Ciencia y Tecnología
Detectan un agujero en el Sol más grande que 60 Tierras
(DW) - Las corrientes de radiación de los agujeros coronales superan significativamente la velocidad del viento solar convencional, y con frecuencia, desencadenan alteraciones en el campo magnético protector de la Tierra.
Un enorme agujero oscuro, que se ha abierto en la superficie del Sol, más ancho que 60 Tierras o más de cinco veces el diámetro de Júpiter, está desatando un potente viento solar que barre el Sistema Solar. Según varios medios científicos, se trata de un agujero coronal, que también estuvo lanzando potentes corrientes de radiación inusualmente rápida, conocidas como viento solar, directamente hacia la Tierra.
Aunque el resultado no hizo saltar las alarmas, manifestándose simplemente como una leve tormenta solar, el agujero en cuestión contribuye a un patrón mayor de acontecimientos solares desencadenados a medida que nos acercamos al máximo solar. Según informa Space.com, la magnitud y disposición de esta anomalía, que surgió cerca del ecuador solar el 2 de diciembre, alcanzando una expansión máxima de unos 800,000 kilómetros en sólo 24 horas, no tiene precedentes en esta fase del ciclo solar.
Aún no está claro cuánto tiempo permanecerá este agujero en el Sol, pero agujeros coronales anteriores han perdurado más allá de una rotación solar (27 días), según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Ciclos de actividad: el máximo solar
El Sol atraviesa ciclos de actividad que se manifiestan en forma de manchas solares, erupciones solares, eyecciones de masa coronal y agujeros coronales. Estos eventos indican una mayor actividad solar. El punto culminante de esta actividad se denomina máximo solar, seguido por un período de disminución conocido como mínimo solar. Este ciclo está vinculado a los ciclos magnéticos del Sol, coincidiendo con el cambio de polos norte y sur durante el máximo solar, que se espera ocurra en algún momento de 2024.
Agujeros coronales
Los agujeros coronales son notables características del Sol, visibles como áreas oscuras en la corona solar en imágenes ultravioletas extremas (EUV) y de rayos X suaves. Estas regiones se caracterizan por ser más frías y menos densas que el plasma circundante, atribuyendo su oscuridad a la naturaleza de campos magnéticos abiertos y unipolares. Según informa Science Alert, al tener campos magnéticos abiertos, el viento solar puede escapar más fácilmente, generando una potente ráfaga de partículas solares y plasma hacia el Sistema Solar.
Aunque los agujeros coronales tienen la capacidad de manifestarse en cualquier fase del ciclo solar, su ocurrencia es más común durante el mínimo solar, según indica la NOAA. Por lo general, durante el máximo solar, tienden a ubicarse cerca de los polos solares y no en las proximidades del ecuador. Por este motivo, como señala Space.com, resulta enigmático el surgimiento de este agujero de considerable tamaño cerca del ecuador en esta etapa cercana al máximo solar.
Los agujeros coronales difieren de las manchas solares, las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal. Según Science Alert, mientras que una mancha solar es un punto temporal en el que los campos magnéticos se intensifican, las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal son liberaciones de energía asociadas a menudo a las manchas solares. Las tormentas solares más intensas son generadas por estas eyecciones y llamaradas. En cambio, un agujero coronal es relativamente pasivo; aunque el viento solar es más potente, no es expulsado activamente hacia el exterior con un impulso adicional.
aranza
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