Editorial
Palestina-Israel, paradigma de dos pueblos mal avenidos desde el principio
Llucià Pou Sabaté
Palestina viene de “país de los filisteos”, enemigos del pueblo de Israel durante mucho tiempo. Cuando fueron expulsados los judíos, a lo largo de estos 20 siglos han convivido allí tanto musulmanes como cristianos y judíos, aunque no ha dejado de haber guerras.
Durante el siglo XIX, algunos países europeos sufren actitudes antisemitas (ya fueron expulsados de muchos de esos países, al comienzo de la Edad Moderna). En Rusia los zares obligaron a los judíos a vivir en guetos, y les negaban la propiedad de la tierra y la educación. Miles de ellos fueron expulsados, todo ello hizo que naciera un movimiento llamado sionismo, que promueve el regreso a la Tierra Prometida. Muchos judíos van comprando tierras en esa zona. El Holocausto hizo que después de la 2ª guerra mundial Gran Bretaña recomienda la creación de un Estado interconfesional. Las Naciones Unidas acuerdan la creación de dos Estados independientes y el estatuto de ciudad internacional para Jerusalén. Cuando se proclama el Estado de Israel en 1948, la liga de países árabes lo atacan, pero pierden la guerra.
Las guerras se suceden. Jerusalén pasa a ser judía, siendo la tercera ciudad sagrada de los musulmanes pues piensan que allí Mahoma subió a los cielos. La OLP (Organización para la Liberación de Palestina) lidera desde 1964 esa lucha. Israel no sigue algunas directrices del derecho internacional. Los pueblos árabes son discriminados. En 1987 estalla la intifada (levantamiento). Hubo otro intento fallido de reconocimiento de los dos Estados. El actual primer ministro Netanyahu (que pronto llevará medio siglo gobernando) ha bloqueado también el proceso de paz debido a los asentamientos judíos en tierra palestina.
Estados Unidos regala cada año ayudas económicas importantes a Israel, que siendo pocos consigue así un gran poder económico. Además Israel tiene la bomba atómica, y los países árabes colindantes no.
Por parte islámica, desde el siglo XVIII, los regímenes de Arabia Saudí, Afganistán, Irán, Egipto… se van volviendo fundamentalistas, según las épocas. India y Pakistán también sufren ese proceso. Y esto se ha acentuado en estos últimos años. Los Hermanos Musulmanes es un movimiento islamista fundado en Egipto en 1928, se va dando consistencia teórica al actual islamismo, que ve como "enemigos del Islam" el imperialismo occidental y tiene la esperanza de que la civilización musulmana conquistará el mundo. Ese movimiento se ha ido extendido, también en Argelia (en Siria fue reprimido).
La esperanza mesiánica de un Mahdi, Señor del Tiempo, cuya venida se producirá en las proximidades de la Hora Final, se mezcla con ideas comunistas que favorecieron la revolución en Irán (aunque luego fueron reprimidos) creando una República islámica que ha tenido un gran impacto. Se pensaba que se extendería en los años 80, pero el islamismo iraní es chiita, mientras que en otros muchos países islámicos hay mayoría suní. Pero ese movimiento consiguió alejar a los países islámicos del modelo occidental. Si la revolución islámica no ha sido total, si ha reformado la política y la sociedad musulmana. El fracaso económico de Irán también ha disuadido a otros países de imitar esa revolución.
Turquía con Kemal Atatürk adoptó un estado laico, y hubo un acercamiento al modelo occidental, en las últimas décadas del siglo XX: el socialismo arabista, que tuvo importancia en Siria e Irak, el régimen de Nasser en Egipto y el FLN argelino de Boumedien. Pero han derivado en dictaduras como la de Sadam Husein en Irak, y los pueblos de esos países han seguido en la pobreza. Y van apareciendo grupos islamistas junto a los Hermanos. El sufismo tiene también gran difusión y es influyente, ha sido a lo largo de la historia un gran movimiento místico, que ha entrado en relación con otras religiones creando una gran riqueza espiritual.
Hoy por hoy, esos países tienen un grado medio de desarrollo. Hay un impuesto para ayudar a los débiles. En los países del petróleo en el Golfo Pérsico el dinero está concentrado en pocas manos. Y en Egipto, Irak o Siria, donde hay más tradición intelectual, se formaron unas clases medias con ideas modernizadoras y abiertos a la influencia occidental, al socialismo arabista. Pero la mayoría de la población de estos países suele ser campesina, que no da muchos medios económicos, por eso muchos emigran a las ciudades. Hay mucha antipatía a Occidente, en gran parte por el conflicto de Palestina, que consideran injusto. Y el islamismo les da una esperanza de que un día todo cambiará, imagino que algo así como pasó en los países comunistas.
En algunos países como Túnez o Marruecos hay clases medias, crecimiento económico y moderada modernización de las estructuras productivas, están abiertas a la vida occidental - comercio, turismo, universidad o emigración. Constituyen la gran esperanza de evitar una confrontación aún más dura entre Occidente e Islam.
JMRS
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