de las tribus se sumaron a los combates en la ciudad de medio millón de habitantes situada cerca de la frontera con Chad.

“Los ataques venían de todas las direcciones”, dijo Amany, una vecina que ocultó su apellido por razones de seguridad. “Todos huyen”.

A veces no estaba claro quién enfrentaba a quién, ya que tanto las FAR como las milicias estaban desatadas. El ejército en gran medida se ha retirado a sus cuarteles y los vecinos se armaban para defenderse, dijo el doctor Salah Tour, dirigente del Sindicato de Médicos en Darfur Occidental.

Muchos combatientes, algunos en moto, recorrían las calles, destruyendo y saqueando oficinas, tiendas y viviendas, dijeron vecinos.



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